Finale.

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Capítulo 41 FINAL

Dos largos años. No podía creer que llevaba ya dos años sin verlo. Salí del salón de graduados con el título en la mano y los papeles en la otra. No le había avisado a nadie que era mi graduación hoy, pues no quería ver a todos felices y sonrientes por ahí mientras que yo era infeliz desde dos años atrás exactamente. No sé si puedo decir infeliz totalmente, soy demasiado caprichosa como dicen de mí tal vez, pero no tengo lo que en realidad quiero.

Entre mi hermano y yo manejamos de nuevo la empresa de nuestros padres, recuperamos la casa y la pusimos a la venta –demasiados recuerdos-, claro que compramos otra un poco más pequeña para vivir solo los dos, y ampliamos la empresa. Sorpresivamente el ahora está comprometido con una amiga suya –Lea-, yo termine la carrera de diseño y simultáneamente empecé la de administración, me falta un año para recibir ese título.

Ese día, por si se lo preguntan, Louis no me pudo convencer de quedarme a su lado. No quería realmente estar ahí, ni lastimarlo, así que me despedí y empaque mis cosas ese mismo día. Me intentó hablar unas cuantas veces, pero no sabía que era lo correcto, pues por más que dijera que estaba bien con solo ser amigos, sé que tan doloroso es para él, y no estoy dispuesta a hacerme la que no sé lo que siente para estar cómoda en una amistad que solo me beneficia a mí. Creo que he madurado.

Salí seis meses con Mason, un agradable chico de Denver que vino de intercambio, pero no dejaba de compararlo mentalmente con cierta persona rizada de ojos verdes con empresas a nivel internacional. Salí cuatro meses con Pablo, un español –de intercambio también-, hermoso físicamente, con mente de cacahuate, pero hermoso. Me distrajo un rato, pero me aburría, y no evitaba compararlo con cierto empresario de cabello chino café con ojos color esmeralda, trabajador, encantador, serio, seductor, y neto de una persona muy especial para mí. No lo culpo por arruinar mis relaciones, ni lo culpo por no salir de mi cabeza, me culpo a mí por no ser capaz de dejar de pensar en él.

Harry's POV

Dos años.

Pase uno en Los Ángeles, y acabo de regresar del año de trabajo en China. Conocí a Eun See –salí siete meses con ella, y por más que intentaba convencerme que era la indicada, no lo logré-, luego Ashley me visitó –una amiga de LA, pero tampoco funcionó, no era güera-. Por lo menos cumplí la promesa que le hice a Niall. Pero por más que lo intenté no conseguí encontrar a alguien que pudiera parecerse siquiera un poco a la güera inmadura, enojona, impulsiva, imperfecta, valiente, frágil y hermosa de su hermana.

Había logrado duplicar el total de dinero que tenía hacia un año, las ventas y contratos de las empresas habían subido un 20 por ciento, y estaba en cada portada de revista en Asia, Europa, América, con la esperanza de captar su atención. No me importaban las entrevistas, ni las sesiones de fotos, ni las portadas, pero si ella en Malibú tomaba una revista, estaría yo, y no podría olvidarme. No quería que me olvidara.

Al llegar a California, lo primero que hice fue marcarle a Niall, yo había cumplido con mi parte del trato al pie de la letra, y ahora él tendría que hacer lo mismo, a menos que su hermana estuviera casada, o enamorada de alguien que la tratara mejor que yo, o claro, que fuera feliz sin mí. Quería que ella fuera feliz con todo mí ser, deseaba verla sonreír, pero a la vez, pedía por un milagro para que no estuviera con alguien que la hiciera reír.

"Nos vemos en mi casa, mi hermana salió  espero regresé tarde. Te mandó mi ubicación." Al recibir su mensaje no me pude poner más feliz. Él no había olvidado su promesa, y tal vez esa era una señal de la infelicidad de su hermana –algo que me provocaba tristeza, pero alegría por otra parte-.

Durmiendo con el Enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora