Mitos y leyendas. [ TaeKook ]

• Capítulo 33.

Jeon JungKook sigue atónito ante la repentina acción de Lee JaeSo; su mirada se mantiene firme y asustada sobre los ojos brillosos y desesperados del chico que tomaba su mano con fuerza.

—¿Qué haces?

—¡Espera!

JungKook intenta alejar su mano que reposaba en la banca, sin embargo, el chico de cabellos claros vuelve a tomar la mano del pelinegro, intentando detener su huida del lugar.

—No sé qué pretendes con esto, pero no funcionará —sisea JungKook, intentando zafar su mano del agarre firme—. ¡Suelta mi mano!

—¡Tienes que escuchar lo que tengo que decir!

Finalmente, Jeon JungKook logra levantarse de la banca al tirar el vaso con café y jalar de su brazo para alejarse de Lee JaeSo, sin embargo, pese a que puede irse, no lo hace. Mira con incredulidad y confusión la manera en la que el chico frente a sus ojos jadea ansioso, con los ojos húmedos y los labios temblorosos.

No podía confiar en él, no podía creer lo que dijera. Pero tampoco quería ignorar la manera en la que aquel chico se comportaba con él con tanta desesperación.

—Si te vas ahora, sólo será peor para ti

—¿Por qué dices eso? —cuestiona JungKook—. ¿Qué es lo que sabes? ¿qué tiene que ver conmigo?

JaeSo se levanta de la banca y observa con duda al pelinegro, da un paso hacia delante para acercarse a él, y cuando nota que JungKook no tiene intenciones de alejarse nuevamente, sonríe.

—No puedo decirte ahora mismo, porque no me vas a creer, pero te pido una cosa, sólo una cosa

—¿Qué es?

—Dame tiempo para juntar pruebas... dame tiempo para hacer que me creas y no quedar como un mentiroso en medio de una situación ajena

JungKook frunce su ceño y deja salir aire con fastidio al no saber qué responder. Desvía su mirada y piensa en si debería creer en aquel chico problemático de una realidad pasada; quizás, él también había cambiado después de que Kim TaeHyung usara el libro. 

Tal vez, podía confiar en aquel joven en esa realidad.

—Bien, confiaré en ti —resopla JungKook, volviendo a mirar al chico—. Pero si me vas a dar algo tan valioso, me imagino que debe tener un precio esa información

—Eres más perceptivo sin duda alguna —susurra JaeSo con una sonrisa—. Sí, a cambio necesito algo de ti

—¿Y qué podrías necesitar de mí? 

—Tu tiempo

—Precisamente es lo que te he dado hoy, y es lo que te daré a cambio de que consigas las pruebas —ríe JungKook al negar, sin embargo, su sonrisa se borra al ver la expresión seria de JaeSo—. ¿Cómo quieres que te dé mi tiempo realmente?

Lee JaeSo vuelve a dar otro paso hacia Jeon JungKook, aquel chico encantador, siendo más alto que el pelinegro, posa su mirada sombría sobre él. JungKook abre sus ojos con sorpresa y temor ante el cambio de comportamiento y la cercanía extraña del de cabellos claros, subiendo su mirada para conectar con la de él, estremeciéndose.

—Quiero tu tiempo junto al mío Jeon 

—¿Qué dices...?

—Déjame ser más claro contigo JungKook; te daré información valiosa, te será más útil a ti que a mí, pero... —susurra JaeSo, mirando fijamente a JungKook— A cambio, quiero que tengas una cita conmigo

        

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