El día extrañamente estaba muy a su favor; no había tráfico, llegaba temprano a la clase, su trabajo escolar había sido seleccionado para muestra a los semestres inferiores e incluso, un compañero suyo le había dado una edición de cómic limitada porque le sobraba, curiosamente, la faltante de su colección.
Y eso le daba temor.
Muchas veces había escuchado aquel extraño mito (aunque quizás no era un mito) de que si las cosas marchaban a la perfección antes de hacer algo importante, tal vez aquello no saldría bien.
Era como si el universo compensara lo malo que te sucedería con cosas buenas en tu día.
TaeHyung no creía en mitos, pero algo en su interior molestaba a cada momento; un presentimiento, y no le daba buena espina.
—¿A dónde vas Jung?
Al salir de su aula, TaeHyung notó a su amigo caminar como si fuera un paranoico buscando a su acechador por los alrededores de la escuela.
—¡Hoseok!
El chico pelinegro dio un respingo en cuanto la mano de TaeHyung lo toma del brazo y detiene su paso. Su expresión indicaba que se sentía perdido y completamente preocupado.
—¿Qué sucede Jung? —pregunta TaeHyung confundido
—Ah yo... ¿has visto a Lee pasar por aquí?
—Creí que estaría en la cafetería a esta hora —responde el castaño con desconcierto
—No está ahí, y no responde su teléfono —susurra Hoseok, buscando desesperadamente con su mirada al chico
—Nada malo está pasando —intenta calmar Kim TaeHyung—. Seguramente está paseando por ahí
—Kim... tengo un mal presentimiento desde la mañana, debe ser ridículo, ¿no?
El corazón de TaeHyung se encoge repentinamente al saber que su amigo tenía el mismo sentir que él. Su mirada se pasa entre unos cuantos compañeros de clase que caminan detrás de ellos, ambos respiran con pesadez mientras intentan decir algo más.
—JungKook tal vez sepa dónde está —dice TaeHyung, dudando—. Está en la biblioteca, vamos
—No Kim, tú le dirás...
—Yo también quiero disipar ese mal presentimiento, ¿bien? —sonríe el castaño
Jung Hoseok asiente y apenas sonríe con ganas, ambos caminan con una extraña prisa hacia la biblioteca de la escuela.
Siempre había muchos alumnos por todo el campus; siempre eran muchas personas alrededor. Sin embargo, ese día no era así; la escuela parecía medianamente abandonada.
Un par de alumnos apenas caminaban por los senderos de la universidad.
—¿No te parece un poco raro esto? —murmura Hoseok a su lado, agitado—. No es que yo crea en los mitos, pero desde la mañana todo ha salido muy bien
—Como si tuvieras tanta suerte que ganarías la lotería —suelta TaeHyung, estremeciéndose
Hoseok no dice nada, tampoco le gusta aquello que siente en su interior.
Finalmente la biblioteca se encuentra frente a ellos dos, ahí sí había un poco más de alumnos aunque no los muchos como de costumbre. Kim TaeHyung camina con rapidez para ingresar al espacio y buscar lo más pronto posible a Yoon JungKook.
Y cuando pasan un par de minutos en los que busca, se rinde.
No estaba ahí.
—¿Ninguno de los dos está? —pregunta su amigo pelinegro desde atrás
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Mitos y leyendas. [ TaeKook ]
Hayran Kurgu《 Cuenta la leyenda que existe un libro en la biblioteca más grande de Seúl; libro cuyo misterio recae en que nadie lo puede encontrar. Se dice que si el libro llega a ti, tendrás el poder de hacer realidad la ficción, pero nadie ha tenido éxito al...