26. Despierta

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Peter se encontraba en el suelo, sentado en el pasillo, no muy alejado de la habitación de Lali, pero lo suficiente como para dejar espacio a la familia de la chica de metro cincuenta. Aunque los doctores habían dicho que ya estaba estable, aún no se despertaba, los profesionales decían que era normal, que había perdido mucha sangre y necesitaba descansar, pero Peter no lo entendía, si ya estaba bien, ¿por qué no abría los ojos?

Allegra se había ido con Bruno a la residencia, en cuanto les explicó qué había pasado, la China y Úrsula quisieron ir corriendo, pero la directora no las dejó salir, sabían que podía ser muy traumático pasar por algo que ellas mismas estaban transitando aún, tenía razón, pero aún así las dos chicas estaban muy enfadadas, querían estar con su amiga. Allegra decidió ir para explicarles la situación y tranquilizarlas, y posteriormente Bruno se fue con ella a esperar en el hospital, tal vez Bruno no se sentía incluido en esa espera, ni siquiera Peter se sentía incluido.

Esos pensamientos salieron rápido de su cabeza cuando justo delante suyo había una mano aguantando un café, al visualizar a la persona se dio cuenta que era Candela, la hermana de Lali. Cuando agarró el café, ella intentó sonreír, pero ninguno tenía fuerzas para hacerlo, después se sentó al lado de Peter.

-Gracias por el café. – Dijo el lunares, mientras daba un trago.

-No es nada, he imaginado que llevabas aquí mucho tiempo y lo necesitabas. Aunque te recomiendo ir a dormir, te podemos avisar si hay alguna novedad. – Aún siendo un poco más pequeña que Lali se podía ver la gran sabiduría que tenía Cande.

-No, prefiero quedarme aquí. – Contestó, con un tono de voz bajo y ronco. – Necesito saber qué está bien, que abra los ojos. – Cande asintió con la cabeza, ella también necesitaba eso.

-Perdón por hacerte esta pregunta ahora, pero ¿sabes por qué lo ha hecho? – Peter resopló, a él también le encantaría saberlo.

-No lo sé. – Dijo, tocándose la cabeza frustrado. – Cuando estábamos juntos no noté nada distinto, se la veía feliz, risueña... Pero es cierto que hace cosa de un mes que Allegra me dijo que sentía que Lali no estaba bien. – Cande le miraba atento, como si algo de lo que le contaba podía servir para hacer despertar a Lali.

-¿Allegra es la chica que nos ha llamado? – Pregunta la pequeña Esposito, Peter asiente con la cabeza, se acaba de dar cuenta que a Candela también le tiembla la voz, los nervios afectan físicamente.

-Sí, es mi prima. – No sabía si decir lo que iba a decir, pero creía que Candela lo necesitaba. – Es quien ha encontrado a Lali. – Cande abre mucho los ojos, esa chica tendría más o menos su edad y había visto cómo una persona estaba a punto de morir, ¿cómo iba a seguir su vida con eso presente?

-La misma persona que te dijo que sentía que algo iba mal con Lali fue la que la encontró. – Dijo, intentando analizar la frase. - ¿Y no te dijo por qué se sentía así? – Peter dio otro trago al café.

-No, en cuanto me lo dijo me fui a hablar con Lali, por si necesitaba desfogarse, para que supiese que estaba ahí con ella. Me aseguró que no haría nada, le pedí que no hiciese eso, y me dijo que no lo haría.

"-Por esto un psiquiatra no puede tratar a su familia. – Dice mientras se intenta secar las lágrimas que no dejan de caer. – Si a ti te pasa algo, me muero. – Eso rompe el corazón a Lali, quien le empiezan a brillar los ojos. – Así que, por favor, si en algún momento te pasa por la cabeza irte de este mundo, piensa antes en nosotros, en la gente que te quiere. Yo no puedo vivir sin ti.

-Ni yo sin ti."

Inconscientemente cerró su puño con fuerza, le dijo que no se iría, se lo prometió, y había estado a minutos de la muerte, ¿cómo iba a vivir con eso?

SÁLVAME (LALITER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora