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— Claro que lo es, Izuku. Soy tu madre. Tengo que saberlo, hijo. — sonrió grande. — no tengas vergüenza, después de todo, aquí también está un chico y te apoyará. ¿Verdad, Katsu-kun?

— ¡¿Ahhh?! No me parece correcto que lo presionen tanto. — está bien, lo dijo. Sabia que no debía arriesgarse pero Katsuki era demasiado temperamental e impaciente. Odiaba ver la cara deprimida del menor, no lo soportaba.

Mitsuki le regañó por esa respuesta, Inko se quedó muda e Izuku sólo temblaba en su asiento como si fuese hoja. Nada podía sacarlo de ese incómodo momento.

— Katsuki, no sabes nada. — le dijo la adulta casi enojada.— Izuku nos ha mentido durante todo este tiempo, y he querido.. — resopló triste— he querido que él confíe en mí.. He hablado con ustedes porque son los únicos amigos que yo tengo y que ayudarían a mi hijo.— las lágrimas casi estaban listas para salir por aquellos redondos ojos.

— Mamá.. no sé de que hablas.. yo n-no te he mentido..

— Entonces, júralo.

Nuevamente el silencio llegó, dejando en mal momento al menor de allí. Todos veían expectantes a Izuku, quién sudaba frío y pensaba seriamente en decir todo lo que le había ocultado a su madre durante todo ese tiempo. No encontraba otra razón lógica por la cual él y Katsuki estuvieran en la misma cena y ambas madres lanzando indirectas.

— B-Bien.. sí.. es cierto..  no soy virgen..

Mitsuki se cruzó de brazos mientras que Katsuki puso una mano abierta arriba de la mesa. Era una señal de que no hablara demás, que no dijera nada comprometedor.

— Tengo a-alguien con quien he sa-salido últimamente.. y.. — se calló la boca abruptamente mientras sentía uno de sus pies siendo pisado disimuladamente, aún así siendo totalmente doloroso.

— Está bien, Izuku.. ya entendimos..  ¡Felicitaciones! — sonrió Katsuki mientras bebía un poco de jugo. — es asombroso.. te mereces un premio.

Izuku veía como aquellos ojos rojos habían pasado de ser solo rojos a un brillo inusual. Sabía cual era el jodido premio, y no se haría de rogar esa noche.

— Claro.. este crío ya tiene una novia y tú ni en casarte piensas, imbecil.— habló Mitsuki con desdén hacía su hijo. Katsuki sonrió internamente.

— Eso es lo que tú crees, vieja bruja.

— ¿Ah?, ¿Qué quieres decir con eso, mocoso?

Cuando el rubio iba a replicar en protesta, la peliverde retomó la palabra.

— No cambiemos el tema principal. — dirigió sus palabras hacía los visitantes.— ¿Hay algo más que quieras aportar, Izuku?

— Nada más..

Inko respiró profundamente, mientras intentaba concentrarse para decir aquella información que había tenido ese día por la mañana.

— Tú me dijiste que aún estabas con la chica castaña.. ¿No? — preguntó Inko sin esperar respuestas. Izuku tragó grueso cuando Katsuki lo miró seriamente. — .. Entonces, no me sorprendería que ella es la chica con la que estuviste.. y has estado.. teniendo relaciones sexuales..

El peliverde estaba en shock. Si bien no sabía a lo que su mamá quería llegar, tenía miedo de que involucraran a su profesor en ese paquete. Miró a su madre, y luego a ambos rubios. Sobretodo a Katsuki con una cara que decía "Lo siento".

— Sí, má..

— Izuku.. si sabías que tener sexo sin prevención ni cuidado..

— Lo sé..

— Entonces, ¿por qué me mientes?

— ¿De qué hablas? — su cara era de auténtica confusión. No estaba entendiendo nada. — ¡NO ENTIENDO NA-

Katsuki estaba bebiendo agua calmadamente, no podía alterarse nuevamente. Así que solo se limitó a gruñir entre dientes. Ya él sabía por dónde se iban esas ramas.

— Ochaco.. sí.. esa niña .. ella está embarazada, Izuku.. — la noble mujer se puso a llorar debido al miedo que le daba todo eso, y en cierta parte, todos la entendía. Izuku no consiguió terminar su réplica, estaba en shock.

— ¿Q-Qué?

Izuku sintió como si el mundo se volviera negro para él y su mente se volvió un caos. Sentía sus manos frías mientras que sus pies no tocaban el suelo. Estaba en un estado de trance. El miedo y la traición le habían hecho añicos su corazón. Porque sabía que Ochaco siempre estuvo con alguien más cuando claramente él y ella jamás habían tenido sexo, ya que ella quería guardarse para el matrimonio.

— Eso no es posible, má.. Ella.. no..

— Lo es, yo la vi.. No tenía idea de si lo sabrías o no, pero Izuku... Ten cuidado, hijo.. y felicitaciones.. serás papá.. — decía Inko mientras lloraba emocionada y algo cohibida por la noticia. Estaba totalmente triste.

MIERDA.

Izuku sentía su corazón palpitar rápidamente. Él no era padre de ningún niño y eso le aterraba. Él no lo aceptaría, además, tampoco tenía idea de quién era el padre de esa criatura. Si estaba con Ochaco o no, no debía. Él sólo quería acabar con toda esa mentira. Tenía miedo.

Katsuki suspiró sonoramente, intentando calmarse. Primero le habían hecho mentir a su pequeño pecoso y ahora le estaban haciendo responsable de un hijo que ni siquiera era de él. El cenizo, si mal no recordaba, sabía que Shoto Todoroki era el responsable principal de todo ese embrollo, donde iba incluido su Deku sin haber hecho algo siquiera. Estaba enojado.

— Hey, Izuku. Te invito unos tragos, vámonos.

El peliverde dudó pero ante la mirada seria e inquisidora de Katsuki, no puso atención en las palabras alteradas de su madre y se fue de ahí junto al rubio. Necesitaban hablar sobre todo ese problema innecesario, que si lo dejaban fluir, sería el caos junto al fin.



































No aguanto este sufrimiento no tener tiempo:((

[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora