⁰⁷ | Favores por beneficios

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Estaba de vuelta en su preciado departamento 303, en la primera avenida del edificio. Todo era exactamente igual que antes, un escritorio, una vela barata, una cama que cruje con tan solo sentarse y un armario descascarillado, la casa seguía igual, excepto por una cosa; su inquilino 

Sam temblaba cubriéndose con el abrigo de Lucifer mientras caminaba por las escaleras hasta su departamento. El rubio de ojos celestes fue muy amable en regalarle la llave de nuevo. Pero se repetía mentalmente que era un asesino, un cortes y descarado asesino

— Todo sigue igual — murmuró Sam caminando alrededor de su departamento — No cambió nada en dos días

— ¿Y que te parece? ¿Es de tu agrado? — siguió el rubio 

— ¿De mi agrado? — enarcó una ceja. Sam sentía que algo no andaba bien. Todo se sentía como siempre pero había algo que lo incomodaba

— Este departamento nos pertenece Sammy, a ti y a mi, lo rentaremos juntos ahora... — 

— Espera ¡No me dijiste nada de eso! — exclamó el castaño dándose la vuelta 

Fue entonces cuando Lucifer se aproximó a él evadiendo sus reclamos y dijo — Te preguntarás que gano yo. ¿Por que debería pagar 30 meses de alquiler sin recibir algunos beneficios a cambio? — sonrió con soberbia creando una línea entre él y Sam

Sam había olvidado la renta. Bufó por lo bajo y dio tres pasos hacía atrás — ¿A que te refieres con beneficios? Te lo advierto, no seré tu ama de casa y mucho menos tu compañero de habitación 

— Si, sé que no funcionaría — Lucifer estaba siendo demasiado confuso, caminando para todas partes dentro del departamento con las manos en sus bolsillos — Prefiero mantener distancia... es mucho mas emocionante

Tiró las manos de Sam y tomó la llave. Sus manos estaban tan frías como la llave 

— Guárdala. Considérala como un regalo — Sam miró la llave con asombro; era una maldita llave de repuesto. Lucifer sonrió burlón — ¿Te gusta, Sammy? quizás si te portas bien obtengas otros favores

— ¿Que debo hacer con ella? — preguntó confundido

— Eres libre de regresármela cuando quieras, Samuel. Hasta que lo hagas, sólo pasaré cuando me invites

Quizás nunca seas invitado — agregó Sam casi como un susurro, que obviamente Lucifer alcanzó a oír — Esta bien, acepto

Lucifer sonrió ampliamente estirando su mano como saludo antes de salir. — Buen trabajo

— Gracias, supongo — contestó Sam, sin embargo Lucifer se lanzó a reír

— No hablaba de ti tonto, hablo de mi. Hice una obra de caridad por un mendigo como tú, me siento feliz conmigo mismo — se burló saliendo del departamento

Sam enfureció y azotó la puerta cuando nadie estuvo allí. ¿Quien mierda se creía ese engreído? ¿Lo acababa de llamar "mendigo"?. Suspiró agotado y lanzó la llave de repuesto a la caja fuerte del departamento

De mala gana sacó su maquina de escribir, sus zapatos y la manta que había llevado y las colocó en el lugar de siempre, luego se puso la pijama y se fue a dormir

Sam no era sensible en lo absoluto, lo que tenía era un premonición...

Fue en ese momento en que sus pensamientos fluyeron como agua

A diferencia del diccionario, convivir no sólo significa vivir juntos. A diferencia de las fabulas infantiles, intercambiar llaves no solo significa compartir una casa, y en el caso de Lucifer y Sam era igual

Cena romántica con un asesino © [Samifer AU.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora