SÁLVAME (LALITER)

23. No está bien

Peter se encontraba en su despacho, acababa de tener una sesión con Laia, una mujer de cuarenta y cinco años, hace diez años perdió a su bebé y lleva con depresión desde entonces, en sus sesiones hablan de cómo controlar esos ataques, parece que poco a poco va funcionando, pero se requiere de mucha paciencia y tiempo.

Estaba apuntando lo importante de la sesión cuando le tocan a la puerta, no le da tiempo ni a decir que pase cuando Eugenia entra y se sienta en la silla de delante de su hermano, le sorprende que entré ahí, ella nunca ha estado en su despacho, deja a un lado la carpeta de Laia y mira a su hermana.

-Hola Eu, ¿qué tal? – Eugenia no contesta y lo mira atentamente, analizando todas las expresiones de su cara, como si pudiese leer algo de esa manera, Peter sube las cejas, confundido. - ¿Pasa algo?

-Hiciste el amor con Lali. – Suelta sin reparo la China, Peter se atraganta con su propia saliva y empieza a toser.

- ¿Cómo lo sabes? – Pregunta Peter, Euge lo mira con cara de obviedad.

-Creo que te has olvidado de que a Lali la conozco de mucho antes que tú y es mi amiga, entre amigas nos contamos todo.

-Emm okey. – Peter se toca el cabello, sabe que ya tiene una edad como para que no le de vergüenza hablar de este tema, pero hablarlo con su hermana le incomoda.

-Bueno eso me da igual, mientras se hayan cuidado. – Peter asiente. – A lo que vengo es a otra cosa. – Peter al fin respira, llevaba un rato aguantando el aire de los nervios.

-Sí, ¿qué pasa? ¿algo con algún médico?

- ¿Qué? No, contigo no hablo de eso. – Dice Eugenia muy tranquila. – Quiero que me digas por qué has mentido a Lali.

- ¿Cómo? Yo no la he mentido. – Le dice Peter muy seguro, ahora cruzando sus brazos por encima de la mesa.

-Peter a mí no me engañas, me dijo que conoció a Alicia, le dijiste que no pasó nada con ella, ¿por qué lo hiciste?

-Es que no pasó nada con ella. – Contesta rápido Peter, su hermana no sabe nada de sus últimos días en su antiguo país, y ya que mintió en algo debe mantener esa mentira.

-Peter a mí no me engañas, os he visto juntos, ahí pasa o ha pasado algo. – Dice Eugenia muy segura, también cruzando los brazos, como si los dos estuviesen a punto de empezar una pelea.

-Que no Eugenia.

-Peter. – No hace falta que diga más, los dos se miran a los ojos, son mellizos, han pasado de todo juntos, se entienden y por ende, saben cuándo el otro no está bien o no dice la verdad, Peter se rinde y desvía su mirada, le da vergüenza reconocer que ha mentido.

-Solo fue sexo.

- ¡¿Qué solo fue sexo?! – Dice Eugenia, levantándose de la silla. - ¡No me puedo creer que hayas mentido a Lali, A LALI!

-Lo siento de verdad, pero no quería joder las cosas con ella, me importa de verdad Euge, quiero que funcione lo nuestro.

-Pues con mentiras desde el principio es imposible que algo funcione. – Le dice la rubia, muy sincera.

-En su día sí que me llegó a gustar Alicia, pero nunca pasó nada hasta que llegó mi último día allí, así me di cuenta de que solo fue una cosa de una noche, para los dos, iba tan borracho que ni me acuerdo de lo que pasó. Alicia es solo una amiga, nada más.

- ¿Y Lali? ¿Qué es para ti? – Pregunta Euge, sentándose de nuevo en la silla, más tranquila.

-Lali es... - Peter se para, mientras piensa en ella sonríe. – Es la luz en un lugar oscuro, es esa persona que me complementa, que me hace feliz. Esa persona en que pienso todo el día, estoy deseando que acabe mi turno cada día para llamarla y escuchar su voz, con ganas de quedar con ella a hacer cualquier cosa, escucharla cantar, dormir en sus brazos... Eso es Lali para mí.