⁴⁰ | Todo el tiempo eres tú

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Los días de la siguiente semana se fueron haciendo más desoladores para Sam.

Se levantaba todos los días a la misma hora, se vestía como siempre, su cabello ya ni siquiera brillaba igual, comía lo de siempre y se iba a Kreiner como siempre, caminando.

Al menos si Lucifer se fue pudo haberle dejado algo de dinero. Sin duda, le costó muchas madrugadas de llanto aceptar que Lucifer lo dejó. Él fue -por lejos- el peor novio que alguna vez haya tenido. ¿Irse sin despedirse? ¿Sólo dejándole un beso? Que novio más idiota. 

Por esa razón ahora el humor de Sam estaba por el suelo, así como su situación financiera.

— ¿No quieres café? Llevas escribiendo por horas — Castiel apareció delante suyo, con dos tazas en sus manos, extendiéndole una a Sam.

— Déjala allí — movió su cabeza indicándole que la ponga en su escritorio, mientras tecleaba sobre la maquina de escribir como si su vida se fuera en ello.

— A veces quisiera ser como tú, no pareces cansarte — sonrió.

¿Por qué Lucifer se esforzó tanto para conquistarlo si al final lo iba a dejar abandonado?

"Maldito rubio idiota"  Maldecía Sam en su cabeza mientras mordía sus labios.

Si sólo quería acostarse con él podría haberlo dicho desde un principio.

— ¿Sam me escuchas?

— ¿Ah? Si claro.

— La otra semana se reportaron dos desaparecidos, los dos eran doctores ¿irónico no?

Y encima estaba matando gente, ¡lo dejó para poder matar a gusto! Claro, que ingenuo fue. ¿Cómo pudo pensar que un psicópata cambiaría?

— Aunque también dijeron que no fue secuestro, el desaparecido era un hombre rubio de ojos celestes.

¡Maldición! ¿Y qué pasa si Lucifer no lo dejó, y realmente lo secuestraron? Espera... ¡¿Y SI SECUESTRARON A SU NOVIO?! 

Sam sentía unas enormes ganas de ir a la policía, ¿pero qué les diría a los oficiales?

"Mi novio, un asesino psicópata del cual no sé absolutamente nada, desapareció hace ya dos semanas".

 — También escuché que fue cerca del puente cruzando Bunch.

"Si te atreviste a dejarme Lucifer, me las pagarás. Pero si fuiste secuestrado, pues... ¿te extrañaré? ¡Ahg! olvídenlo"

— ¿Qué tanto escribes? — Cas se inclinó a leer lo que llevaba hasta ahora.

[ Maldito día, odio mi vida, mi trabajo, mi casa mi...]

— ¡No es nada! — Sam se lanzó encima cubriendo la maquina de escribir con sus brazos.

— ¿Por qué te odias tanto Sam? — cuestionó apoyado sobre sus brazos encima del escritorio del castaño.

¿Estaría bien contarle a Castiel -un completo desconocido, Novak- sus problemas financiaros y... amorosos? Completamente.

— Debo mucho dinero y no tengo la vida que quiero — se encogió de hombros. En ese momento pudo ver perfectamente como los ojos azules de Castiel reían burlonamente de él.

— ¿Debes mucho? Me recuerdas a alguien.

— Ese alguien debe ser mas afortunado de yo.

— Depende de lo que consideres 'afortunado'. ¿Y no quieres ayuda con tus deudas?

— Jamás — afirmó —. Si recibiera ayuda, significaría más deudas, no quiero meterme en más.

Cena romántica con un asesino © [Samifer AU.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora