Durmiendo con el Enemigo.

Noche De Bodas.

Capítulo 23

DIAS DESPUES

—Sé que es difícil cariño, pero tú puedes. Te ves…

—Patética, me veo patética Cassie.

El “gran día de mi boda” era hoy, estaba sentimental por la ausencia de mis padres, estaba nerviosa por lo que iba a hacer, y aparte de todo, Harold decidió arruinarme más el día. De la fiesta enorme que teníamos planeada, termino en una lista de invitados conocidos solo de él, que después del registro civil irían a la casa; mi vestido, de ser un diseño exclusivo y hermoso de Vera Wang, termino siendo uno debajo de la rodilla, manga larga y cuello de tortuga, me hicieron un chongo aseñorado y así fue como pidió Styles que me viera.

—Te ves hermosa Camille, pero no te das cuenta que eres tú, sea lo que sea que te pongas lo luces increíble.

Le di un fuerte abrazo y deje que las lágrimas salieran, al fin, no iba a llevar maquillaje por órdenes de mi esposo. Salió del cuarto, y en lugar entró mi hermano, se veía guapo con su traje, pero esa expresión de horror en su cara me lo decía todo.

—Quiero que me digas la verdad Cam, ¿Qué está pasando con Harry?

—No… No puedo, pero quiero que sepas que eres lo más importante Niall, te quiero mucho.

—Camille habla ya, no puedo seguir viéndote así.

—Niall, basta. Es mejor que dejes de insistir.

— ¡No pienso permitir que te cases hasta que me digas que te pasa! –grito haciendo que mis nervios se fueran al límite. No pude controlar lo que iba a decir, no después de tanto de guardarlo.

— ¡Ya estamos casados! Todo es un maldito arreglo.

Incontrolablemente volví a llorar, ¡que frágil me sentía en esos momentos! Le conté todo, y tuvimos una fuerte discusión. “Todo es mi culpa” decía una y otra vez. Quería decirle que no, pero era cierto. No lo culpaba por mi mala decisión –fui yo la que la tomó—, sin embargo Niall fue el que debía todo ese dinero y puso la vida de todos en riesgo. Me dijo que iba a matar a Harry, después me prohibió casarme, pero tras una larga charla de hermanos le pedí que dejara de meterse en mi vida, y que prometiera que no diría nada.

—Lo prometo, pero Cami…

—Déjalo así.

—Es hora –dijo Gemma interrumpiendo el momento al abrir la puerta.

Me limpie las lágrimas, y antes de irme escuche:

—Gracias… —la voz de Niall se escuchaba débil, pero no iba a darle consuelo. No cuando yo era la que lo necesitaba.

Entramos en el registro civil, y vi una alfombra roja, ¿Qué no Harold había pedido que no hubiera nada de esto? Volteé a ver a Gemma y sonrió débilmente mientras retenía el llanto.

—Descubrí lo que te hizo, y creo que lo que haces por tu hermano es muy noble.

— ¿Fuiste tú? Harold se enojara mucho.

—Lamento haberte juzgado tan pronto, quiero que sepas que no apruebo lo que está haciendo el idiota de mi hermano, pero no puedo hacer mucho, simplemente decirte que te ayudare en lo que necesites.

—Gracias Gemma, gracias.

Se adentró en el cuarto, y me quede sola en el frio pasillo de la delegación. ¡Vaya manera de casarme! Estaba por entrar cuando escuche a alguien  hablarme:

—Te ves hermosa, claro, un poco vieja pero sigues siendo la novia más linda que he visto.

Era Louis.