Narra Christopher:
12 años. Me sorprende lo rápido que ha pasado el tiempo desde aquel día en el que se paró durante unos segundos. Ella y yo, un estadio abarrotado de gente, mil cámaras inmortalizando el momento, y un instante que quedará para siempre en mi memoria.
Recuerdo cada minuto de aquel día. Despertamos con la tristeza en la mirada, con el final de un sueño entre las manos y la incertidumbre del futuro acompañando al miedo. Teníamos sentimientos contradictorios. Estábamos emocionados por nuestro último concierto, pero a la vez sentíamos un dolor indescriptible por el fin.
Casi no hablábamos, las miradas bastaban para decirnos todo. El día estuvo lleno de gestos de cariño entre todo el equipo, era nuestra última oportunidad de estar todos juntos como la familia que éramos, una familia que habíamos creado tras tantos años de compartir momentos.
Dulce estaba más ausente que nunca. Por momentos se le saltaban las lágrimas y yo no hacía más que abrazarla y repetirle que todo estaría bien. La miraba y sentía que la quería más que nunca, verla tan frágil despertaba en mi un instinto protector que no conseguía sacar con nadie más. Ella era lo que más amaba en la vida, y sus lágrimas me dolían como si fueran mías.
Después de comer pudimos descansar un rato en el hotel. Los dos nos encerramos en mi habitación y nos tumbamos en la cama abrazados. Una lágrima recorrió mi mejilla y Dulce me acarició la cara.
- No me sueltes nunca, por favor. - Me dijo mientras yo la apretaba contra mi pecho.
- No quiero que esto acabe. - Le dije mientras derramaba alguna lágrima más.
- Voy a extrañar estos momentos. Esos en los que solo somos tú y yo, nadie más.
- Quiero que sepas que voy a hacer lo que sea por nosotros. No voy a dejar que nada ni nadie se meta.
- Quiero ese beso. - Me sorprendí, desde que le propuse a Dulce esta locura no volvimos a hablar del tema. No quería presionarla, sabía las consecuencias que esto podía tener.
- ¿Estás segura?
- Nunca he estado más segura en toda mi vida. Quiero que todo el mundo sepa lo que siento por ti. Estoy harta de esconderme entre cuatro paredes para amarte.
- Eres el amor de mi vida. Quiero que cuando seamos viejitos le contemos a nuestros nietos que el 21 de diciembre el mundo se paró por nosotros.
- Será nuestro momento, será nuestro día especial.Llegó la noche. Ya estábamos en los camerinos del lugar donde se celebraba nuestro último concierto, no podíamos parar de abrazarnos y llorar. Antes de salir al escenario quise hablar con Dulce, necesitaba saber si seguía en pie la locura que íbamos a cometer.
- Mi amor, ¿de verdad estás segura de lo que vamos a hacer? - Le pregunté.
- Más que nunca. Vamos a salir a ese escenario y vamos a enseñarle al mundo lo que somos.
- Te amo.
- Para siempre.Comenzó el concierto y nuestros nervios cada vez aumentaban a más velocidad, con cada canción la emoción se desbordaba, y en todas y cada una de ellas fuimos nosotros.
Llegó el momento. Anahí salió del escenario envuelta en lágrimas después de cantar Sálvame, y yo me acerqué a ella en un intento de consolarla. Unos segundos más tarde ya ocupaba el lugar que durante tantos años fue mío. Agarré una bandera que alguien había tirado al escenario y la puse sobre mi hombro.
Estaba tan nervioso que apenas conseguía fijar mi vista en un punto concreto, hasta que apareció ella. La miré pensando en que sería la última vez que la vería caminando hacia mí mientras cantaba esa canción. Se acercó a mi y agarré su cintura con intención de no soltarla nunca. Ella pasó su mano por mi brazo y yo posé la mía en su mentón. Temía que en el último momento ella se arrepintiera de la decisión que habíamos tomado, pero no fue así.
Miré al público antes de perderme en sus ojos y entonces ocurrió. La besé como si nadie nos mirara, como si fuera el ultimo beso, como si el mundo hubiera desaparecido y solo existiéramos los dos. Fuimos solo nosotros, dos personas demostrando que la magia existe, que el amor es capaz de cualquier cosa.
Fui muy feliz. Por fin había podido hacer lo que realmente sentía, sin mascaras, sin nadie que nos advirtiera de la locura que estábamos haciendo. No quería soltarla jamás, hacía unas horas había prometido no hacerlo nunca, y lo cumpliría. Sentía que debía protegerla, no dejar que nada malo le pasara, no verla sufrir.
Esa canción se había convertido en nuestro himno al amor, y con los años había cobrado un sentido que nunca pensamos que tendría. Mi mundo seguía girando por ella, y yo sigo sintiendo como el amor no se apagó.
Narra Dulce:
Este día siempre será especial para mi.
Cómo olvidar uno de los momentos más importantes de mi vida. Cómo olvidarlo a él. Aún me cuesta escuchar los primeros acordes de nuestra canción sin emocionarme. Cada nota me transporta a ese momento en el que no importaba nada más que nosotros dos.
Los años me han hecho darme cuenta de tantas cosas. Nunca había sido tan valiente hasta ese momento, aquel en el que pudimos gritarle al mundo la verdad, el momento en el que un estadio entero gritó ante un beso verdadero.
Sentía la necesidad de ver uno de los tantos vídeos de ese instante. No porque no recordara el momento, para mí era imposible olvidarlo. Necesitaba verlo para recordarme a mi misma en uno de los días más plenos de mi vida.
Abrí Twitter y vi que algunas personas me habían etiquetado en vídeos de aquel día. Elegí uno de ellos y me senté al borde de la cama para verlo. Por suerte, Paco había salido a hacer algunos recados y tenía un rato para estar sola.
Al escuchar las primeras notas de Este corazón, el mío se aceleró como el primer día. Recordaba cada gesto. Cómo nos acercamos, la manera de sentirnos solo con mirarnos, y ese beso. Una lágrima cayó por mi mejilla cuando nos vi en ese vídeo. Nos extrañaba demasiado, extrañaba esos momentos, las caricias, los besos, todo.
Me levanté y fui a ver a María Paula, que seguía dormida y ajena a todo lo que pasaba por mi cabeza en aquel momento. Cerré Twitter y abrí su conversación en WhatsApp. No dudé ni un segundo y comencé a escribir.
"Hoy he estado dándole vueltas a la fecha. Quizá sea porque durante años traté de borrarla de mi cabeza, no podía acordarme de ella sin llorar, pero de tristeza. Hace un rato he visto por primera vez en años ese vídeo, pero esta vez he llorado de alegría. Alegría porque me regalaste uno de los momentos más bonitos de mi vida, algo que no voy a olvidar nunca. Me convertiste en la mujer más valiente del mundo y me sentí la más afortunada por tenerte conmigo. Me demostraste lo que es el amor de verdad, me enseñaste a amar sin miedo.
Nunca voy a olvidar la magia de ese momento, nunca me voy a olvidar de lo que somos juntos, el eclipse perfecto.
Feliz día, mi otra mitad"
A los pocos minutos recibí una respuesta. Y al comenzar a leerla no pude evitar volver a llorar.
"Ese día me diste uno de los recuerdos más increíbles de toda mi vida. Gracias por permitirme compartir ese instante contigo, por sellar nuestra historia delante de tanta gente. Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo cada segundo que vivimos juntos.
Hace un rato salí a ver la luna, esta más hermosa que nunca y me va a recordar siempre a ti. El sol siempre la estará esperando, pase lo que pase, para siempre.
Feliz día, feliz vida, amor de la mía."
Estoy sintiendo en mis adentros como el fuego no se apagó ✨
ESTÁS LEYENDO
Me fui
FanficTodos estamos conectados a otra persona a través de un hilo rojo que nunca se rompe. Ese hilo puede tensarse cuanto más lejos nos encontramos de esa persona, pero también puede acercarnos. Han pasado 12 años desde aquel 21 de diciembre de 2008, per...