Para olvidarte de mi necesitas volver a nacer

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4 de octubre.

Narra Christopher:

Han pasado 16 años desde aquel 4 de octubre de 2004 en el que todo comenzó. Apenas éramos unos niños que soñaban con un nuevo proyecto que no sabían que cambiaría su vida en todos los sentidos.

Recuerdo los primeros días en el taller de la novela. Tenía 17 años y muchas ganas de volver a hacer eso que tanto me gustaba, actuar. Pedro me brindaba la oportunidad de volver al medio y hacer algo diferente a todo lo anterior, y no pude negarme. Siento que el destino me estaba dando la oportunidad de encontrar mi camino, y ahora sé que así fue.

Allí descubrí tantas cosas. Compañeros increíbles de los que guardo los mejores recuerdos, viajes inolvidables, días de grabación intensos, semanas sin apenas dormir. Pero todo mereció la pena, porque no solo conocí más a fondo ese mundo, me convertí en alguien nuevo.

Si alguien me hubiera dicho lo que cambiaría mi vida ese proyecto hubiera pensado que era una locura. Entré siendo una persona y salí siendo otro totalmente distinto. Crecí en todos los sentidos, musicalmente, actoralmente, pero sobre todo, personalmente, y eso se lo debo a esas cinco personas que se convirtieron en mi familia.

La convivencia no siempre fue fácil, estar tanto tiempo juntos a veces era algo complicado. No puedo decir que no nos peleábamos, que hubo momentos en los que quisimos renunciar, pero siempre tuvimos claro que todo eso era pasajero. No cambiaría esos ratos en los que solo éramos seis personas jóvenes que compartían un sueño y mil momentos.

Conocí a gente de muchas partes del mundo. Los fans nos enseñaron que existe el amor incondicional, que no existen barreras, a ellos se lo debemos todo. Lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

Y qué puedo decir. Conocí el amor. Ese por el que das todo, que te hace madurar de repente y ser mejor persona. Eso se lo debo a ella. Gracias a RBD experimenté la mejor sensación de mi vida, la de amar y sentirme amado como nunca antes. Vivimos tantas cosas juntos, crecimos juntos, aprendimos. Ella fue mi oportunidad, mi sueño, el amor de mi vida.

Gracias por habernos cruzado en esta vida, para siempre.

Narra Dulce:

Tengo tantos sentimientos hoy. Los años han pasado demasiado deprisa, pero tengo grabado en la memoria cada momento.

El casting, el primer llamado, la primera vez que cantamos juntos. Aún no puedo creer que todo ocurriera tan rápido. Sin saberlo estábamos haciendo historia y seis chavos totalmente diferentes al final nos convertimos en uno.

RBD me dio tantas cosas. Mentiría si dijera que no sacrifiqué otras por cumplir ese sueño, pero todo el amor que recibí de esta experiencia vale más que cualquiera de los malos momentos que pasé.

Fueron años en los que aprendí más que nunca. Viajamos por todo el mundo haciendo lo que más nos gustaba y eso es algo impagable. El cariño de los fans lo llevaré siempre guardado en mi corazón y tan solo ver sus caritas en cada concierto, en las firmas o cuando pasaban días en la puerta del hotel esperando una foto o un abrazo, era lo más gratificante de todo.

Últimamente he estado viendo nuestras fotos. Esas que nunca han salido a la luz, aquellas que nos tomábamos en fiestas, en las cenas que hacíamos después de los conciertos, o después de un llamado. Esas fotos en las que no hay luces, vestuario, poses, esas que son nuestra esencia, lo que somos más allá de RBD.

Recuerdo con mucho cariño esos momentos en los que nos encerrábamos los seis en un cuarto a platicar de nuestras cosas. Llorábamos, reíamos, a veces incluso estábamos tan cansados que solo nos sentábamos a escuchar el silencio de esa habitación.

Y él. La vida nos hizo coincidir de nuevo y entonces entendimos que luchar por eso era todo lo que teníamos que hacer. Nunca encontraré un amor igual en otros brazos. Fue el momento, el lugar, y surgió lo más hermoso que me pudo dar ese proyecto. Conocí el amor verdadero, y se convirtió en eterno. Mi otra mitad, mi refugio.

Gracias por hacerme sentir completa, hasta siempre.

Me fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora