꧁Cap. 5꧂

389 38 2
                                    

¿Por qué Yaoyorozu no se encontraba en su cama? Y lo má importante, ¿Por qué seguía en su habitación esperándola? Esas eran las preguntas que inundaban la mente de Shoto mientras se encontraba en la habitación de la joven en plena madrugada tratando de asimilar que ella no se encontraba ahí. Contemplaba su cama vacía y sentía una extraña sensación de vació inundando su pecho. ¿Por qué sentía aquella sensación al pensar que ella había huído de él? ¿Ella había descubierto lo que él temía que descubriese y se había ido para nunca volver?

Shoto tocaba las sábanas blancas de la cama donde Momo solía dormir mientras mantenía un rostro duro e impenetrable. ¿Por fín había descubierto lo que era? Pensaba constantemente mientras de su mano comenzaba a emerger ciertos rastros de hielo y antes que se diera cuenta, poco a poco las paredes se cubrieron de escarcha junto con el resto de la habitación a tal punto de ver las partículas de polvo que flotaban a través de la habitación hechas hielo en un solo parpadear.

Shoto no podía asimilar lo que sentía. Sentía una combinación tan inusual de emociones por la partida de Momo que simplemente eran tan extrañas para él como la vida misma. Sentía tristeza; tristeza por imaginar el nunca volver a ver aquella hermosa mirada sin ningún rastro de temor perteneciente a la bella joven de cabellos de cuervo, sentía furia; furia consigo mismo por ser lo que era y por lo que será por siempre, sentía un profundo vació; un vació que lo única que hacía es hacerlo sentir aún más aquellos dos sentimientos en su ser. no podía comprender por qué sentía todo aquello por aquella joven pelinegra pero fuese lo que fuese, ya no valía la pena perder el tiempo pensando aquello, ella jamás volvería o... eso es lo que Shoto pensaba.

(...)

Momo se encontraba tan nerviosa que apenas podía mantener el temblor de su cuerpo bajo control.

Era la primera vez que irrumpía y maltrataba propiedad pública con tal de conseguir algo que ella quería, pero, todo aquello era necesario para encontrar a Shoto y no pararía hasta encontrar el santuario donde se escondía la bestia y rebelar si era real o no.

—De acuerdo, ya estamos aquí— anunció Kirishima estacionando la camioneta en frente del alambrado que dividía el jardín con el bosque.

Momo suspiró y bajo de la camioneta junto con los demás para poder comenzar con su travesía.

Kirishima había tomado prestadas un par de palas y algunas linternas de la empresa de materiales de construcción donde trabaja para poder buscar entre la oscuridad de la noche y excavar en el jardín de la escuela por si acaso encontraban algo. Las terminó dividiendo entre todos los presentes para comenzar con la búsqueda.

Kaminari hizo un agujero en el alambrado de la institución para permitir el acceso al jardín de la escuela y cuando finalmente todos estuvieron adentro, Momo finalmente dijo:

—De acuerdo, nos dividiremos en dos grupos. Kirishima y Kaminari se quedarán aquí para hacer guardia mientras nosotras nos internamos en el bosque para comenzar a buscar el mapa.

—Esta bien, pero, no tarden mucho. Este lugar me da mal espina— dijo Kaminari observando a su alrededor con cierto temor en su mirada.

—¿Qué? ¿Le tienes miedo a la oscuridad, Kaminari?— preguntó Jirou con una sonrisa burlona.

—¡C-Claro que no, Jirou!— se defendió Kaminari pero sin lograr modular el temblor en su voz por el miedo que sentía.

—¡Vamos, Kaminari! Aquí pasaste cuatro años de tui adolescencia así que no me salgas con eso que te da miedo, idiota— dijo Jirou comenzando a internarse en el bosque de la institución seguida de Momo y Mina dejando tras de si a los hombres.

"轟" (Shoto) La Bestia de Hielo y Fuego (Todomomo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora