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Minutos antes de la sorpresiva noticia para la señora Inko, Ochaco estaba con Shoto en casa del bicolor terminando de darle la noticia a Rei, su suegra y cuñada, Fuyumi; luego lo harían presencialmente con su suegro, Enji, que debido a su ausencia por trabajo no pudo asistir.

La madre de Shoto había decidido ir a comprarle ropa a la nueva integrante de la familia Todoroki como futura esposa de su hijo, y madre de su nieto, pero ambos jóvenes se negaron rotundamente.

Lo único importante era que la familia paterna, había aceptado a la nueva criatura gestando en el vientre de la joven mujer. La ansiedad les carcomía pero iban a dar lo mejor de sí, para que la familia Uraraka aceptara y entendieran.

Luego de eso, ambos salieron a una tienda de ropa, Shoto le indicó la sesión de ropa para embarazadas y así, comprar lo necesario por el momento.

Momento en que Inko, pasó directo frente a sus caras y vio a la joven mujer castaña sola, sin su hijo.

Definitivamente, el caos apenas empezaba.

...

Eran las 6 p.m.

Mitsuki se había quedado estática en su lugar cuando vio que por primera vez en años, su único hijo había cedido a ir de acompañante a una cena familiar y amistosa con la familia Midoriya. Era algo sorprendente y difícil de ver en ese orgulloso cascarrabias, pero aquí estaba un cambio drástico y enfático. Simplemente genial para la rubia adulta.

— Katsuki, usa tu saco más grande. Está en...

— Ya sé. Ya lo tengo, maldición!.— gritó desde el cuarto de invitados.

— Bien, mueve tu jodido trasero hasta acá abajo, hijo.— le gritó pero gentilmente.

Al parecer, la relación estaba mejorando entre ellos.

...

Al llegar a la casa, Izuku se dejó caer en el respaldo del sofá. Estaba agotado, y algo conmocionado. No tenía idea de que le pasaba a su madre desde la tarde del día anterior, tampoco entendía porque debía quedarse en casa de la vecina junto a la pequeña Nicole después de haberle despertado de una buenísima siesta. Aún así, obedeció.

Veía a la pequeña niña escribir en un librito pequeño algunos fragmentos de alguna canción, al parecer, se escuchaba de fondo una banda rockera. Quiso averiguar de que trataba así que bien valiente y decidido se acercó a ella.

— Hey, Nic. ¿Qué haces?.— la niña pareció pensarlo antes de dar una respuesta, el peliverde sonreía nervioso. No entendía la actitud de la menor.

— No le digas a nadie.— Izuku asintió efusivo para inspirar confianza a la pequeña.— .. ni siquiera a mamá.

— Promesa.— extendió su dedo meñique para finalizar ese pacto entre ambos.

— Te hago una carta.— respondió sonriente la niña.

— ¿Es para mí?.— la cara de Izuku se volvió tierna y una sonrisa encantadora deslumbró.— sería muy afortunado de tener una carta tuya, Nicchan.

Los ojos oscuros de la niña se iluminaron destilando brillos. Definitivamente, Izuku era lo más perfecto que había conocido jamás.

...

Inko ya había terminado de arreglar todo para la cena familiar, y su pequeña celebración. No tenía tantos ánimos por lo visto de temprano, pero ella tenía que seguir. Ya era demasiado tarde para retroceder y cancelar todo.

Izuku estaba limpiando sus zapatos, mientras veía el traje de gala que estaba al frente. No quería vestirse así, tampoco estaba en la necesidad de hacerlo. Pensó en que su madre a lo mejor quería salir con él pero era un secreto y por eso lo vestía así.

Quiso cambiarse el look, pero su cabello rizado y alborotado era parte de él. No quería perder tanto su esencia. Vio la corbata roja que estaba arriba de su escritorio, y tragó grueso. No sabía hacer amarre de corbatas, o en dado caso, un simple nudo.

Después de estar casi listo, tomó su celular mientras veía la hora. Katsuki no había escrito y su última conexión en alguna red fue hace casi dos horas. Sinceramente, se preocupó un poco. Así que decidió llamarlo...

























































¿Final triste o feliz?

[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora