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Había pasado dos días después del incidente de Shoto y Ochaco. Por parte de la castaña actualmente se sentía como la peor persona del mundo, no dejaba de pensar en Izuku y todo lo malo que le hacía. Ella notaba como el chico ya no se interesaba tanto en ella, notó como durante todo el mes sin verse el pecoso no tuvo interés en salir. Estaba asustada.

Durante las vacaciones fueron al rededor de 5 veces que pudieron salir a comer helados y en dos oportunidades ni se besaron. Ochaco también pudo notar el desánimo de su "novio", aunque no sabe que son ahora los dos, no sabe si aún tienen ese lujo de llamarse "novios".

Era sábado, por ende, estaba en su cama "descansando" mientras comía helado de chocolate con menta, ese que tanto comía con Izuku en sus salidas.

Tarareaba una canción hasta que sintió unas náuseas indescriptibles, y corrió hasta su baño a desechar todo el helado y desayuno que había consumido anteriormente. Sus arcadas eran más constantes y el vómito no se hizo de rogar. Después de tan mala escena, lavó sus dientes y boca, volvió a su cama y guardó el helado enojada. Le habían arruinado su tarde.

Katsuki estaba en su cama, estaba viendo una serie de policías y delincuentes, realmente sólo le interesaba la acción que tenían porque era también muy cliché y ya le aburría. Pensaba en Deku, y como no había avanzado en nada con él. Quería que ese chico fuera todo suyo, sin restricciones. Recordaba que aún era un idiota ingenuo de primera fila y no se daba cuenta de la infidelidad que era presente debido a su "adorada castaña". Simplemente un cornudo, nada más.

Pero Katsuki también rió cuando se dio cuenta que Izuku le era infiel a la cara redonda con él mismo. Recordaba a su chico siendo follado y llenado por su polla, como gemía tan a gusto. Sintió su estómago contraerse y su polla temblar en sus pantalones. Se sintió necesitado, quería estar con él de nuevo. Llenarlo hasta dejarlo como pavo en navidad. Marcarlo, morderlo, chuparlo, jalarlo, amarlo, desearlo, devorarlo. Estaba ansioso, y no pudo más y envió un mensaje.

- Hey, Deku.

No obtenía respuesta. Pasó al rededor de 20 minutos y nada.

- ¿Qué demonios haces?

Aún nada.

Suspiró con hastío. Estaba enojado. Pensó seriamente en castigar a su alumno, no podía simplemente ignorarlo como si nada.

...

Izuku estaba en casa de Ochaco. Ella le había enviado mensajes temprano pidiendo su ayuda, el chico amablemente aceptó sin compromiso.

- ¿Como has estado?.- la voz del joven era de genuina preocupación.

- No lo sé, Izu.. Actualmente me he sentido peor que antes..  ya no consigo comer ni siquiera arroz.- la más baja hablaba a punto de llorar.

- Bien. - suspiró pesando en algo productivo.- hay que llevarte al médico.

Ochaco asintió despacio, y miró al más alto a los ojos. Se quedaron viendo por unos segundos hasta que Izuku giró la cabeza en busca de una ventana. La castaña vio decaída como ya no eran los mismos "novios" de siempre.

El peliverde le exigió que durmiera un poco más, bebiera suficiente agua y evitara enojarse. Por alguna razón, él podía intuir que así se recuperaría. La menor estaba emocionada al ver al pecoso cuidarle y preocuparse. Hasta que su felicidad se vio interrumpida por una llamada.

- ¿Aló?.- era Izuku atendiendo la llamada.- ehhh, n-no.. jajajá, está bien, sí, sí.. claro, uh, bien.. adiós..

Ochaco le veía atónita, el chico estaba sonrojado hablando por celular y hasta rió nervioso. Su corazón se sintió aplastado y le dolía. Iba a protestar en reclamo pero el chico retomó la palabra primero.

- Siento mucho todo, Ochaco. Me temo que saldré hoy y no podré quedarme a cuidarte hasta tarde. Mañana te acompañaré al médico y hablaré con tu madre.

"OCHACO"

- Cuídate y descansa lo suficiente.- el chico salió del cuarto sin esperar alguna respuesta a cambio dejando a una castaña totalmente triste, llorando.

...

Izuku ya le había avisado a su madre de su salida y de dormir esa noche fuera de casa. No tenía problemas por ese lado.

Llegó al departamento del rubio, tocó tres veces el timbre y ya estaban abriéndole la puerta. Cuando iba a saludar fue tomado como saco de papas y llevado en los hombros anchos del mayor. Lo lanzó al sofá-cama más próximo en su sala y comenzó a comerle la boca.

- Kacchan, ah~. Cal.. cálmate, uh.- no podía hablar. No cuando Katsuki estaba actuando como un animal en celo.

- Espera, espera...

Izuku ya había sido despojado de sus prendas inferiores y su cabello ya era un lío. El rubio le miraba en silencio.

- Uh, ¿Kacchan?

- Vayamos a mi habitación, Deku.- su voz sonó tan ronca y autoritaria que al pecoso se le mojó el bóxer.

Llegaron al cuarto del mayor y terminó de estar con ropa. Se encontraba desnudo, a merced del rubio. Sintió como le besaba apasionadamente y buscaba hacerlo sentir bien. El pecoso suspiraba y jadeaba con cada toque, hasta que sintió algo frío. Era Katsuki amarrando al menor a la cama, teóricamente, estaba siendo esposado.

El peliverde vio con miedo al cenizo, pero este solo se limitó a sonreír maquiavélico y tomó sus caderas. Izuku emitió un chillido cuando el mayor metió sus dedos en su cavidad anal. Sintió un líquido esparcirse ahí, era frío y tembló ante el toque. Sentia como los largos dedos le llenaban, hasta que uno de los toques le hizo sentir una electrizante carga que lo hizo gemir agudo abriendo sus ojos más grande en el proceso. Sentía como las embestidas se volvían más rápidas con esos dedos pero no le era suficiente, así que como buen chico que era, pidió esa jugosa polla dentro de él. Katsuki sonrió divertido.

- Esta es mi venganza, pequeña mierda.

Había dicho eso para luego alinear su pene en la entrada del chico y meterlo sin previo aviso a ese agujero rosado. El menor gritó extasiado con los ojos bañados en lágrimas y su lenga afuera, lo habían tomado por sorpresa.

El rubio por su lado, le follaba salvajemente, metiendo y sacando rápido su polla. El menor sólo gemía gustoso, pidiendo por más. Pero Katsuki, quería que llorara y gritara, así que levantó las piernas contrarias y las colocó en sus hombros. Así era una embestida directa. Lo sabía, cuando el pecoso se ahogaba en sus propios gemidos y jadeos. Respirando errático, con la mirada perdida. Por un momento sintió como su entrada le apretaba más, sabía que el muchacho se venía, pero no lo dejaría eyacular. Así que tomó su polla y colocó su dedo en el pequeño agujero de su glande.

Izuku lloraba pidiendo clemencia y un poco de empatía, pero no, el mayor tampoco fue respondido ni atendido cuando también estaba necesitado. Así que comenzó otro vaivén más rápido y duro, tomando con una mano la cintura contraria para tener más equilibro, hasta derramar todo su semen dentro del otro, en el proceso también soltó la polla del menor para así también correrse. No sería la primera en esa noche. Ambos lo sabían. Tuvieron sexo hasta la madrugada, después de eso, durmiendo juntos en la cama, abrazados y dándose todo el amor que se merecían.







Estos dos parecen estufas, jdkdndns

A mimir, Vivianita_Otaku_xd anda que jode y jode

[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora