• Capítulo 38.

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Caminando con pereza hacia la entrada principal, Jeon JungKook dejó de atormentarse con todos los pensamientos que lo invadían después de poner en manos de Kim TaeHyung el destino de su existencia.

Siguió escuchando el timbre hasta que finalmente se colocó detrás de la puerta.

No quería abrir, no quería ver a quien sea que estuviera detrás de aquella enorme puerta de madera oscura. Por un momento, pensó que lo mejor sería dejar sonar el timbre e irse a acostar nuevamente, esperando a que TaeHyung tomase la decisión al fin.

Sí. Quizás era lo mejor.

Decidido, Jeon JungKook se dio media vuelta y comenzó a caminar por la sala para volver a la habitación, pero de pronto, el sonido del timbre se convirtió en un insistente golpeteo contra la puerta. Y luego, una voz.

—¡Jeon, soy yo, abre la puerta por favor!

—Hoseok...

Extrañado por la manera en la que gritaba aquel chico, caminó hasta la puerta y se asomó por la mirilla; Jung Hoseok se veía agotado, sudaba, y miraba desesperado por todos lados.

—¡JungKook, déjame hablar contigo!

El nombrado cerró sus ojos por un momento, dejó salir aire con pesadez y finalmente tomó la manija de la puerta para abrirla.

—¿Qué sucede? —preguntó JungKook sin rodeos al mirar a Jung Hoseok, sin gastar el tiempo en banalidades como lo era el saludar

—¿Puedo pasar? —Hoseok sonrió con alivio y respiró con tranquilidad

JungKook solamente asintió y se hizo a un lado para dejar pasar a Jung Hoseok. El chico de cabello colorado entró con calma, aunque en su aura se notaba la ansiedad que lo había hecho correr hasta ese lugar.

—Perdona Jeon, yo... tengo la culpa de lo que ha pasado

—¿De qué estás hablando? —JungKook frunce su ceño y camina hasta la mitad de la sala para colocarse frente a Hoseok—. ¿Exactamente qué sería tu culpa?

—Jeon, yo sabía lo que hacía Kim TaeHyung, lo supe desde que comenzó a verse con Yoon

Los ojos de Jeon JungKook se abren con sorpresa por un momento, sin embargo, decide sonreír y asentir con resignación después.

—Es tu amigo después de todo, ¿por qué habrías dicho algo sobre eso?

—Porque sé que está mal todo eso, lo sé... esto, no debió de haber sucedido

—¿A qué te refieres...?

Hoseok comienza a caminar en círculos con desesperación, piensa una y otra vez lo que iba a decir, y vuelve a mirar a JungKook.

—¿Sabes? Me parece increíble —murmura Hoseok soltando una risa—. Incluso en esta realidad, sigo sintiendo algo por JaeSo

Las palabras se quedan atoradas en su garganta, Jeon JungKook está completamente atónito ante las palabras tranquilas de Jung Hoseok y su sonrisa irónica.

—¿Acaso tú...?

—Recuerdo perfectamente el momento en el que me golpearon violentamente cuando intenté proteger la verdad de Kim TaeHyung —Hoseok sonríe, mirando al castaño—. No sabía qué había ocurrido, nunca supe que cambió la realidad, sin embargo, cuando por accidente tomé aquel libro que Kim TaeHyung tenía, semanas después comencé a tener pesadillas; eran muy vívidas, era casi como si hubiera sido real

Hoseok mira perdido hacia la ventana, por su mejilla resbala una lágrima que limpia de inmediato para volver su mirada a Jeon JungKook.

—No sirvió de mucho, ¿o sí? —suelta una risa—. Al final, Yoon JungKook se enteró de todo, TaeHyung seguramente se culpó dolorosamente por tanto tiempo... y, al final, JaeSo siguió enamorado de Yoon JungKook y yo, lo ayudé, ¿qué diferencia hubo después de usar el libro?

Mitos y leyendas.  [ TaeKook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora