• Capítulo 4.

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A veces en la vida, las leyendas que nos cuentan nos llenan de ideales e ilusiones.

TaeHyung recuerda perfectamente cuando escuchó sobre la leyenda del hilo rojo. Maravillosa le pareció la idea de tener un alma gemela; la persona destinada a estar con nosotros.

Pero con el tiempo, TaeHyung creyó que era un mito.

Las almas gemelas no existían, y la predestinación tampoco.

—¿Has terminado con tus clases?

Mirando por el ventanal del segundo piso del edificio, Kim TaeHyung observa la tarde tan acogedora que se apreciaba en el campus. Luego sonríe, asintiendo ante la interrogante.

—Supongo que también has terminado tus clases —responde simple

Gira su cabeza a la derecha, observando la radiante sonrisa de Yoon JungKook mientras el castaño afirma con dulzura.

—¿Ya has comido TaeHyung? —pregunta JungKook con entusiasmo—. Compré este dulce que tanto te gusta

—Gracias —responde el castaño con una ligera sonrisa—. Ha pasado un tiempo desde que salimos, ¿quieres ir a algún lugar?

—Sí, han pasado un par de meses, pero aún no conozco muchas partes de la ciudad —suspira JungKook—. ¿Me llevarás a conocer más?

—Claro —sonríe TaeHyung, sintiendo ese cosquilleo en su estómago—. Hay un lugar cerca de...

—Quisiera ir a la biblioteca más famosa de aquí —interrumpe JungKook emocionado

—Ah, claro... —asiente con duda—. Vamos

Yoon JungKook camina a lado de TaeHyung mientras ambos se dirigen a la salida del edificio. Con el sol iluminando su camino, TaeHyung mira con discreción el rostro de JungKook; sonríe complacido al notar los centímetros que le saca en altura, y más se interesa por el lunar en su oreja y las dos perforaciones que tiene sin usar nunca aretes.

Hace unos meses había comenzado a ser amigo de Jeon JungKook. Parecían congeniar muy bien el uno con el otro.

Como si realmente, estuvieran destinados a conocerse.

Tomando el autobús poco después, TaeHyung le indica bajar cuando llegan a la parada cerca del centro de la ciudad.

Acomodan sus mochilas y caminan en completo silencio por la avenida principal.

—¿Siempre quisiste estudiar diseño gráfico? —pregunta JungKook de pronto, rompiendo el silencio

—No —murmura con desinterés—. Para ser sincero, hubiese preferido la literatura

—Los libros te fascinan, ¿eh? —ríe el castaño, mirando el cielo—. Estoy estudiando comunicación, claro que ya lo sabes

—¿Y te gusta? —pregunta TaeHyung con verdadera duda, mirando el piso

—La verdad es que sí

TaeHyung asiente sin saber qué más decir. El silencio vuelve a colarse entre los dos inevitablemente y por fortuna, JungKook no parece incomodarse nunca. Pasados un par de minutos, Kim TaeHyung levanta la vista al notar el enorme lugar que era la biblioteca Starseon frente a ellos dos.

—¡Qué maravilla!

Mirando con impresión, TaeHyung observa a JungKook correr como si fuera un niño pequeño lleno de euforia. Corre emocionado hasta la entrada de la biblioteca con TaeHyung apresurando su andar detrás de él.

La biblioteca se veía diferente a esa hora; tan atiborrado de gente se encontraba aún.

Y un recuerdo, le vino a la mente de poco tiempo atrás.

Mitos y leyendas.  [ TaeKook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora