37

1.2K 116 8
                                    

— ¿Realmente me amas, Kacchan? — preguntó Izuku mientras abrazaba al rubio en la cama.

— Daría mi vida por la tuya.— dijo desinteresadamente.

— ¡Oye! — le recriminó ese comentario. — .. yo también te amo demasiado.. tanto que moriría por ti.

— Eso no parece a que me amas mucho, Deku idiota. — dijo el mayor enojado.

— ¿Cómo qué no? Si sacrificarse por alguien es el acto de amor más bonito y puro que pudo existir.

— Sí, pero si llegas a morir eso no me haría feliz ni mucho menos sentirme amado. — reprochó nuevamente el rubio.

— Entonces, promete que no morirás. — propuso el peliverde.

— No moriré. Ya lo prometí, ahora tú.

— Prometo hacer feliz siempre a Kacchan.

— No seas tan Deku, Deku.— le picó la mejilla mientras lo abrazaba.

— Te amo, Kacchan.

— Nah, qué va.. yo más..

Izuku sonrió con ternura mientras miraba a Katsuki, no tenía idea de cómo había logrado enamorarse tanto de él pero no quería dejar de hacerlo. Necesitaba su persona para con él, aunque fuese un pedido egoísta.

(...)

Momo estaba durmiendo cuando sintió su celular vibrar constantemente, era una llamada de su ex pareja.

— Buenas noches. — saludó cordialmente la mujer.— .. Claro que sí. Te espero.

Colgó la llamada, y se quedó en su cama sonriendo. Sabía que en cualquier momento iba a volverse a ver con Shoto y le callaría la sucia boca a Enji.

Después de casi una hora de espera, el bicolor llegó a la casa de Momo y ésta, gustosa lo dejó entrar a su residencia.

— ¿Qué te trae por aquí?

— ¡¿Por qué si sabías todo sobre la infidelidad de Ochaco, nunca me dijiste nada?! — le gritó el adulto enojado casi desesperado sin saber que hacer.

— Cálmate, Shoto. Créeme que lo hice con la mejor intención posible.

— ¿Mejor intención? — su cara se arrugó ante esa posibilidad.

— Sí, para que tú padre dejase de amenazar a mi familia.— acusó en un tono de voz firme, luego suspiró temblorosa.

Los ojos bicolores del chico se abrieron grandes, y una expresión de horror se formó en su rostro.

— Siéntate. Tenemos que hablar.— ofreció la pelinegra en un tono de voz muy bajo, como un susurro.

Shoto obedeció, y se sentó cerca de una mesita donde había té. Se sirvió un poco.

— ¿Recuerdas el tiempo en que nos hicimos novios?

Shoto la miró neutral mientras asentía.

— ¿En ese t-tiempo también e-estabas con ella, ve-verdad?

El bicolor volvió a asentir.

— Yo no tenía idea de que tú amabas a alguien más, pero tú padre sí. Y un día, él me hizo prometer que me casaría contigo y compartir vidas, apellidos, bienes, entre otras cosas. — explicaba pausadamente. — Obviamente, yo acepté porque.. porque pensaba que tú también me amabas.. Además, confiaba ciegamente en que sí o sí nos casaríamos.. Por favor no me juzgues.. — pidió avergonzada en un susurro, tan bajo que se iba junto a la brisa.

[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora