Estoy sintiendo en mis adentros cómo el fuego no se apagó

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Narra Christopher:

Otra vuelta al sol. Una en la que han ocurrido miles de cosas, pero una que me ha devuelto tantas cosas que no alcanzo a dar las gracias por todas.

Si hago balance de todos mis cumpleaños veo cómo me ha cambiado la vida y aún no puedo creer la forma en la que lo ha hecho. Hace unos años no me hubiera imaginado vivir tantos momentos que estarán guardados para siempre en mi memoria y esperaba que las personas que los vivieron conmigo me acompañaran siempre. Algunos lo siguen haciendo, otros se quedaron en el camino, pero todos me enseñaron algo.

Agradezco un año más de vida, lo celebré con algunos amigos porque la situación no me permitía hacer algo más grande, pero me acordé de todos los que no pudieron acompañarme.
Al llegar a casa revisé mi celular, llevaba algunas horas sin apenas verlo, y entonces vi su mensaje. No sabía cómo reaccionar, no esperaba algo así de su parte, pero la ilusión que me hizo leer esas palabras no era comparable a ninguna celebración que hubiera podido tener en el día.

¿Qué debía responder? Lo único que quería era salir corriendo a buscarla para decirle que para mí ella siempre sería el amor de mi vida, pero eso ya no podía hacerlo. En otras circunstancias hubiera esperado horas delante de su casa para decirle lo que sentía, no sería la primera vez, pero sí querría que fuera la última.

Con todo lo del concierto no puedo parar de acordarme de ella a cada momento. En uno de mis ensayos con Allie, ella me propuso ensayar Este corazón, y cómo podía decirle que no era capaz de entonar esas notas sin que a mi cabeza llegaran miles de recuerdos en los que solo estábamos Dulce y yo.

- Chris, ¿te parece que ensayemos Este corazón? - me preguntó Allie.
- Mejor seguimos con Solo quédate en silencio, aún hay que hacer algunos arreglos.
- Llevamos una hora con esa canción, mejor cambiamos.
- Prefiero seguir hasta que esta esté perfecta.
- ¿Te pasa algo con esa canción, Chris?

Esa canción me rompía en dos. Significaba tantas cosas que cada vez que escuchaba los primeros acordes sentía una mezcla de sentimientos que no sabía cómo manejar.

- Esta bien, ensayémosla.

Comenzaron las primeras melodías y entonces mi cabeza se transportó a esa última vez. Era diciembre de 2008, estábamos en Madrid y el mundo desapareció para nosotros dos. Recordaba cada segundo de ese momento, cuando nuestros ojos se encontraron mientras le cantaba esas palabras que ahora mismo cobraban todo su significado, el instante en el que juntamos nuestros cuerpos con intención de no separarnos nunca, y ese beso que fue la demostración de amor más pura que nos habíamos dado nunca.

¿Cómo olvidar ese segundo que cambió todo? Creo que nunca habíamos sido tan valientes, y no me arrepiento de haber hecho por primera vez lo que sentíamos sin importar nada más. El público enloqueció, los demás no podían creer lo que había pasado y nosotros sentíamos que estábamos solos en aquel inmenso escenario.

Por 3 minutos fuimos sólo Dulce y Christopher, no los personajes, ni las figuras públicas, solo una pareja demostrándose el amor que se tenían. No nos importaron las consecuencias que tendría ese gesto, aunque sabíamos que al salir de ese escenario los problemas no harían más que comenzar. Me enfrenté a Pedro y Luisillo después de meses aguantando una situación insostenible y ni sus amenazas pudieron con todo lo que sentí en ese instante.

- Chris, te has quedado callado, ¿qué pasa?
- Lo siento, Allie. Es que me cuesta demasiado cantar esta canción, no puedo.
- Es por Dulce, ¿verdad?
- Es por todo.
- Sé que esta canción es muy importante para ustedes.
- ¿Cómo?
- Solo hay que meterse en Twitter para ver miles de fotos y vídeos en los que salen cantando esa canción.
- Es que aún no puedo creer que no volvamos a cantar juntos.
- Nada va a superar lo que son juntos cuando comparten esta canción, no importa el concierto, ni nada más, entiendo que ni la mejor interpretación del mundo va a igualar lo que hacían sobre el escenario.
- Es que me trae demasiados recuerdos. Nadie sabe lo que siento cuando escucho esta letra, nadie lo puede entender.
- ¿Por qué no hablas con ella? Quizá puedan hacer algo para que no sientan ese vacío.
- No se puede. Ahora ya no es lo mismo. Cuando cantábamos esta canción había magia, y esa magia ya no está.
- Quizá esa magia ya no vaya a estar, pero estoy segura de que ella querría estar allí con ustedes.
- Yo lo sé, y me he roto la cabeza pensando en mil maneras de poder solucionar esto, pero no encuentro la solución.
- Hazme caso, márcale. Quizá no es buena idea incluir esta canción en el set list, pero si hablas con ella entre los dos pueden pensar algo.
- No lo sé. Aún ni respondí su mensaje de cumpleaños porque no encuentro las palabras adecuadas. Ustedes me ven siempre riendo y parece que este concierto sea mi mayor ilusión, pero sin ella no es lo mismo.

Esa conversación con Allie me sirvió para decidirme a hablar con Dulce. Sabía que no podía participar, pero necesitaba que estuviera de alguna manera con nosotros. Decidí marcarle para saber cómo estaba y para hablar sobre el concierto.

- ¿Bueno?
- Dulce, ¿cómo estás?
- Hola, Chris. Pues bien, cada día más cansada, pero estoy bien.
- Siento no haberte contestado antes el mensaje de mi cumpleaños, pero no podía.
- No pasa nada, ya vi que andas ocupado.
- No, es que no sé qué decirte. Llevo días pensando en esto y no encuentro las palabras adecuadas.
- No tienes que decirme nada, así está bien.
- En otro momento de mi vida hubiera salido a buscarte.
- En otro momento de nuestra vida las cosas habrían sido distintas.
- Sabes, hoy intenté ensayar Este corazón, y no pude.
- ¿Por qué?
- Porque no puedo cantar esa canción sin tenerte en frente.
- La última vez que la cantamos creo que fue el final perfecto, ¿no crees?
- Creo que no volveré a cantar esa canción si no es contigo.
- Tienes que hacerlo, todo el mundo espera que suene en el concierto, aunque yo no esté.
- Todo el mundo lo espera, pero es que cuando canto esa canción el mundo desaparece, y si no estás tú conmigo no tiene sentido.
- Chris, no hagas esto más difícil.
- Voy a hablar con Guillermo para encontrar una solución.
- La solución es que hagan ese concierto y le devuelvan a la gente lo que nos están dando desde hace años.
- Pero tú tienes que estar de alguna manera, RBD sin ti no es RBD.
- Sé que han intentado de todas las maneras hacer algo, pero creo que no hay solución.
- Te prometo que voy a pensar en algo para que puedas participar en esto, pero mientras cuídate, ¿ok? Tienes que ser la mamá más fuerte.
- Sabes, el otro día estuve escuchando algunas canciones y creo que a la bebé le gusta RBD.
- Seguro que sabe lo que significa para ti.
- Sabe que cada vez que escucho esas canciones lo que siento es paz, y creo que no hay mejor regalo que ese.
- Cuídate mucho, Dul. Y cuídala a ella, aunque sé de sobra que no va a tener mejor mamá que tú. Te marco en unos días.
- Gracias por todo, Chris. No sabes el bien que me hace escucharte decir eso. Cuídate tú también.

Desde ese momento no paré de pensar en alternativas para que ella pudiera estar de alguna manera con nosotros. No podía imaginar esas canciones sin su voz, y tampoco quería hacerlo. Desde que pisamos por primera vez un escenario juntos, se creó una magia que ni el tiempo ni la distancia habían conseguido borrar. Antes de tan siquiera saber todo lo que la vida nos tenía preparado, ya éramos uno, dentro y fuera del escenario. Este corazón se convirtió en nuestro himno al amor, cuando incluso esa letra nos quedaba lejos. Ahora tenía más significado que nunca.

"Estoy sintiendo en mis adentros cómo el fuego no se apagó"

Me fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora