Mitos y leyendas. [ TaeKook ]

• Capítulo 1.

Hace algunos años, siendo apenas un niño, Kim TaeHyung escuchó la leyenda del libro escondido en la biblioteca de Seúl.

El pequeño niño, risueño y encantador, vivía en Daegu, a las afueras de la ciudad.

Asombrado escuchó el relato, y con la inocencia que lo marcaba, creyó que algún día podría buscar ese libro. Creyó tiernamente que él era el elegido.

Al pasar los años, su plan de vida incluía mudarse a la gran ciudad del país.

Sus padres orgullosos le animaban a seguir sus sueños; asegurándole que la leyenda era cierta porque deseaban que estudiara en Seúl.

Pero la vida no siempre es color de rosa.

Siendo todavía tan pequeño e ingenuo, contó sus planes de aventura a sus compañeros del colegio; cruelmente se burlaron de él, asegurando que jamás sería alguien digno de un libro así.

No era nadie, decían ellos.

Todos se burlaban del pequeño niño; de su tonto sueño (porque ellos decían que era tonto) y de la ingenuidad que poseía. Cada día, los niños colocaban dibujos en su casillero.

Dibujos de hadas, unicornios, dragones y más criaturas mitológicas existentes.

Lo señalaban como a un niño que creía en todos los mitos, en todo lo que no existe.

Y eso lo cambió.

Se volvió un chico frío y cerrado. No era tímido ni hostil, pero era tan solitario como un lobo estepario.

Con el pasar de los años, Kim TaeHyung pudo graduarse con felicidad y orgullo.

Ganándose un lugar en la universidad de Seúl, en la carrera de diseño gráfico. Se preparó para un enorme cambio en su vida; se iría a vivir a la gran ciudad.

No hubo tanto llanto ni despedidas, TaeHyung nunca tuvo amigos por los cuales lamentarse al dejar.

Solamente sus padres estaban con él, y eso era suficiente.

Para ese entonces, Kim TaeHyung jamás volvió a creer en nada de lo que las leyendas decían. Sorpresivamente, chicos y chicas de la universidad creían que ese libro de verdad existía.

Muchos afirmaban que lo vieron, muchos negaban que era peligroso.

Pero todos coincidían en que era real.

TaeHyung nunca hizo comentario alguno, nunca expuso su incredulidad hacia ese mito.

Porque eso era para él, un mito.

Y quizá sí lo era... o quizás, no.

De cualquier forma, Kim TaeHyung se esmeró día con día para ser un buen estudiante en la carrera de diseño.

Su vida, para la mayoría era un misterio; no tenía casi amigos, no salía de fiesta, y nunca se le veía sonreír. Y es que simplemente, no tenía motivos para hacerlo.

—¿Sigues esperando por el libro?

Una pequeña mueca que intentaba simular una sonrisa apareció en el rostro de TaeHyung.

Eran las 5 de la tarde de aquel viernes.

Y estaba en la biblioteca de su escuela.

—Te gusta mucho aquel autor... ¿quién es? —cuestionó la mujer bibliotecaria

—Es Gabriel García Márquez —respondió simple—. Mi profesor cree que es interesante, leer historias que originalmente fueron escritas en otros idiomas... coincido con él