12. Me voy a ir de aquí

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-Hola. -Peter mira a la puerta y ve como su hermana pequeña entra en la habitación y se tira, literalmente, a la cama. – Estoy agotada, lo de trabajar como camarera por las noches me está matando.

-Estás tan cansada porque estás haciendo esa carrera. – Aunque Peter no la ve intuye que desde la cama Rochi ha revoleado sus ojos. – Entre hacer una carrera que no te gusta, luego las clases de interpretación y después el trabajo no te queda tiempo para respirar. Te lo digo para ayudarte, deja la carrera, no tienes que hacer todo lo que él te pide.

-No quiero más peleas Peter. – Dice ella, mientras se sienta en la cama de Peter, que lo ve muy ocupado mirando algo en el ordenador.

-Pero esto no se trata de peleas, es sobre tu futuro, y dime la verdad. – Ahí se gira y mira a los ojos de su hermana pequeña. Ve más parecido en ella con Eugenia que él mismo con su propia melliza, rubias, con ojos verdes... tiene a las hermanas más bonitas del mundo, lo ve incluso cuando Rochi está cansadísima y solo tiene ganas de dormir. – En cinco, diez años, ¿te ves trabajando con él?

-No – Niega rápidamente Rocío, se queda pensativa, ni siquiera lo ha pensado, no sabe si estará actuando, pero está segura de que no trabajará con su padre.

-Entonces si tan segura estás, no estudies algo que no quieres hacer, que no te gusta. Sé que estás cansada de ver todas las discusiones que tenemos con él, pero peleamos porque no entiende que nosotros no somos unos robots que seguimos todas sus órdenes, un día ya no estará o nosotros nos iremos muy lejos y es ahí cuando nosotros decidimos nuestro futuro, y esto, hermanita, te está quitando la vida y la juventud.

-Bueno... ya pensaré que hago. – Rocío era la más calmada de los tres, tal vez porque siempre veía como se ponían sus hermanos y su padre cuando se enfadaban, no le gustaba ver a su familia tan distante. Al poco tiempo de que Peter se fuera también se fue la China, y aunque ella le dijo que se fuese con ella, Rocío apenas acababa de cumplir la mayoría de edad y aparte había visto lo mal que se puso su padre con la marcha tan rápida de sus mellizos. No le quería hacer sufrir, pero su hermano tenía razón, tenía que decidir por su cuenta. – Por cierto, ¿qué estás mirando tan concentrado? - Cambia de tema, no quiere seguir hablando de eso.

-Mirando apartamentos. – A Rocío eso le sorprende, acababa de llegar a casa. – No puedo seguir viviendo con él aquí.

-Sinceramente, mucho has durado, aunque apenas vienes, solo estás aquí para dormir. Hoy ha venido muy enfadado, no paraba de gritar, te estaba buscando.

-Lo sé, por eso he quedado con Cabré y los otros para cenar, quería llegar lo más tarde posible. – Se le tensa todo el cuerpo recordando lo que ha hecho su padre esta tarde, Rochi lo ve y por un instante no sabe si preguntar, pero no le gusta quedarse fuera de lo que pasa en su familia.

- ¿Qué ha hecho ahora?

-Ha intentado sacar de la residencia a la China. – Dice, escueto de palabras.

- ¿¡Qué!? -Grita Rocío, Peter le hace un gesto de silencio a su hermana, no quiere que despierte a la bestia. -Pero este señor está mal de la cabeza, ¿por qué ha hecho eso?

-Porque cree que a nuestra hermana no le pasa nada, que está bien, que no necesita quedarse en la residencia con "unos desquiciados que se quieren quitar la vida". – Ríe, de forma irónica, solo recordando todo lo que ha dicho le entra ganas de pegarle. Rochi intenta respirar antes de decir nada más.

- ¿Y crees que Euge está bien para salir de allí? – No le importaba lo que pensaba su padre, estaba ciego, ni quiso creerles cuando le contaron que Eugenia se había intentado quitar la vida, así que tampoco le sorprendía mucho su actual comportamiento.

SÁLVAME (LALITER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora