• Capítulo 25

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—¿Estás seguro de esto Kim? —pregunta con una ligera preocupación y duda

—Sí... —murmura, aguantando aire en sus pulmones—. Puedo hacerlo...

La mirada preocupada de Jeon JungKook mira el rostro pálido de Kim TaeHyung; ambos chicos vestían de colores lilas en sus sudaderas, pantalones oscuros y un par de diademas de a juego con antenas de alienígenas. Eran casi las 7 de la tarde, estaba soleado todavía y el aire era lo suficientemente fresco para disfrutar del clima; ambos chicos se encontraban formados en una fila dentro de un parque de diversiones cerca de su departamento. 

—Kim, de verdad, no tienes que hacer esto si no te sientes bien 

La mirada temblorosa del mayor, que posaba sobre el rostro del peligris, se dirige hacia el inicio de la fila, mira a una pareja de un chico y una chica subirse a aquella "rueda de hámster" mientras eran asegurados. TaeHyung mordió su labio inferior con nerviosismo y temor cuando miró a los trabajadores alejarse con rapidez y, en un segundo, aquella rueda salió disparada hacia arriba, a unos 10 o 15 metros del suelo. Los gritos de la mujer lo hicieron palidecer aún más de lo que ya lo hacía para luego desviar su mirada y tomar aire discretamente, queriendo disimular inútilmente su miedo. Solamente 6 duplas más y ellos serían los siguientes.

—En serio TaeHyung, no te ves bien —indica JungKook demasiado preocupado hasta este punto—. Es nuestra cita, no quiero que la pases mal por mi culpa

—Hey, no digas que será culpa tuya Jeon —susurra el castaño, inhalando aire después de ver a la chica saltar de alegría al bajar del juego—. De verdad quiero subir contigo, quiero que te diviertas tanto como puedas, es solo que jamás he subido a ningún juego mecánico, ni siquiera al carrusel desde que era un niño

Una dulce sonrisa se dibuja en el rostro de Jeon JungKook, el peligris se acomoda su diadema de antenas verdes y se acerca un poco más al cuerpo del mayor, colocándose frente a él.

—Te lo agradezco TaeHyung —murmura muy bajo, mirando sus ojos y llevando sus manos hasta la diadema del mayor para fingir que le ayudaba a acomodar aquel accesorio—. Estoy aquí contigo, pero si sientes que no puedes hacerlo, dímelo por favor

TaeHyung siente que recupera sus fuerzas al observar tan cerca de él el rostro del más chico, JungKook tarda en jugar con su diadema y no puede evitar mirar los labios del peligris. 

—Haré esto contigo —suelta TaeHyung un poco más bajo—. Así que no te preocupes más por mí 

—Siempre me preocuparé por ti Tae...

Observando cómo el rojo pinta el rostro y las orejas de Jeon JungKook, TaeHyung intenta decir algo cuando el peligris, en un movimiento muy rápido, deposita un beso fugaz en sus labios. Aquello dura apenas un segundo cuando JungKook deja la diadema y se gira para darle la espalda a TaeHyung, estando delante de él en la fila. 

El castaño no puede dar créditos a lo que acaba de presenciar. Sus labios cosquillean y su rostro se siente tibio pese a saber que él no se sonrojaba con tanta facilidad; una sonrisa enorme hace que sus dientes se asomen con una increíble euforia. Jeon JungKook lo había besado en público, aunque para su bien deseaba que nadie hubiera visto aquello, no podía evitar que su corazón latiera con velocidad. 

—Escondes más de lo que creí conocer sobre ti, Jeon JungKook

Aquellas palabras murmuradas en bajo y cerca de su nuca le causaron escalofríos en su toda su columna, JungKook sonrió tímidamente mientras se aseguraba de que nadie observara aquella escena donde él se mantenía de pie y Kim TaeHyung recargaba su frente en el cuello del más chico detrás de él. 

Mitos y leyendas.  [ TaeKook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora