Volver a sentir

419 44 9
                                    

Narra Christopher:

Necesitaba decírselo.

Sabía que eso podía complicar las cosas, pero aún así me arriesgué. Tantas veces lo había hecho que ya había perdido el miedo a intentarlo.

El futuro. Algo que durante años me aterraba, me provocaba una angustia incontrolable. Hasta que apareció ella en mi vida. A su lado el futuro dejó de darme miedo, a su lado lo esperaba con la calma de quien sabe que será feliz, y no me equivocaba. Cada momento que pasamos juntos me hizo el hombre más feliz del mundo y a día de hoy lo sigue haciendo aunque las cosas hayan cambiado.

Nuestra última conversación me había dado fuerza. Escucharnos como hace años fue la mejor manera de ayudarme a seguir con todo y esperar con paciencia lo que estaba por venir. Durante mucho tiempo esa fue mi manera de no decaer, saber que ella estaba conmigo a pesar de la distancia.

Recuerdo que eso era mi mantra en los tantos momentos que no podíamos vernos cuando aún estábamos juntos. Cuando comencé a grabar Kdabra me tuve que trasladar durante un tiempo a Colombia. Al principio fue muy difícil, demasiados kilómetros y muchas dudas. Pero en uno de esos momentos en los que las cosas se complicaban, ella apareció para darle luz a mi oscuridad.

Cada día que pasaba sin verla era como una condena para mi. Luchamos tanto por poder vivir tranquilos que cuando lo conseguimos todo volvió a ponerse difícil. Una noche estaba más triste de lo normal, no habíamos hablado en todo el día y yo no quería salir del departamento que rentó el equipo de la serie para mi. Me senté en la cama y decidí marcarle después de pensarlo muchas veces. Lo hice sin éxito, su celular aparecía como apagado.

Estaba desesperado, así que le mandé un mensaje a Blanca preguntando por Dulce. Blanca y yo teníamos una relación genial, desde que nos conocimos conectamos desde el primer momento y gracias a ella a veces las cosas entre Dulce y yo funcionaban mejor de lo que podríamos esperar. Ella era quien aconsejaba a Dulce y quien me escuchaba a mi cuando había algún malentendido.

Blanca me dijo que Dulce había estado en un shooting todo el día, así que eso me tranquilizó bastante. Imaginaba que no había tenido tiempo de nada durante el día. Pedí la cena a casa porque no me apetecía salir a cenar fuera y me puse a ver la televisión.

Cuando eran más de las 11 de la noche sonó el timbre de la puerta. Pensaba que sería uno de los actores de la serie que pretendía sacarme de fiesta, así que incluso pensé en no abrir, pero algo me decía que debía hacerlo. Me levanté del sofá y fui hacía la puerta.

Al abrir la encontré delante de mi. No lo podía creer, por un momento pensé que era un sueño, pero no, allí estaba ella. La abracé con todas mis fuerzas y la llené de besos antes de que tan siquiera cruzara la puerta. Instantes después la ayude con su maleta y le dije que se acomodara en el depa. Me moría de ganas por disfrutar el tiempo con ella y la ilusión que provocó en mi su visita duraría hasta días después de que se fuera.

Dejó sus cosas y se sentó conmigo en el sofá.

- ¿Te ha hecho ilusión verme? - Me preguntó.
- Claro que sí, me tenías preocupado. He tenido que hablar con Blanca y todo. - Le respondí.
- Ay, mi amor. Es que no te podía contestar porque estaba en el aeropuerto y entonces no habría sorpresa.
- Es la primera vez que me alegro de que no me respondieras las llamadas.
- Necesitaba verte.
- Yo también, estaba a punto de agarrar el primer vuelo a Mexico.
- Ya no hace falta. - Me dijo para después besarme.
- ¿Quieres que te haga un tour por Colombia mañana?
- Muy buena idea, aunque antes quiero que me hagas otra visita.

Dulce me miró riéndose y no hizo falta decir nada más. Nos extrañábamos demasiado y el simple roce de mi piel con la suya creaba el eclipse perfecto.

Extrañaba esos momentos y todavía tenía la esperanza de que en algún momento volvieran a ocurrir el eclipse. El sol le había prometido a la luna que la esperaría toda la vida y esa promesa era indestructible. Mis ganas por volver a encontrarme con ella me hacían seguir luchando a pesar de las circunstancias y nuestro nuevo proyecto era la excusa perfecta para ello.

Volver a cantar con ella era un sueño que estaba a punto de cumplirse y sabía que no sería fácil para ninguno de los dos, pero quería hacerlo. Cuando estábamos sobre el escenario todo desaparecía, la gente, la música, incluso la situación que estuviéramos atravesando. Necesitaba volver a sentir eso, necesitaba volver a sentirla.

Me fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora