"轟" (Shoto) La Bestia de Hielo y Fuego (Todomomo)

꧁Cap. 13꧂

Después de 4 horas de viaje, la noche los había alcanzado a todos los que se encontraban en la camioneta. Mina, Kaminari y Momo se había quedado dormidos en la parte trasera del auto, Jirou tenía sus audírcurales puestos a todo volumen mientras observaba el paisaje nocturno a trevés de la ventana mientras que Shoto y Kirishima se encontraban en la parte de enfrente aún despiertos, el pelirrojo por obligación y el bicolor por interés.

Nunca había visto pasar los arboles a su alrededor tan rápidamente como los veía ahora además de ver con una gran admiración y detenimiento por el parabrisas del auto las luces de la camioneta alumbrar el camino con tanto esplendor. Todo aquello era nuevo para él y ahora comprendía que el mundo había seguido sin él, que había evolucionado dejandolo a él en el olvido de una época que ya no existía.

Cuando había visto la camioneta, se había quedado extrañado de no ver caballos o alguna persona que jalara de él y al momento de subir y escuchar como el motor arrancaba y comenzaba a andar sin ayuda de nadie, se sorprendido de gran manera pensando que era algún tipo de magia que él no conocía.

Cuando pararon en una gasolinera para comprar comida y llenar el tanque de la camioneta, Momo le explico de la manera más dulce y entretenida posible por las preguntas y reacciones que le planteaba el bicolor que no era magia, solo ciencia que el hombre había descubierto hace al menos un siglo atrás sorprendiendo nuevamente a Shoto. ¿Cuanto se había perdido del mundo desde su autoreclutamiento hace dos siglos atrás? Recordaba haberlo dicho inconsientemente frente a Momo haciendo que ella se riera dulcemente pero sin contestarle aquella interrogante que tanto le preocupaba.

De pronto, la voz del pelirrojo lo saco de su encimismación y volteandose a él, observó la sonrisa de tiburón que se encontraba en su rostro mientras lo miraba levemente pero sin apartar la vista del camino.

—Parece que a cada minuto estas más sorprendido por el mundo, ¿qué, acaso nunca lo habías visto?— preguntó Kirishima sin borrar su sonrisa.

Shoto dudó en contestar pero finalmente dijo mirando al pelirrojo con una mirada seria:

—Hace mucho tiempo que no salía de mi encierro que simplemente, se me había olvidado como es estar aquí afuera— dijo Shoto para nuevamente mirar hacia el frente mirando el camino iluminado por los faroles del auto.

Kirishima soltó una carcajada para después decir:

—Tú si que eres raro pero, no lo suficiente para no encajar en nuestro grupo— dijo Kirishima sin apartar la mirada del camino.

Cuando notó que no hubo respuesta por parte del bicolor, ni un solo cambió en su rostro inexpresivo, suspiro y dijo con algo de pena:

—Lamento... si Mina te hizo sentir incomodo al igual que yo. Ella normalmente se lanza a los brazos de cualquier hombre cuando yo no le hago caso solo para provocarme celos y yo... termino siguiéndole el juego para evitar que se enoje. ¡Nunca has visto a Mina enojada! ¡Es como un demonio! Una vez me aventó un florero a la cabeza haciéndome esta pequeña cicatriz en mi ojo solo por encontrarme abrazado con otra chica que resultó ser mi prima que venía a quedarse a mi casa por algunos días mientras encontraba apartamento en Osaka. Ella se sintió tan arrepentida que ella misma me costuró la herida en mi ojo pero no nos hablamos durante un par de días hasta que finalmente le dije que me disculpara por no avisarle quien era la chica. ¿Te digo un consejo de hombre a hombre? Nunca culpes a tú chica de haber hecho algo mal, ellas lo odian y terminas empeorando la situación más de lo necesario— Shoto solamente escuchaba asintiendo de vez en cuando con su cabeza sin cambiar su rostro inexplesivo fingiendo comprender lo que el pelirrojo decía.

Jamás había tenido una conversación así con un humano y le parecía tan extraño que ni siquiera sabía que contestar.

—¿Y tú? ¿Cómo te conocistes con Yaoyorozu? Supongo que en una de esas fiestas de alta sociedad que ustedes los ricos están tan acostumbrados a ir— dijo Kirishima recordando las telenovelas que Mina le había obligado a ver desde que había comenzado a salir.