Brisa
Dicen que el amor nos despierta muchos otros sentimientos y aunque hace mucho tiempo estaba segura de que serían sentimientos como: la ternura, la empatía o incluso la generosidad, ahora estaba comprobando que eran todo lo contrario. Mientras escuchaba a Jerry, mi novio, inventar una excusa tonta para dejarme, solo podía sentir: ira, rechazo y unas inmensas ganas de golpearlo.
Es que, habíamos estado juntos durante cinco años, en los cuales no solo nos habíamos apoyado, sino que habíamos planeado un futuro juntos. Futuro que se cancelaría.—¿Quieres calmarte? Solo estoy pidiéndote un tiempo. —¿Y a él le parecía poco?
—¿Un tiempo? Claro, tómate todo el maldito tiempo del mundo, grandísimo idiota. Lo único que quiero saber, es ¿Por qué no lo pediste antes de que fijáramos la maldita fecha?
Estábamos a cuatro meses de nuestro casamiento, a cuatro malditos meses y ahora él quería tomarse un tiempo.
Había lidiado con la loca inconformista de su madre, quien creía que no era suficiente para este jodido mimado, aceptando muchas de sus sugerencias, por qué el día que se supone que sería el más feliz de mi vida, sería en realidad el suyo.—No planeaba sentirme tan asfixiado, pero estos tiempos han sido difíciles para mí. —Ya me imagino cuan difícil habrá sido.
—¿Difíciles? Tú siempre tenías que trabajar, era yo quien lidiaba con la loca de tu madre…
—Ella no está loca.
—¡Cállate Jerry! No puedo creer que pasara por un maldito infierno y ahora me pidas un tiempo. Dime algo, ¿Quién hablara con todos los invitados? Porque yo no pienso hacerlo.
—Brisa, creo que ambos podemos enviar un correo a todos explicando lo sucedido. —lo observé, resistiendo las ganas de llorar que sentía y en su lugar preferí reírme.
Me reía de lo tonta que fui al creer que él sería el hombre indicado para mí, me reía de lo que todos pensarían al leer la supuesta explicación que enviaríamos y me reía de su maldita desfachatez al venir a decirme esto y esperar que mantuviera la cordura.
—¿Y qué les diríamos, Jerry? ¿Qué el novio necesita tiempo porque no tuvo los pantalones de dejarme antes?
—Brisa, estás actuando como una persona inmadura. —Esto era el colmo, él no pudo decirme algo como esto.
—¿Quieres ver cuan inmadura puedo ser?
Tomé varios de los adornos ridículos que su madre había insistido en traer a nuestro apartamento y comencé a arrojarlos hacía él.
La mayoría de ellos fracasaba, ya que las lágrimas nublaban mis ojos, impidiendo que mi puntería fuera la de siempre. Sin embargo, algunos acertaron, provocando que esté no dejara de quejarse.
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Martinis, amor y ¿Estacas?
VampireLuego de que su novio rompiera con ella, Brisa Pizarro, solo quiere una cosa y es distancia de cualquier sentimiento que se asemeje al amor. Pero cuando su mejor amiga Débora Cabrera la desafía a jugar con dos jugadores en el campo de los coqueteos...