17 Ámame hasta que duela🔥💖

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Los ojos pardos se abrieron

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Los ojos pardos se abrieron. La luz ingresó por las ventanas y los pájaros y el bullicio marcaron la llegada de un nuevo día, el último que pasaría en Sudáfrica. Nadia dormía a su lado. Los cabellos caían sobre el rostro de porcelana. Andy se colocó bocabajo y afirmó la mano en puño sobre su mentón. Se detuvo en los rasgos de la chica. Era linda. Más que eso, era amable, buena amiga, valiente, leal. Hubiera sido una gran compañera de vida. Sin embargo, el corazón no es un órgano que se pueda dominar a nuestro antojo, y Andrés no estaba interesado en ella de esa forma, aunque intuía que la chica quiso más que una amistad por años. Eso era agua pasada. Los zafiros azules ya no brillaban del mismo modo cuando reparaban en él. Ella lo quería, pero más bien como un hermano.

Tocó su nariz con la punta del dedo una y otra vez hasta hacer que le diera comezón y tuviera que rascarla y despertara.

—Buenos días, dormilona.

La chica dio un gran bostezo.

—Déjame en paz. Quiero dormir.

—Claro que no. Vístete. Dormirás cuando llegues a Buenos Aires. Hoy quiero que salgamos.

La mujer frunció el ceño.

Andy se volteó en la cama y puso sus brazos detrás de su cabeza.

—No te escuché llegar anoche. ¿Cómo te fue?

—Bueno, he tenido noches mejores.

—¿Qué pasó? ¿El grandote no pudo hacerte venir?

Andy rio ante la ocurrencia.

—Maleducada. Para tu información, biológicamente, los hombres estamos programados para siempre llegar al orgasmo.

—Ya lo sé. Maldita sea, siempre fueron más afortunados que nosotras.

—Como sea. No quise participar en el ménage à trois que había organizado mi querido exnovio.

Nadia se carcajeó.

—¿En serio? Esos dos hombres impresionantes querían hacértelo, ¿y tú te negaste?

—¿Qué? ¿Tú habrías aceptado?

—Esa es una pregunta un poco tonta, ¿no te parece?

Andy rio y se sentó en la cama. Nadia nunca dejaba de sorprenderlo ni tampoco de hacerlo reír.

—Eres una...

—¡No lo soy! Pero solo porque no me han dado la oportunidad de serlo.

—Paciencia, amiga, llegará pronto.

—¿Tú lo crees?

—No te lo diría si no lo creyese.

—Te juro que a veces veo cómo sufres, y la idea no me parece tan agradable...

Andy llevó su cabeza hacia el techo, se desplomó de nuevo en la cama y soltó un gran suspiro.

—El amor es maravilloso. Es descubrir un nuevo mundo. Te llena de vida.

OCÉANO - S.B.O Libro 3 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora