• Capítulo 28

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—Necesito que digas algo Jeon, me estás poniendo muy nervioso

Una risa nerviosa y un poco forzada sale de los labios de Kim TaeHyung mientras toma asiento en una banca a las orillas del parque central. Eran las 3 de la tarde, pero el día estaba nublado y el viento demasiado frío. Casi no había personas caminando por el parque, algunos comenzaban a retirarse al prever que quizás llovería en pocas horas, o tal vez minutos.

Jeon JungKook parece no preocuparse por lo que sucedía a su alrededor, él seguía mirando sus manos al estar sentado justo a un lado de TaeHyung; temblaba ligeramente, aunque no sabía si era a causa del frío o del nerviosismo que también se apoderaba de él.

—Deberíamos ir a casa Jeon —murmura TaeHyung, mirando el gris del cielo—. Puede que llueva dentro de poco y...

—No creí que pudiera darse esto Kim.... no creí que ocultarlo ocasionaría esta situación

Las palabras casi lejanas del ahora pelinegro hacen que Kim TaeHyung termine por quedarse ahí, frunce su ceño al saber que Jeon JungKook no lo miraría en absoluto, por lo que decide mirar hacia los caminos del parque con un gesto pensativo, dudando de lo que dirá o preguntará.

—Tal vez debí decírtelo desde el inicio —susurra JungKook, lamentándose—. Si tan solo hubiera... pero el hubiera no existe aquí, ¿o sí?

—Jeon, quisiera que fueras más claro —indica TaeHyung sin mirarlo, temeroso—. ¿Puedes decirme qué sucede?

En esta ocasión, JungKook levanta su mirada al respirar con excesiva fuerza, deja salir el aire y mira con angustia el perfil del castaño. Ahora es TaeHyung quien no desea mirarlo, siente que algo malo saldrá de sus labios y no quiere escucharlo, no quiere escuchar lo que sea que el pelinegro le deba decir. 

—¿Recuerdas cuando te dije que había cosas que no se podían hacer? —JungKook suspira, sin dejar de mirarlo a su lado—. Aquellas reglas que esconde el libro

—¿Acaso hay algo que omitiste?

—Una de esas reglas Kim, es que, a pesar de que las demás personas me vean como alguien diferente, Yoon JungKook no puede verme, no puede saber que existe un Jeon JungKook casi idéntico a él

—¿Qué sucede si te ve alguna vez?

—Eso no sucederá jamás —niega JungKook sonriendo, TaeHyung lo mira al notar que el pelinegro desvía la mirada de él—. La magia sigue las reglas que ella misma impone, si él no debe verme, la magia del libro protegerá eso, por lo que si... si él está o estará en el mismo lugar que yo, de inmediato el libro me quita de su camino

—¿Desapareces? —cuestiona TaeHyung con sorpresa—. Entonces, jamás podrías coincidir en el mismo espacio y tiempo que él

—Esa es una de las reglas —murmura JungKook, atreviéndose a mirar a los ojos al castaño—. Pero no es lo único que debo decirte 

TaeHyung siente que debe tragar saliva al sentir un nudo en su garganta, asiente con duda y observa la manera en la que el pelinegro se mantiene decepcionado.

—Cuando esta realidad cambió, no solamente tu vida ha sido ligeramente diferente. Las personas que conociste, debieron cambiar en esencia para evitar el mismo resultado de lo sucedido con Jung Hoseok

—¿Eso que quiere decir? 

—Hoseok es diferente —señala JungKook—. Él... su personalidad es diferente, su destino ha sido distinto; Yoon JungKook, también es diferente, pero creí que esa posibilidad no sucedería en esta versión de la realidad

—¿A qué te refieres con diferente Jeon? —pregunta TaeHyung, sintiendo que su cabeza le da vueltas—. ¿De qué manera puede ser diferente?

JungKook baja su mirada hasta las manos de Kim TaeHyung, como si tuviese temor de ser rechazado, duda un poco en estirar su mano y tomar la del mayor, suspirando de alivio al ser tomado de igual manera. 

Mitos y leyendas.  [ TaeKook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora