12 Quebrado🌈💖

5K 543 91
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Tres meses transcurrieron desde que Chris se marchó sin decir palabra. Sentado en la playa, Ignacio tenía puesta su camisa, la que se había olvidado, que olía a él y que tontamente jamás lavaría por temor a perder su esencia, su piel. 

Era solo un estúpido trapo, Nacho podía darse cuenta de ello, pero le traía tantos recuerdos, tanto dolor, ese que es capaz de resquebrajar el alma y deshacer un corazón hasta volverlo cenizas.

Todo había sido grandioso. Ignacio nunca se arrepentiría de lo vivido, de amarlo, porque ese era el motor que aún lo hacía respirar y continuar viviendo.

Era enero, temporada alta, por lo que cientos de turistas llegaban a las playas con sus ensordecedores gritos y sus risas. 

Risas... Nacho se había olvidado de lo que significaba. La última sonrisa se la había dado a su verdugo esa noche que hicieron el amor, cuando le dijo: «No importa lo que suceda, tú me has cambiado de mil maneras».

Una enorme figura cubrió el sol, el cual enrojecía su piel. Se sentó a su lado en silencio, como quien acompaña un dolor y lo entiende a la perfección.

—¿Cómo estás?

—Vivo.

Era la única respuesta posible, una que llenaba de congoja también a los que lo rodeaban.

—¿Estás listo para hablar?

—Kellan, ¿de qué quieres hablar? ¿Del abandono de tu hermano? ¿De que no hay rastros de él?

—Sabes, recuerdo el revuelo en mi casa cuando Chris nació. Mi padre estaba eufórico. Yo tenía cinco años y... Virginia era la segunda esposa de papá. Había sido genial conmigo. Siempre me trató como su hijo y jamás hizo diferencias entre nosotros. Me había hablado tanto del hermanito que iba a tener que creo que estaba tan ansioso como papá. —El tono divertido en la voz de Kellan hizo a Ignacio hacer una mueca de ternura—. Bueno, el asunto es que el parto se adelantó. Ella tenía siete meses de embarazo y Chris llegó a nuestras vidas. Nació el 27 de abril de 1994, ¿puedes creerlo? El maldito siempre supo llamar la atención, desde el instante que vino al mundo.

—¿Por qué lo dices?

—Bueno, ese día fueron las primeras elecciones libres en Sudáfrica, la caída del partido nacional, el fin del apartheid, del mundo sudafricano tal y como lo conocíamos, blancos y negros formando parte de lo mismo.

—Vaya, eso es...

—Sí, mi abuelo estaba tan molesto. Odiaba tanto a la gente negra. La aborrecía profundamente.

—¿Tu abuelo fue miembro? —indagó con un atisbo de asombro y curiosidad.

—Sí, lo fue. Contribuía a la causa incluso. Fue miembro del partido nacional desde muy joven. Mi padre siempre estuvo alineado con eso, aunque, por su trabajo y por todo lo que vino después, tuvo que fingir que no compartía esos valores, pero en el fondo es tan hijo de puta como mi abuelo.

OCÉANO - S.B.O Libro 3 (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora