• Capítulo 20

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Conforme los días transcurrían, las cosas se sentían demasiado amenas. Después de ese tiempo, TaeHyung se había acostumbrado a la vida que tenía ahora; las clases, la rutina, las personas con las que convivía, todo estaba bien.

Incluso las cosas con Jeon JungKook habían mejorado considerablemente.

—¿Tardará mucho en llegar?

TaeHyung mira la hora en su reloj y niega dudosamente.

—No lo sé, no lo he podido contactar —murmura levantando la mirada, observando el jardín del campus—. Puede que se le haya apagado su teléfono celular

—Bueno, no puedo esperar despierto a tu amado Kim

Jung Hoseok se deja caer en el verde pasto bajo la sombra de un árbol. TaeHyung observa a su amigo y sonríe al saber que las cosas iban bien con él. Pero no puede evitar sentirse extraño cada que Hoseok mencionada a Jeon JungKook y lo llamaba su amado.

Si bien, la relación con JungKook era muy agradable, algo en su interior le hacía sentir una especie de incomodidad al estar tan cerca del peligris. No quería averiguar qué era lo que le causaba aquello, y tal vez tampoco era algo tan complicado de saber, pero no deseaba aceptar nada.

TaeHyung suspira y observa a los estudiantes que caminan vagando mientras las clases iniciaban.

De pronto, su mirada se posa sobre la brillante cabellera platinada de Jeon JungKook; el chico salía de los sanitarios a paso lento. TaeHyung tuvo el impulso de gritarle para que lo acompañara en ese rato, pero detuvo su accionar cuando confundido notó alguna clase de tristeza en el peligris.

—Debo irme, te veo al rato —murmuró el castaño a Hoseok

El pelinegro soltó un sonido de afirmación al sentirse a punto de dormir, TaeHyung se levantó de inmediato y comenzó a caminar hacia JungKook. Jeon caminaba cabizbajo hacia los edificios que daban con la salida de la universidad, a leguas se notaba que algo andaba mal con él.

Era preocupante sin duda, puesto que en todas esas semanas en las que había conocido al de cabellos plata jamás lo había visto siquiera desanimado.

Cada vez se acercaba un poco más al chico, TaeHyung levantó su mano y la estiró hacia la sudadera oscura de JungKook para tocarla, y como si el peligris notara la presencia del más alto, detiene su caminar.

—JungKook

La voz calma de TaeHyung suena en un susurro mientras se detiene al igual que JungKook. Espera con paciencia y preocupación a que el chico gire a verlo, y cuando lo hace, su corazón se aflige dolorosamente

—Tae...

JungKook levanta su mirada y observa con lágrimas en sus ojos al castaño, su labio tiembla y no puede evitar soltarse a llorar con más fuerza al observar a TaeHyung.

—¿Qué sucede? —cuestiona TaeHyung con angustia—. ¿Por qué estás así?

—No es nada... yo solo, no quiero hablar ahora

JungKook desvía su mirada, está por girarse para seguir su camino y evitar a TaeHyung cuando el más alto toma su muñeca para detenerlo.

—¡No me toques!

JungKook se queja con dolor y levanta su brazo para alejarlo de TaeHyung, pero cuando el castaño está por soltarlo, observa con detenimiento la mano del peligris.

—Jeon, ¿qué demonios es esto?

—¡Suéltame!

—¡¿Qué hiciste JungKook?!

Mitos y leyendas.  [ TaeKook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora