SÁLVAME (LALITER)

Epílogo

Lali se encontraba en el camerino, daba vueltas de un lado al otro, hacia más de un año que no se subía a un escenario y que justo volviera en el luna park hacía que las piernas le temblasen, no sabía si después del embarazo volvería a bailar como antes o cantar con la misma intensidad y hasta que no subiese allí no lo sabría.

- ¿Te puedes estar quieta, por favor? – Le pide Maru, la maquilladora de confianza de Lali, quien está teniendo problemas para acabar porque la artista no se para de mover.

-Sí, perdón. – Dice la chica de metro cincuenta y se pone delante del espejo, donde puede ver como la China llega con un traje en la mano.

-Babyyy, estás preciosa, ¿quién te ha hecho ese vestido? – Lali revolea los ojos, es un claro sello de los diseños de la China, en cuanto le dieron la oportunidad de buscar a una nueva vestuarista para la gira de la chica de ojos oscuros no tuvo dudas en llamar a su cuñada. – Fuera bromas, este es el próximo traje que te tendrás que poner, se lo daré al chiquito que hay al lado del escenario, y luego le iré pasando los otros dos cambios.

-Perfecto, ¿Cuánto tiempo tendré para cambiarme?

-En el primero un minuto, en el siguiente aún menos, pero el último mínimo tendrás cinco minutos porque pondrán el vídeo del back en las pantallas.

Lali asiente, aunque Euge y ella se conocen desde hace tantos años y son familia saben separar el trabajo de la amistad, son las dos personas más trabajadoras que se puede conocer y es un dúo que tiene todo pensado y analizado, hasta el más mínimo detalle, por eso Lali no duda en haberla elegido para su nuevo proyecto.

Maru avisa de que ha terminado, es increíble el arte que tiene, siempre busca ir más allá, pero sin salir de la comodidad y eso le encanta a Lali. La maquilladora se va y se quedan ellas dos solas.

- ¿Al final tu hermana no puede venir, no? – Pregunta Lali acabando de colocarse la chaqueta.

-No, tiene la premiere en Los Ángeles, ¿quién nos iba a decir que se convertiría en la actriz de moda? – Ríe al pensar en todo lo que ha conseguido su hermana pequeña. – Pero dice que te desea muchísima suerte y que luego verá todos los vídeos que haya del concierto.

-Es un amor. – Sonríe Lali. – Tu hermano siempre estuvo seguro de que llegaría a lo más alto. Es muy talentosa.

- ¡Oye! Yo también sabía que viviría de la actuación, pero. – Baja un poco el tono de voz, como si no quisiese que los demás la escucharan. – No que sería una actriz de Hollywood, se lo merece sin duda. Y deja de defender a tu novio en todo. – La cantante se ríe de su amiga, la mayoría de veces hace eso para molestarla, quiere a los mellizos pero de maneras distintas.

- ¿Por qué me tiene que defender?

Las dos chicas se giran y ven como Peter entra al camerino, va con un pantalón negro ajustado, una camisa blanca y una americana roja, para ir en conjunto con su chica. Lali piensa lo mismo que pensó cuando lo vio por la mañana, es un caño.

Pero esta vez llevaba en sus brazos a Ares, ese bebito de un año que había vuelto la vida de los dos patas arriba, pero que desde que lo vieron por primera vez sabían que sería todo su universo. Tiene el pelo muy oscuro como su madre, pero los ojos de un color marrón muy clarito, casi verde, siempre decían que eran muy parecidos a su padre, pero a ellos les recordaba al color de ojos de Allegra. Y lo que le acabó de matar de amor a Lali era el lunarcito que tiene en la nariz.

Peter se acerca a las dos, abraza a su hermana y le da un pico a su novia.

- ¡Pero que guapos van mis chicos! – Se acerca a Ares para agarrarlo, él va con una camisa azul, un pantalón negro y una chupa, todo un rock star. – No se lo digas a tu padre, pero tú eres el más guapo.