• Capítulo 34.

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Su cabello oscuro le cubría ligeramente la vista, sus manos jugaban nerviosas entre sí y sus piernas se doblaban y se acercaban a su pecho mientras permanecía sentado en la cama. Eran aproximadamente las 8:30 de la mañana cuando Jeon JungKook había despertado para notar la ausencia de su novio castaño. 

La enorme sudadera negra que usaba le hacía sentir que apenas era una delgada tela sobre su cuerpo, tenía mucho frío, o quizás, estaba demasiado nervioso. Seguía mirando con duda el mensaje que le había llegado a su teléfono celular hacía unos cuantos minutos.

Era Lee JaeSo. Pidiendo su respuesta a la propuesta que le había hecho el día anterior.

JungKook no quería tener una cita con ese chico, es decir, tenía novio, y amaba a Kim TaeHyung sin importar nada. Pero no podía dejar de pensar en las palabras de JaeSo y en aquello que supuestamente sería tan valioso para él.

Y es que, no podía ignorar su propuesta, pues a pesar de haberlo evitado por todo ese tiempo, el libro del que provenía le había estado advirtiendo cosas ininteligibles. Le había estado llamando desesperadamente hasta que, abrumado por los susurros, tomó el libro durante la madrugada. Había dejado a TaeHyung dormido para salir a la sala y tomar entre sus manos aquel libro.

"Cumple tu función", se había escrito en las primeras líneas de la página que JungKook abrió.

"Un problema surgió cuando la magia sucedió; debes cumplir con tu destino y arreglar el mal que se ha entrometido".

Tal vez había podido entender tiempo atrás lo que el libro quería decir, pero ya no podía hacerlo. El libro se había vuelto un enigma para él; sus acertijos, sus condiciones, incluso el lenguaje que usaba comenzaba a serle extraño sin saber el por qué. 

¿Acaso él mismo había cambiado conforme vivía en la realidad?

No lo sabía, y tal vez tampoco deseaba saberlo. Pero a pesar de todas las palabras que el libro había intentando expresar, las últimas que había escrito fueron demasiado claras.

"Recibe la información que te han de dar, incluso si con eso algo debes sacrificar".

JungKook tenía demasiado claro lo que debía hacer; incluso si no lo quería, no importaba. Al final, él seguía siendo parte del libro y ese había sido su destino.

Una llamada entrante hizo vibrar su teléfono celular sobre la cama, JungKook tomó aquel dispositivo y miró el nombre de quien le llamaba: Lee JaeSo. Resignado a saber lo que tenía que hacer, acepta la llamada, soltando un suspiro.

Hey, JungKook, ¿cómo estás?

—Bien, supongo —murmura el pelinegro a través del micrófono, soltando aire—. ¿Por qué me llamas a esta hora?

Sinceramente no creí que estuvieras despierto ya, pero imagino el por qué —susurra JaeSo, riendo por lo bajo desde el otro lado de la línea—. ¿Ya pensaste en mi propuesta?

JungKook cierra sus ojos y maldice en su mente por tener que seguir el juego de aquel joven hombre, intenta tomar aire para armarse de valentía y decisión, y abre los ojos, asintiendo de manera inconsciente.

—Sí... yo, acepto —suelta con pesar, mirando hacia la ventana de la habitación—. Sólo será una cita, ¿no es así?

Puede ser —murmulla JaeSo, riendo—. Aunque nunca se sabe qué pueda pasar después de una primera cita



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Mitos y leyendas.  [ TaeKook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora