Capítulo 19
*NARRA HAROLD*
Decidí seguir a Cam porque actuaba realmente raro, pero al irme por otro camino llegue unos minutos más tarde a mi destino. ¿La casa de Louis Tomlinson? ¿Qué demonios hacia ella ahí? Me baje furioso del auto y la vi, —supuse que— estaba saliendo del departamento del idiota este, porque traía el cabello despeinado.
Cam lo abrazo y reía mientras hablaban afuera de su casa… Lo que paso después fue lo peor. Camille lo tomo por las mejillas y lo beso. ¿Por qué me estaba haciendo eso? Como no me di cuenta antes. Que estúpido soy, Camille había jugado de nuevo conmigo, únicamente quería mi dinero para salvar a su hermano y recuperar su estatus social, ¿Cómo pensé que se podía enamorar de mí nuevamente?
La muy desgraciada jugó muy bien su papel de niña buena, haciéndome creer que fui el primero en su vida, que estúpido, ingenuo. Por segunda vez caí como tonto en los juegos de Camille, pero era la última vez que esa maldita se burlaba de mí. Ahora se le va a voltear el juego, ella perderá todo lo que alguna vez ha amado y considera importante. No sé cómo puedo odiar algo que amo tanto.
Me subí al auto y maneje de nuevo a la casa. Hecho una furia le pedí a mi hermana, a su esposo y a Ashton que se fueran de la casa y que regresaran hasta el día siguiente en la noche.
— ¿Todo está bien?
—Solo cállate y hazlo Gemma, y no me digan que me controle, solo lárguense y no regresen hasta que les diga.
También les di el día a Joss, a Chad, a Damon el día y cuando todos se fueron descargue mi furia con los muebles. Destroce mi casa de pies a cabeza sin importarme el costo. Podía darme el lujo de destruirla y reconstruirla once veces sin ningún problema económico.
Camille entro y brinco a mis brazos, dándome besos pero la avente, cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando retrocedió un poco asustada.
—Súbete.
Asintió y subió las escaleras, ya sabía que hacer ahora… Tenía que mantener la cabeza fría si quería que las cosas salieran como yo quería. Camille pagaría caro haber jugado conmigo.
Fui al cuarto en el que estaba el vestido de novia de Camille y lo lleve hasta mi cuarto. Ella me miro confusa, pero jamás imagino lo que iba a hacer.
—Que te quede claro Horan… Conmigo nunca, vuelves a jugar.
De un solo tirón rompí la tela, y con unas tijeras repetí el proceso una y otra vez. El vestido que una vez fue de princesa, quedo hecho basura, volaron tiras blancas por todos lados de la habitación. Cam en un intento desesperado se hinco e intento recuperarlos todos para luego juntarlos, y las lágrimas salían a raudales de sus ojos.
— ¿Qué te sucede Harry? ¿Te volviste loco?
Regrese al cuarto por las invitaciones y baje a la cocina, iba a subir, pero Camille ya estaba a mi lado preocupada por lo que fuera a hacer.
Abrí la bolsa y saque una invitación para la pre fiesta y le prendí fuego. Una invitación tras otra las queme y las avente para que se terminaran de consumir en el suelo. Camille estaba hecha un manojo de nervios intentando quitarme las invitaciones.
— ¡Basta! ¿Qué te pasa?
—No me toques Camille.
— ¿Por qué? ¿Qué te sucede Harold?
— ¿Y todavía me lo preguntas idiota?
Admito que hasta yo me quede petrificado. Jamás, literalmente, jamás le había hablado así a Camille, ni con groserías ni con palabras tan fuertes. La güera dejó de llorar y soló una exclamación de horror. No intente remediarlo, no quería verme débil, y mucho menos ahora que me había convertido en un animal por completo al destruir todo de esa manera.
Ahora solo quedaban algunas cosas por quemar.
Fui hasta nuestra recamara y cogí toda la ropa que le compre en las últimas semanas, y la lleve hasta el jardín, al lado de la alberca en donde no había pasto. Corrí al garage –con Camille siguiendo cada uno de mis pasos— y busque el galón de gasolina. La güera no paro de gritarme que dejara de hacer tonterías y llorar histérica.
Sí, minutos después había quemado toda la ropa de mi princesa sin siquiera arrepentirme un poco. Ella estaba no alterada, sino lo que le sigue y perdió por completo el control de su cuerpo y se desmayó.
Maldición, fue mi culpa. Primero corrí a su lado y tome su cabeza entre mis manos, pero después la volví a dejar como estaba, únicamente poniendo un pedazo de tela quemado debajo de su cabeza para que no se lastimar. Ella tendrá que acostumbrarse a vivir así de ahora en adelante. Con cuidado de no pisarla pase sobre su cuerpo y subí a mi recamara. Tenía que hacer dos llamadas antes de tomar un baño.
—Cassandra, buenas tardes, necesito que canceles la boda. Mañana te mando por correo las especificaciones, será algo extremadamente sencillo, de ahora en adelante nada ostentoso.
—Pero… Ya todo está arreglado, faltan pocos días –dijo nerviosa.
—Cassandra todo se cancela he dicho –grite—. Ahora, estate atenta que te mandare un correo mejor dicho en unas horas. ¿Lo puedes hacer si o no?
—Sí, pero…
—Para eso te pago, así que espero que planees con rapidez. Y nada de consentir los caprichos de Camille, desde ahora en adelante ella no tienen ni voz ni voto.
Sin darle oportunidad de hablar, colgué el teléfono y proseguí con mis llamadas.
—Alessandra, manda a un decorador a mi casa ahora mismo. No me importa el precio, también manda a una diseñadora, necesito que traiga ropa de mujer…
— ¿Algo moderno? ¿Para tu esposa? –escuche al otro lado de la línea.
—Sí, es para Camille, pero nada moderno. Quiero que todo sea caro y de marca, pero nada arriba de la rodilla, nada de escotes, nada de colores, ni estampado. Cosas clásicas y aseñoradas. Hoy mismo.
Ahora sí, tome un delicioso baño y al salir me puse unos pantalones grises, una camisa y me serví un vaso con wiski. Por el cristal del comedor vi como Camille estaba despertando, aturdida doblo sus piernas y se froto las sienes.
Me sentía peor que una basura, porque amaba a la mujer que estaba ahí tirada, pero había jugado conmigo más de tres veces, y ya no podría soportar una quinta. Camille me traía loco, pero ella se había aprovechado de eso, ¿Cómo no me di cuenta? Claro, porque estas condenadamente enamorado de ella Styles, por eso imbécil. Pero no más, aunque la ame más que a mi propia vida, va a saber lo que es sufrir, y vivir reprimida.
¿Ella lo quería todo? Perfecto, ahora Camille va a tenerlo todo sin tener absolutamente nada. Viviremos una vida de ricos, sin embargo será bajo mis condiciones, vestirá como a mí me gusta, actuara como yo le indique, asistiremos a cenas aburridas y hará todo lo que yo le diga. Tendrá todo el dinero que siempre ha poseído, pero no podrá usarlo a su antojo. Estará encerrada en una perfecta jaula de oro.
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Durmiendo con el Enemigo.
FanfictionCamille y Niall Horan lo tienen todo. Dinero, propiedades, acciones y popularidad. Sin embargo, un evento cambia su vida. Inesperadamente se quedan al cuidado de su nana Stephanie y su sobrino, Harry. Camille hace todo lo posible para humillarlo...