CAPITULO 33

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Oniria no sabía si estaba soñando, pero no dudó un segundo en abalanzarse sobre los brazos de su hermano mayor, aquel que la había ayudado a huir de aquella isla que ya no era su casa, aquel que la había salvado de aquellos monstruos durante la noche, aquel que la había despedido entre lágrimas.

-Mi hermanita...dios mío, eres tú de verdad – entonces la separó un poco para verla mejor – ¡por todos los santos, estás guapísima, como te ha crecido el pelo y...estás muy morena! – su hermano parecía tener todas las palabras del mundo para ella, sin embargo, Oniria aún no lo creía y le costó un par de minutos más poder decir algo.

- Tu...bueno, tu casi sigues igual...tal vez algo más alto – bromeó esta entonces, Tanner rio.

- Siempre tan amable, después de años ¿solo vas a decirme eso?, tienes que contarme muchas cosas ¿sabes? Puedes empezar explicándome que haces con estos piratas...- pero Tanner no pudo acabar porque entonces Oniria volvió a abalanzarse sobre sus brazos, esta vez llena de lagrimas

- Estás guapísimo yo...te he echado de menos... - soltó entonces haciendo que su hermano se tensase un poco, su hermana nunca había sido de esas que expresaban sus sentimientos cada día.

- Yo también pequeña, yo también -le respondió acariciándole la cabeza con cariño, entonces Anuk y Kerem llegaron a donde ambos se encontraban, no comprendían porque había parado la pelea y mucho menos comprendían porque Oniria abrazaba a aquel chico así que Oniria se separó.

- ¿Qué narices ha pasado?, ¿estás bien Oni? – preguntó entonces Kerem ignorando que hubiera dicho aquel nombre frente a todos al ver que Oniria había llorado, esta asintió rápidamente, no quería causar más problemas.

- Kerem...este es Tanner...es...bueno es mi hermano – entonces Kerem pareció calmarse un poco, aunque no bajó la guardia en ningún momento.

- Ya, ya, sé que no nos parecemos, pero hay una historia detrás de todo...

- Tanner ya lo saben...cállate...este es Kerem, el capitán y Anuk es su segundo de a bordo – los presentó entonces Oniria al ver lo tenso que era el ambiente.

Tanner, como un chico elegante y educado al que habían obligado a ser alargó su mano para saludarles de forma educada y Anuk y Kerem respondieron de la misma forma.

-Entonces, supongo que yo también tendré que hacer algunas presentaciones – entonces hizo acercarse a la chica a la que minutos antes Oniria había amenazado con matarla.

- Ella es Kora, mi esposa, Kora, esta es Oniria, mi hermana pequeña, te he hablado de ella un centenar de veces – Kora era guapa, tenía el pelo rojo, ondulado y recogido en una trenza y sus ojos eran de un verde agua de lo más bonito pero lo increíble fue verla sonreír, era una sonrisa sincera, amable y dulce, pese a que segundos antes su vida hubiera sido amenazada por la hermana de su esposo, justo lo que Tanner merecía.

- Oh, así que tú eres Oniria, Encantada – dijo esta entonces tras un pequeño saludo entre ambas, en el cual, Oniria pudo notar el miedo de la chica.

- Siento lo de la espada... - se disculpó Oniria viendo como tras ella su hermano parecía estar a punto de morirse de la risa.

- Bueno, no es como esperaba conocer al resto de la familia de Tanner, pero sí que es original – aquella chica era magnifica, sin duda Tanner tenía mucha suerte.

- Oye... ¿Por qué no paramos en la isla que hay aquí cerca, es la isla de las tortugas, no sé si la conocerá capitán, pero me gustaría charlar con mi hermana antes de perderla de vista pro a saber cuánto tiempo – Kerem miró primero a Oniria y luego a Anuk, ¿era aquello lógico? Pero cuando vio los ojos suplicantes de Oniria no pudo negarse, Oniria había dejado a su hermano atrás por salvarse ella y era obvio que había mucho de lo que querían hablar, merecían ese momento ya que, tal vez, no hubiera más.

OniriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora