Luc
—Ten. — atrapé la cerveza que Yael había lanzado hacia mí, sin embargo, esto no iba a saciar mi sed.
Desde el día en que probé su sangre, solo quería volver a saborearla, pero no podía, ya que Brisa no había regresado.
Había pasado un mes y ella no había vuelto a dar señales de vida. No respondía los mensajes que le envié, no contestó las llamadas que le hice y aunque en ciertas oportunidades me escabullí hasta su casa, no me atreví a golpear la puerta.Me sentía un vampiro novato, un recién convertido, cuyos impulsos estaban picando, con fuerza, en su piel.
—Gracias. —la bebí, pero como supuse, no me sabía a nada.
Dejando la lata contra la barra, apoyé mis codos en contra de esta y bufé.
Era patético sentirme así, lo peor es que sentía que estaba pagando por los errores de alguien más. Porque no fui yo quien la lastimó, no fui quien la abandonó, pero ella no dudo en enfrentarme.Si tan solo conociera a su ex…
—¿En qué estás pensando?
—En nada que te interese. —me enderece y giré mi cuello, haciéndolo sonar un par de veces.
—Anda, has estado con este humor por días. ¿Qué te puso así?
—¿Cómo conseguiste el número de Brisa?
—Ya te lo dije, tengo mis contactos. —Podía ser, pero aún seguía sin creerle una palabra.
—¿ Cómo?
—Solo hice saber que lo necesitaba y alguien lo consiguió por mí. Vamos Luc, sabes que no me cuesta conseguir las cosas.
—Es la última oportunidad que te doy, a la próxima no lo preguntaré tan tranquilo.
—Puedes preguntarlo mil veces, la respuesta será la misma, no puedo cambiar los hechos.
Giré la lata de cerveza con mi mano, antes de señalarlo.
—¿Revisaste mi teléfono?
—No. No me tomaría esa molestia por ninguna chica. No cuando ya te dije, alguien puede hacerlo por mí.
Él estaba mintiendo. Lo había conocido por años y sabía los gestos que hacía al mentir.
Él sinvergüenza había descubierto la contraseña.—Hoy tengo algo que hacer, quedas a cargo.
Tenía pensado buscar a Brisa y esperaba que esta vez no estuviera a la defensiva, culpándome solo por ser hombre.
—¿Y si viene Mimí? — sonreí de lado, consciente de que era posible que se apareciera.
—Si viene, te haces cargo.
—Mierda Luc, tengo las manos llenas con el trabajo, estás dejándome solo en la barra y encima quieres que te cubra con ella. ¿No crees que me pides demasiado?
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Martinis, amor y ¿Estacas?
VampireLuego de que su novio rompiera con ella, Brisa Pizarro, solo quiere una cosa y es distancia de cualquier sentimiento que se asemeje al amor. Pero cuando su mejor amiga Débora Cabrera la desafía a jugar con dos jugadores en el campo de los coqueteos...