CAPITULO 26

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Oniria no tenía espada, solo poseía su fuerza, que en comparación con el cuerpo fornido de Dannato no era apenas nada así que intentó usar las palabras tras ver que con un golpe suyo no conseguiría gran cosa.

-¿Piensas aprovecharte de mí desventaja?, no tengo espada- le dijo tras otro golpe que apenas lo movió.

-No tengo intención de luchar, aunque me encantaría- dijo sonriente, Estaba completamente loco pero Oniria sabía que si lo hacía bien conseguiría lo que quería.

-Pero yo sí y no pienso parar hasta que uno de los dos muera- justo entonces se agachó para recoger lo único que había visto que podía usar como arma, el objeto que robaba la magia, era puntiagudo por la parte de abajo, tal vez pudiera clavárselo en algún lado si usaba la fuerza suficiente así que echó a correr, esta vez armada y sin verlo venir, Dannato se encontró de repente intentando parar un ataque limpio que no logró esquivar, en menos de un minuto se encontró dolorido, agarrando su pierna derecha en la que Oniria había clavado aquel objeto puntiagudo, la escena era asquerosa pues había clavado tan profundo el objeto que la sangre de la pierna brotaba de forma monstruosa y la piel de alrededor se estaba tornando de un morado extraño muy rápidamente, pero fue aún más horrible presenciar como el pirata sacaba aquello de su pierna y de repente la sangre brotaba como si de una fuente se tratase, no era gran cosa pero lo había herido lo suficiente como para tener algo de ventaja, no podría moverse mucho con la pierna así.

-¡Bruja asquerosa, ahora sí que me has cabreado, pelearé contra ti y te provocaré verdadero dolor pero no te mataré ni te dejaré inconsciente, pienso provocarte muchísimo dolor y espero que lo sientas todo!- gritó completamente ido, acto seguido sacó una daga de su cinturón y se lo lanzó a la chica con verdadera agresividad, tal vez intentando herirla antes de comenzar ninguna batalla pero los reflejos de Oniria eran realmente buenos así que lo recogió en el aire sin esfuerzo.

-A ver cuánto tardas en caer, tu hermana no duró mucho- después de aquello Oniria perdió el control, que aquel monstruo hablara con esa tranquilidad de su hermana, a la que había matado, la volvió loca y atacó sin descanso, la batalla no estaba igualada, la daga era complicada de usar frente a una espada pero podía hacer algo de daño, aprovechaba su baja estatura frente a Dannato para herirle las zonas más bajas a donde no le daba tiempo a llegar, así logró herir hasta en tres ocasiones al pirata, dos en las piernas y una en el estómago, pero nada lo suficiente profundo como para hacerlo caer, en cambio el no paraba de frenar la mayoría de sus estocadas o esquivarla a ella en general y todo era culpa de Oniria, sabía que podía luchar mucho mejor pero se estaba dejando llevar por la rabia por lo que apenas pensaba sus movimientos, simplemente se abalanzaba sobre el pirata como un animal mientras este no paraba de reír, por si fuera poco, el resto de su tripulación había comenzado a llegar y habían hecho un circulo a su alrededor para impedirle huir, estaba completamente atrapada, como un verdadero animal y eso solo le causaba más rabia así que sin pensarlo más hizo uso de su magia, de repente, su mano comenzó a brillar con un intenso brillo azul que hizo remover el ambiente entero, un fuerte aire se levantó como si estuviera llamando a las tormentas del mundo entero, cada vez brillaba más y más provocando que casi todos tuvieran que apartar la mirada, incluso sus ojos comenzaron a brillar como dos grandes bolas de fuego azul, su pelo volaba hacia todos lados debido al fuerte aire lo que le azotaba, y despué,s gritó, fue un grito que dejó sordos durante unos minutos a todos los presentes, fue demasiado grave como para ser un grito humano, era demasiado extraño para ser el grito de una chica pero nadie se detuvo a comprender aquel grito monstruoso pues entonces un fuerte rayo cayó sobre Dannato sin previo aviso, el ambiente entero se electrificó y a todos se le pusieron los pelos de punta, frente a Oniria solo había una enorme nube de humo negra que echaba un desagradable olor a piel quemada pero cuando la nube se disipó Oniria se quedó de piedra.

OniriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora