Capítulo 18
— ¿Estas segura?
—No estoy segura –dude sobre qué hacer, pero después continuo hablando—. No estoy segura, estoy enamorada.
— ¿De, de mí?
—No tonto, del muro de almohadas que pongo cada noche para evitar besarte –pauso—. Obviamente de ti Harry, estoy enamorada.
Reímos y ahí fue cuando me decidí, me incline sobre Camille y la bese suavemente, por el cuello y después por cada milímetro de piel descubierta. Cuando me quite los pantalones, acaricio mi entrepierna y maldije, me levante bruscamente y se quedó petrificada en la cama.
¡Maldita sea! No podía sentir, perdí la sensibilidad en la pierna derecha desde aquella noche, y me desespero no poder reaccionar ante las caricias de la güera. Al verla espantada reaccione y la abrace, ella no tenía la culpa, bueno… En teoría sí, pero se estaba asustando y no era lo que quería lograr.
*NARRA CAMILLE*
En ese momento recordé lo que me había confesado. Gracias a Jace había perdido sensibilidad en la pierna, y todo lo que hiciera seria en vano, no podía sentirlo. Me hinque en la cama y lo abrace por la espalda con fuerza, por mi culpa estaba en esa situación y lo lamentaba de sobremanera. Sus hermosos ojos verdes estaban cristalizados, y estaba más pálido que otras veces, me sentía miserable.
—Lo siento Harold, esto es mi culpa.
—No hablemos de culpas Cam, solo olvidemos esto.
—Perdón.
Ahora fui yo la que no pudo controlar los nervios y rompí en llanto.
—Ven, cariño, ven.
Me acurruque entre sus brazos y lo bese. Quería estar con él, y eso de la pierna no me espantaba ni mucho menos. Me puse encima de él y continúe lo que estaba haciendo. Todo pasó lento y Harry tuvo mucho cuidado conmigo. Acaricie nuevamente su pierna aunque no pudiera darse cuenta, quería que supiera que no me importaba, y que estaba para él. Me deshice de su ropa y con habilidad el de la mía. Fue cariñoso y delicado. Literalmente mi sueño hecho realidad. Mi primera vez había sido con la persona que amaba, y lo mejor es que él había sido paciente y delicado.
—Te amo.
—También te amo Harry.
Cuando terminamos, nos acurrucamos –aun un poco sudados— entre las sabanas, y con sus largos dedos trazo círculos en mi espalda, haciendo que al cabo de un rato terminara profundamente dormida.
Tenía miedo de despertar y no verlo, pero para mi suerte, ahí estaba. A decir verdad, a diferencia de como yo dormía, el sí parecía sacado de revista, con los pómulos perfectamente circulares y la nariz perfilada. Qué horror que yo si babeara, pero tendría que acostumbrarse.
Y así pasamos dos hermosas semanas. Eran de cuento de hadas, Harold y yo íbamos de compras, teníamos cenas románticas, los planes de nuestra boda habían continuado y Gemma había regresado a la casa con Liam. Claro, Ashton también estaba quedándose en la habitación de huéspedes –una de tantas— y nos divertíamos a montones. Harold y yo habíamos tenido relaciones unas cuantas veces y había sido espectacular. Aparte eso no era todo, mi esposo me permitió continuar con mis estudios cosa que me hizo más feliz que todos los regalos de este planeta. En mes y medio me graduaría y podría ejercer y empezar a ganar dinero, tal vez poner mi empresa y ya por fin comprar mi propia ropa y ayudarle un poco a Harry con los gastos, —aunque él se niega a aceptar todo tipo de ayuda económica de mi parte—.
—No, esperen eso no fue lo peor, Liam fue corriendo tras el señor a reclamarle –reí a carcajadas por la historia de Gemma. La contaba una y otra vez, y no me cansaba de escucharla, cuando me llego un mensaje de texto.
“Te veo en mi casa, necesitamos hablar ahora. También tienes que recoger algunas cosas.”
Era Louis. ¡Diablos! Se me había olvidado por completo que me estaba esperando, pero lo que más me saco de onda fue “tienes que recoger algunas cosas” al parecer era evidente que no iba a regresar. Era hora de decirle. No podía seguirlo engañando.
—Entonces… ¿Emocionada por la boda?
—Por supuesto Gemm, hoy llego el vestido de Vera Wang, y todas las invitaciones y dios la joyería tienes que verla… Y las invitaciones a la recepción y…
Harry me dio un besito y reímos. En verdad estaba lo que le sigue de emocionada por la boda, estábamos a tan solo tres semanas… No parábamos Harry y yo de besarnos y hablar de la luna de miel y arreglos y felicidad y toda la cosa. Parecíamos dos niños con juguetes nuevos.
—Estoy demasiado emocionada, me encanto que decidiéramos agrandarla, siempre soñé con una boda de cuento…
—Y te la mereces princesa, soy el hombre más feliz.
—Amo verlos tan felices –murmuro Gemma y me dio la mano—. Gracias por quitarle lo amargado a este hombre, ya le hacía falta.
“En serio Camille, saldré de la ciudad en unos días. Tiene que ser hoy.”
Vaya que los mensajes de Louis eran persistentes, así que decidí responderle:
“Estoy con Harold, al rato paso a tu casa.”
Sin más, continúe divirtiéndome, era perfecta mi vida hasta el momento.
—Amor tengo que salir, ahora regreso.
— ¿Quieres que te acompañe? –pregunto.
—No, es algo que tengo que hacer sola.
Sin decir más le di un beso y le dije que lo amaba, pensé en pedirle a Chad que me llevara pero sería complicar las cosas, solo tome un taxi y le di la dirección de Louis.
“Voy para alla.”
“Te espero en mi departamento Cami.”
Esto iba a ser difícil pero tenía que pedirle que me comprendiera, no podía amarlo como amaba a Harold, y eso no estaba a discusión.
Llegue y para mi sorpresa estaba esperando afuera, tenía una pequeña mochila a su lado y me saque de onda, ¿sabía que le venía a decir? Pague y corrí a su lado, me quede helada cuando me abrazo.
—Lo siento.
—Créeme que yo lo siento más. Lamento que no funcionara –trago saliva y continúo hablando—. Sin embargo tú juraste algo…
—No me hagas cumplirlo Lou, amo a Harold, no te pienso mentir.
Me alboroto el cabello y me tomo en sus brazos, ese era mi mejor amigo, sonriente.
—Te quiero demasiado como para obligarte a hacer algo así.
Por impulso le di un abrazo y le di las gracias, estaba a punto de irme cuando me jalo con fuerza –demasiada, para mi gusto— y me acerco a él. Al estar tan cerca de él me di cuenta que olía demasiado a alcohol, y no quería tener problemas con Louis en ese estado.
—Louis…
—Solo te pido un beso, de despedida.
—Amo a Harry como jamás había amado a nadie –reí al pensar eso, era extraño decir algo de esa magnitud pero era cierto, era la única persona que había realmente amado—. Seria traicionarlo.
—Juraste quedarte a mi lado, es lo mínimo que puedes hacer Camille.
Sonaba desesperado, y mientras más rápido terminara ahí, más rápido me iría con mi esposo. Lo tome de las mejillas y le plante un beso, sin embargo me sujeto de la cintura y me acerco más a él. Pasaron veinte segundos y me separe.
—Lo siento Louis por haberte lastimado, pero a la única persona que le pertenece mi corazón es a Harry –le di un pequeño golpe en el pecho y tome la maleta en mis manos, ansiaba regresar al lado de mi esposo.
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Durmiendo con el Enemigo.
FanfictionCamille y Niall Horan lo tienen todo. Dinero, propiedades, acciones y popularidad. Sin embargo, un evento cambia su vida. Inesperadamente se quedan al cuidado de su nana Stephanie y su sobrino, Harry. Camille hace todo lo posible para humillarlo...