Capitulo 9

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Ya se acercaba la nochebuena.

Era día 23 y decidí llamar a mi mamá para preguntarle a qué hora tendríamos que ir a cenar al día siguiente. Me dijo que la cena sería a las 9, pero que necesitaba mi ayuda para preparar todo unas horas antes. Necesitaba ver a mi mamá más que nunca, sabía que aún sin contarle lo que había pasado sería capaz de ver en mi que algo no andaba bien. Christopher no había sido él único que meses antes de la boda me había dicho que pensara en lo que iba a hacer, mi mamá habló conmigo y a pesar de apoyarme en cada una de mis decisiones, se preocupó por mi futuro.

Mi móvil comenzó a sonar, eran unos cuantos mensajes en el grupo de RBD. Anahí había pensado que podríamos subir una de las fotos que nos tomamos en la cena a las redes sociales como regalo de navidad para los fans del grupo.
Acordamos que todos compartiríamos la misma foto a la misma hora, y sabíamos que el mundo se pararía cuando eso pasara.

Pasé el día con nervios porque sabía que cuando todos vieran esa foto comenzarían los comentarios sobre nosotros. No quería pensar demasiado en lo que había pasado tan solo dos días atrás.

Cuando había conseguido una estabilidad en mi vida él aparecía para hacer que me replanteara cada una de mis decisiones. Esta vez sus palabras me habían provocado insomnio durante dos días y una inquietud que hace mucho tiempo no me invadía.

Y llegó la hora, la foto de nuestro abrazo ya había llegado a todos los rincones del planeta y nuestros comentarios en las fotos de todos hicieron que los fans se volvieran más locos aún. Comentábamos por el grupo todo lo que estaba pasando y nos emocionaba mucho ver la reacción de los fans.
Salieron mil notas que hablaban del reencuentro y cada vez que entraba en Twitter o Instagram mi celular se volvía loco.

Al día siguiente fui temprano en la tarde hacia la casa de mis papás, Paco me alcanzaría más tarde y yo iba a ayudar a mi mamá con la cena de navidad. Cuando llegué vi el auto de Blanca estacionado en la puerta y me alegré al saber que podría hablar con ella antes de que todos llegaran.

Al entrar saludé a mis papás y fui al que durante años fue el cuarto de mi hermana. Y allí estaba Blanca, revisando unas cosas en su armario. Cuando se casó se llevó todas las cosas de la casa, pero dejó algo de ropa que compartíamos y quería enseñarme aquel vestido que tantos recuerdos me traía. Era un vestido blanco muy hippie que me llevé a una de mis escapadas a la playa con Christopher.

- Mamá me dijo que estabas aquí. - Dije acercándome a Blanca para abrazarla.
- Sí, estaba revisando unas cosas. Mira lo que encontré. - Respondió Blanca enseñándome aquel vestido blanco.
- No sabía que aún lo tenías. - agarré el vestido y me senté en la cama.
- ¿Qué traes? Estas rara.
- Nada, son las fechas. Ya sabes que me ponen nostálgica.
- A mi no me engañas, tú traes algo más. Es por la foto de ayer, ¿verdad?. - Blanca era una de las personas que más me conocía del mundo, no podía ocultarle nada y esta vez no sería la excepción.
- No es la foto, es que el otro día hablé con Christopher.

Blanca sabía cada detalle de nuestra relación, los altos y los bajos, las idas y venidas, las despedidas que no siempre significaban adiós, solo un hasta pronto.

- Odio decirte esto, pero te dije que no solucionar las cosas con él te traería problemas el resto de tu vida. ¿Paco lo sabe?
- No lo sabe, y no se puede enterar. Así que nada de sacar el tema del reencuentro en la cena, ¿ok?
- Dulce, tienes que hablar con él. No puedes estar toda la vida ocultándole esto, llevas años negando algo que cualquiera con un poco de vista puede darse cuenta. Paco te quiere y no se merece que le mientas.
- No le miento, solo hay una parte de mi que no sabe. Una parte que he querido enterrar desde hace mucho tiempo, que pensaba que estaba olvidada hasta que hace tres días volvió con más fuerza que nunca.
- Por eso debes hablar con él, ¿de verdad quieres empezar tu matrimonio con mentiras?
- Es que tengo miedo. - Comencé a llorar y Blanca me abrazó. - Tengo miedo de no olvidarme de Christopher nunca, miedo de tener que vivir así. He intentado de todas las formas que se me olvide, entender que es pasado y que no va a volver. Pero cada vez que mi cabeza lo consigue, el corazón me dice todo lo contrario y ya no sé a quien creer.
- ¿Me dejas decirte una cosa? La única manera de que estés en paz es decir la verdad. Puede tener mejores o peores consecuencias, pero tu paz vale más que el silencio.

Blanca siempre tenía las palabras precisas en el momento exacto. Era mi ángel de la guarda, mi hombro donde llorar. Sabía que adoraba a Christopher, y por más difíciles que fueran las cosas, siempre le agradecería haberme hecho tan feliz durante tanto tiempo.

Me sequé las lágrimas y salí de aquella habitación. Le prometí a Blanca que pensaría en sus palabras y tomaría una decisión. Quizá el nuevo año me llevaría por un camino distinto, y esta vez era mi decisión elegir con quien recorrerlo de la mano.

Me fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora