Durmiendo con el Enemigo.

La Oportunidad.

Capítulo 9

*NARRA HARRY*

Cuando me di cuenta que Camille se había ido, me di cuenta de la tontería que acababa de cometer, estaba haciendo justo lo que él me hizo, y así no soy yo. 

Alterado, me mire las manos llenas de sangre, y al instante me levanté, para salir tras Cam. 

Salí del bar, y pude distinguir su cabellera dorada a una calle del lugar. Sin dudarlo, corrí para alcanzarla, necesitaba disculparme, o aclararle las cosas, no sé, simplemente quería verla, y hablar con ella. 

—No... No me toques —grito alterada al momento en el que puso mi mano sobre su hombro

—Espera, ¿no crees que tenemos que hablar? 

— ¿De qué Harry? De cómo acabas de golpear a Jace? ¿O que sabías exactamente quién era, y que recuerdas todo lo que paso?

—Está bien, lo admito, se quién eres, y por eso me altero tanto lo que dijiste

— ¿Crees que soy estúpida? Eso ya lo sabía, la pregunta es... Olvídalo, sólo... Vete 

Y al pronunciar esas palabras, se le rompió la voz, y soltó un leve gemido, seguido de unas cuantas lágrimas. Me dolía verla llorar, y más, por mi culpa. 

—No podía decirte que te recordaba, porque no quería tener que pasar por la charla incomoda 

— ¿Incómoda? Me pase tres años intentando localizarte, y cuando por fin te veo, decides ignorarme ¿a qué jugabas? —Pregunto furiosa, borrando cualquier rastro de ternura, o debilidad

— ¿A que jugaba? ¿Yo? Más bien ¿a qué jugabas, y juegas tú? 

— ¿De qué hablas? 

—Por dios, ahora no me vengas con que no sabes. Primero Jace, y después tu amiguito del otro día

— ¿Amiguito? ¿Hablas de Louis? Él no es nada mío, sólo mi amigo

—Pues para ser nada más su amiga, te vi bastante cariñosa

— ¿Y ahora juegas a ser celoso? Estas mal Harold 

—No estoy mal, estoy enojado, y harto de ti. Desde ese día, mi vida no ha sido igual

—Pues sí tan harto estas ¿porque no sólo te largas y desapareces como hace tres años? Pero que esta vez sea para siempre— grito con todo el odio que pudo, viéndome con cara de desprecio

Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, se llevó las manos a la boca, y soltó una exclamación, seguida de una serie de disculpas.

—Tienes razón, me iré, y esta vez para siempre

Ignorando sus suplicas, me di la media vuelta, y salí corriendo hacia el bar.

*NARRA CAMILLE*

No es cierto, ¿que acabo de hacer? Soy una bruta, le dijo  a Harry algo horrible, y nada de lo que haga o diga, haré que me perdone. Por segunda vez, arruine todo. 

Estaba alterada, y hecha un mar de lágrimas, no sabía a quién recurrir, más que a... Saque el teléfono, y rápidamente marque su número. 

— ¿Camille? ¿Pulga que tienes? 

—Louis, ven por mí, te necesito 

—Cálmate bonita, respira y dime en donde estás

Dándole la dirección exacta del bar irlandés, colgué, y espere a que llegara mi mejor amigo.