3. La llamada

265 16 1
                                    


Mira hacia todos lados, después de un largo viaje en avión, sorprendentemente lo único que necesita es tumbarse en la cama y descansar. Se queda parado en el aeropuerto, esperaba encontrar a su hermana, pero lo que vio fue a Jorge, el chofer de la familia con una hoja donde ponía su nombre "Juan Pedro Lanzani, bienvenido a casa".

Aunque le hubiese gustado que hubiese ido alguien de su familia también siente que Jorge es su familia y hacía mucho que no lo veía, le lleva a todos lados desde que tiene consciencia. Se acerca a él, Jorge ya es una persona mayor y hasta que no está a unos 3 metros de él no lo ve, el chofer sonrío en cuanto vio al hermano mayor de la familia Lanzani y se dieron un abrazo.

-Petercillo, que placer volver a verte! ¡Qué emoción! – Le dice el chofer, un hombre de unos sesenta años, con algunos kilos de más y Peter cree que es la persona más bajita que ha conocido nunca.

-Jorge, te eche mucho de menos. – Se acerca a él para susurrarle en el oído. - No se lo digas a mis hermanas, pero te he extrañado más que a ellas. -Los dos se ríen y se vuelven a abrazar.

Jorge guarda las maletas en el maletero mientras Peter se pone de copiloto, mira a su alrededor, no puede creer que haya vuelto, creía que nunca volvería excepto por el casamiento de alguna de sus hermanas o por el nacimiento de sus sobrinos, pero no que volvería ya, solo habían pasado cinco años desde que guardo toda su ropa y se fue a empezar una nueva aventura.

-Bueno, vamos camino a casa ¿señor? - Jorge le saca de sus pensamientos, lo mira y asiente, no muy convencido. Después de unos 20 minutos de trayecto en silencio el chico del lunar decide hablar.

-Y... ¿Cómo va todo por aquí? – No sabía cómo empezar la conversación, pero necesitaba saber cómo estaba la situación en casa.

-Desde lo de tu hermana las cosas están tensas. – Peter asiente, pero sabe que todo estaba tenso desde siempre, esa familia nunca ha tenido un respiro, y siempre la culpa era del mismo factor. – Pero, bien, Rochi acabando ya el grado.

-Cierto, ¿al final hizo economía como le pidió... - No lo quería nombrar. - él?

-Sí. - Contesta Jorge, Peter mira por su ventana, lo quiere matar, nunca se le tiene que obligar a nadie a estudiar algo que no le interesa. - Pero, así en bajito, le digo que mientras estudia va a una escuela de teatro. – Ahí Peter vuelve a mirar a su chofer, ahora con una sonrisa. Sabe que Rocío es la que menos problemas quiere causar en casa, por eso le hace caso, pero le pone muy feliz que al final haga lo que quiere, aunque sea a escondidas. -Tu mama ahí sigue, una guerrera, teniendo que aguantar al – Jorge para, no ha pensado lo que estaba diciendo. – No, me refiero que

-Lo sé Jorge -Le interrumpe el ojiverde. - Aguantarlo es demasiado, ya le he dicho más de una vez que se divorcie, pero no me hace caso. - Jorge empieza a respirar después de las palabras del chico, por un momento creía que había perdido su trabajo. - ¿Y de la China se sabe algo más?

-No, solo que está en esa residencia para la gente con pensamientos suicidas. Los doctores dicen que va bien pero ya conoces a tu hermana.

-Sí, es una gran actriz. -Jorge asiente. - ¿Y no os ha dicho por qué lo intento? – El chofer niega, se le ha cambiado la cara, tiene un mal recuerdo. – Me dijeron que la encontraste tú. – Sigue sin hablar, definitivamente es algo en lo que no quiere pensar. Para el coche, han llegado. – Jorge, por favor, mírame. – Hace caso al chico. – Muchas gracias por salvar la vida de mi hermana.

-No fue nada, me alegro de que esté mejor.

- ¿Te dieron unos días de descanso después de eso? - Jorge vuelve a negar.- No me lo puedo creer, la poca sensibilidad que tiene es increíble, por favor, tomate los días que necesites, ves al médico, haz lo que tengas que hacer para estar mejor, ¿de acuerdo?

SÁLVAME (LALITER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora