Intriga.Elizabeth Grace.
Subo las escaleras y voy directo a la oficina de Alexander. Entro y me dispongo a buscar algún micrófono o cámara que esté aquí dentro. Están vigilando a Magdiel, no quisiera que también lo hicieran con Alexander y Alaisa.
No encuentro nada, así que me tiro sobre la silla giratoria, echando la cabeza hacia atrás. Cierro mis ojos.
No deseo conocer nada acerca de la familia de Alexander y me queda más que claro que lo que ocurrió antes, no tuvo que haber pasado. Es incoherente que él venga de pronto a decir que es poco creíble que hayamos tenido sexo y luego, sacar un tema muy fuera del contexto general como lo fue mencionar a Héctor. No lo entiendo, todo estaba bien, o al menos para mí lo estaba, no había que forzar a nadie a hablar algo que tal vez, simplemente, no tuvo la misma importancia para ambos lados.
Yo pude pensar y sentir algo muy distinto a Alexander, y está bien, lo entiendo, pero lo irracional es que sacó un tema que no iba con la conversación. Habló y habló sin dar algo concreto, no terminaba de explicar algo cuando ya se encontraba mencionando algo bastante diferente al tema.
Cada persona tiene su propia historia y perspectiva. Y creo que muchas veces se comete bastante error en ello, cada persona tiene su personalidad, su temperamento, su carácter, su perspectiva, su historia, su verdad. No podemos ir por la vida atacando a alguien por pensar de cierta manera con la cual otro no se identifica. Para algo así se debe tomar un poco de tiempo, en caso de ser una pelea o algo parecido, ver ambas partes de cada persona incluida, escuchar, analizar, pensar, ponerse en el lugar de la otra persona y finalmente dar una respuesta u opinión concreta.
Pero hay límites entre lo bueno y lo malo, y es algo que no debe sobrepasarse.
Supongo que en una relación la comunicación es demasiado importante. La estabilidad en una relación incluye una comunicación y confianza bastante viable, la comprensión, la paciencia, el respeto... Son muchos los aspectos que se deben tomar en una relación amorosa o amistosa, pero también es dependiendo de la pareja.
Hay tantas cosas malas como cosas buenas. Para mí en lo principal, no creo en eso de que alguien "cambiará" por amor. No. Eso para mí no funciona, si alguien quiere cambiar que lo haga por sí mismo. Además de que en mi cabeza no existe el "cambiará" yo prefiero el "evolucionará". No lo sé, esa palabra se me hace más acertada al "cambio" de una persona. Pero no lo sé, cada quien con su opinión propia y en ello no hay problema.
Me quedo dormida y no me doy cuenta de eso hasta que Alexander me zarandea de un lado a otro para que despierte. Al hacerlo mis ojos verdes chocan con el chocolate claro de los suyos, está serio, como de costumbre, con la mandíbula tensa y ceño fruncido.
—¿Qué pasa?. —inquiero refregando mis ojos con mis dedos.
—Tenemos que hablar, ¿no?.
—Eso fue lo que dijiste tú, no yo.
—Bueno, entonces vete ya. —dice de forma tosca.
Quiero gritar. Este hombre cambia de humor de un momento a otro y actúa de manera muy contradictoria. Me colma la paciencia y cabe destacar que tengo muy poca.
—Bien. Me voy, después de que me cuentes cómo es que tu familia influye en tus ganas de destruir a Magdiel.
Debí admitir que la intriga me puede. Dije que no quería saber nada de él, pero es que ahora quiero entender cómo es que su deseo de ver a Magdiel destruido sea por su familia, ¿qué pasó para que se sienta así?.
—Te lo diré, pero no será todo, solo una parte. —aclara extendiendo su mano en mi dirección para que la tome.
Le agarro la mano, me levanto de la silla giratoria y lo sigo desde atrás. Tengo sueño, acabo de despertar y solo quiero acostarme y volver a dormir.
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MISÈRE
AksiElizabeth Grace. Una mujer joven, con sueños y un esplendoroso futuro. No necesita dinero porque para eso trabaja, y, a pesar de que la mayoría de las personas digan que lo que tiene es gracias a ser la hija de Magdiel Grace, ella sabe que no es as...