Mitos y leyendas. [ TaeKook ]

• Capítulo 36.

El nudo en su garganta le impide decir algo más cuando observa frente a él a Kim TaeHyung, mirándolo con una enorme seriedad.

—Tae... TaeHyung —logra soltar JungKook con temor

Kim TaeHyung mantiene su mirada fija en el rostro de Jeon JungKook; mira su cabello que ha cambiado nuevamente de color y corte, observa los piercings en sus orejas y los lunares nuevos. Después, observa con recelo sus labios, están ligeramente rosados.

—¿Qué haces aquí? 

Su mente vuelve al momento presente cuando escucha la pregunta temerosa de Jeon JungKook, inhala profundamente y posa su mirada en el chico detrás de JungKook, haciendo palidecer a Lee JaeSo.

—No me mires así Kim —pide JaeSo entre pequeñas risas, levantando sus manos burlón—. Admito que no esperaba que supieras de esto ahora, pero creo que se deben aclarar muchas cosas, ¿no lo crees tú?

—¡No es lo que crees TaeHyung! —grita JungKook preocupado, dando un paso corto hacia el castaño—. No pasa nada entre nosotros

—¡Deja de darle explicaciones como si fueras tú quién ha estado ocultando algo! —espeta JaeSo hacia JungKook—. ¿Por qué mejor no le preguntas a TaeHyung con quién está pasando el día de hoy?

JungKook frunce sus cejas confundido cuando termina de escuchar lo que dice Lee JaeSo. Gira su cabeza y observa la firmeza con la que JaeSo mira a TaeHyung, después, vuelve su mirada hacia Kim TaeHyung, y se sorprende al notar la expresión nerviosa del de cabellos oscuros.

—¿De... de qué habla Kim? —cuestiona JungKook con verdadera duda

Kim TaeHyung parpadea un par de veces antes de soltar aire con fuerza, desviando su mirada hacia otro lugar. Jeon JungKook cubre su boca y niega al sentir que le hace falta el aire. Las voces del libro vuelven a hacer bullicio mientras JungKook mira hacia la nada, intentando comprender lo que ahora sabía.

—Quiero escucharlo... —susurra JungKook al quitar las manos de su boca, sus lágrimas le nublan la vista, pero logra observar cómo TaeHyung niega sin mirarlo—. ¡Maldita sea, mírame a los ojos!

El frío hiela su piel, su corazón duele y sus piernas tiemblan. TaeHyung traga saliva y decide mirar con seriedad a Jeon JungKook.

—¿Quieres saberlo todo? Bien, te lo mostraré

—¡Kim!

Jeon JungKook siente que el tiempo pasa en cámara lenta cuando escucha los gritos de Lee JaeSo alejarse. No logra reaccionar completamente cuando se da cuenta que TaeHyung lo había tomado con fuerza de la muñeca y lo arrastraba hacia la biblioteca de la ciudad. Sus lágrimas se secan mientras intenta no caer por la rapidez y brusquedad con que el castaño lo lleva al edificio. El tiempo sigue siendo lento cuando le pide a TaeHyung soltarlo, el mayor hace caso omiso, no lo mira.

JungKook levanta la mirada y observa la espalda del otro, intenta detenerse y zafarse del agarre sin ningún éxito y escucha en tono bajo las voces del libro. 

Finalmente, TaeHyung se detiene frente a las escaleras que llevan a la entrada de la biblioteca, suelta el brazo de Jeon JungKook y se gira para encararlo con aspereza, y el tiempo vuelve a su ritmo normal.

—¿Por qué estabas con JaeSo? —cuestiona TaeHyung con extraña calma, en voz baja—. ¿Por qué te besaba?

Jeon JungKook mira el piso debajo de él, sus ojos intentan buscar la respuesta a sus dudas, siente que su cuerpo no reacciona y las palabras se le han ido.

—¿JungKook?

El nombrado levanta su mirada desorientada hacia TaeHyung, quien lo mira con duda.

—Quiero saberlo todo TaeHyung —murmura JungKook con firmeza—. Dime la verdad