Si al cerrar Kerem la puerta, Oniria pensaba que por fin se quedaría sola, estaba muy equivocada pues este cerró quedándose él dentro, pronto su rostro serio, propio del capitán pasó a ser el rostro de un chico curioso y preocupado, deseoso de tener verdaderas respuestas, por desgracia, Oniria no tenía ninguna.
-¿No tienes una mínima idea de por qué puedo hacer eso?- le preguntó este acercándose cada vez más y más.
-Kerem, se lo mismo que tú, en serio, tampoco sé de donde provienen mis poderes, lo siento, te entiendo perfectamente pero no tengo respuesta a nada de esto, ni si quiera los dioses lo saben...- se le escapó, rezó porque Kerem no se hubiera percatado de aquel desliz pero no sirvió de nada.
-¿Cómo que los dioses tampoco lo saben?- le preguntó apoyándose en la mesa repleta de todo tipo de papeles mientras Oniria se removía nerviosa sin saber que contestarle.
Finalmente optó por la verdad, al fin y al cabo era Kerem, no conocía a persona más confiable que él.
-Antes de despertar estuvo hablando de nuevo con...el dragón- en aquel momento, toda la atención de Kerem estaba centrada en las palabras de Oniria.
- Intenté preguntarle algunas cosas pero solo conseguí que los dioses se cabreasen con ambos, al parecer no le dejan hablar, por eso...me echaron del mundo onírico cuando me sobrepasé- por alguna razón, que Oniria no comprendió, Kerem comenzó a reírse.
-¿Qué te parece tan divertido?, esto es serio- le preguntó Oniria algo molesta.
-Has conseguido sacar de quicio a los mismísimos dioses con tus preguntas, hasta el punto que has provocado que te echen como si se tratara de una alumna que habla mucho durante las clases- visto de aquella forma si parecía divertido, Oniria sabía de sobra que podía llegar a ser muy insufrible con todas sus preguntas pero siempre quería saber más, aunque así solo lograse enfadar a los dioses, por eso mismo, sonrió un poco junto a Kerem y luego prosiguió.
-El caso es que al dragón se le escapó que los dioses están tan perdidos con mi destino como yo, conocen lo esencial pero aun así...soy una incógnita para ellos, no saben porque...soy como soy- poco a poco Kerem se había puesto más y más serio hasta comprender del todo la situación.
-¿Entonces qué viaje se supone que estamos llevando a cabo?- Oniria se sintió, de repente, tremendamente culpable, había llevado a una tripulación entera a un viaje sin sentido, probablemente con algunos peligros.
-Lo siento Kerem, os he hecho embarcaros en un viaje estúpido en busca de algo que ni si quiera los dioses saben que es...- comenzó a disculparse Oniria pero entonces, el chico la cortó.
-No, yo quise llevar a cabo este viaje y toda la tripulación se presentó voluntaria para ello, no pienses ni por un segundo que nos estas llevando a la perdición ni nada por el estilo, mi tripulación es más que capaz de llevar a cabo todo esto- conforme hablaba se acercaba más y más a Oniria hasta que llegó a coger su rostro, la conocía de sobra como para saber que en aquel momento, dentro de Oniria, se llevaba a cabo una lucha de culpabilidad por todo aquello y que lo mejor era ofrecerle cualquier contacto físico que pudiera tranquilizarla, sin embargo, solo consiguió que el corazón de Oniria se disparase al ver el rostro de Kerem tan cerca del suyo, jamás había estado tan cerca de un chico, mucho menos de un pirata y por alguna razón no podía para de mirar aquellos profundos ojos castaños.
Por suerte para ambos, Kerem supo darse cuenta al instante de que había pasado el límite del espacio personal y se apartó al momento dejando ver cierto tono rosado en sus mejillas, luego siguió hablando como si nada.
-No te culpabilices por algo que nosotros hemos decidido hacer ¿entendido?- terminó diciéndole a Oniria con tono amable, cada vez lo era más, habían pasado muchas cosas juntos y aunque Oniria aún quisiera alargar ese sentimiento de odio que sentía por Kerem, sabía que este ya no existía, la había apoyado en incontables ocasiones y le había demostrado que era un buen chico pese a ser un pirata y haberla capturado, le había enseñado todo sobre su nuevo mundo y la había guiado a la perfección, no podía odiarle.
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Oniria
FantasyAbandonada Perdida Encontrada Así empieza, continúa y termina esta historia.