Capitulo 17

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Comenzaba a ver las cosas de manera distinta.

Mis planes eran los mismo, el lanzamiento de Sutil universo, hacer conciertos y centrarme en mi. Pero también necesitaba darme otra oportunidad y creí que la mejor manera de hacerlo era intentándolo con alguien más.

Hacia unos meses había coincidido con una chava muy guapa en un evento. Hablamos un rato, pero nada más, aunque es cierto que apunté su teléfono. Quizá era el momento de conocer a otra persona y probar si ya estaba preparado para seguir a pesar de todo.

Así fue como Muriel apareció en mi vida. Quedamos en ir a cenar y a partir de ese momento empezó todo. Desde que Dulce y yo terminamos no he conseguido estar con nadie que me hiciera sentir nada parecido, ni siquiera que se acercara a ilusionarme como lo hice con ella.

Poco tiempo después de acabar nuestra relación coincidimos en un evento de radio y fuimos a cenar acompañados de Luisillo. No nos habíamos visto después de separarnos y fue muy difícil tener que hacerlo con tanta gente delante. La cena fue muy tensa porque los dos sabíamos que no queríamos estar allí rodeados de tanta gente y solo pensábamos en acabar de cenar e irnos.

Al día siguiente Dulce publicó un tweet que me hizo sentir de todo. Decía que pocos encuentros en su vida le habían hecho temblar, y yo estaba totalmente de acuerdo con eso. Al despedirnos de esa cena, nos abrazamos y ahí supe que aunque eso se hubiera acabado, estaríamos unidos toda la vida.

Siempre decíamos que algo tan grande no se podría borrar nunca, a pesar de la distancia, de los años o de los mismos daños. Teníamos claro que lo nuestro iba más allá de este mundo, habíamos creado el nuestro propio en el que nadie podía entrar, en el que teníamos nuestro propio lenguaje y en el que solo habitábamos ella y yo.
No quise pensar más en eso. Ahora yo estaba conociendo a otra persona y me tenía que centrar en que las cosas fueran bien.

Días después al abrir Instagram vi que Dulce había subido unas fotos de su boda. Estaba hermosa vestida de blanco, pero me dolía demasiado verla del brazo de otro, no ser yo quien estuviera a su lado en aquellas fotos después de jurarle amor eterno.

Prometí no volver a entrar en sus redes sociales para no hacerme más daño. No me dolía verla feliz, porque sabía que en el fondo no lo era. Me dolía no poder hacerla feliz de verdad y haber caído en tanta tristeza.

Me fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora