Addicted [l.r.h.] #1

2. Sin explicaciones

CAPÍTULO 2:

2.      Sin explicaciones.

Mechones de cabello castaño caían a los lados de su cuerpo. Apenas llegaron a Mazomanie fue con su hermano a comprar tintura para el cabello y una tijera. Estuvo meses sin cortarse el cabello o siquiera teñírselo, odiaba tener el cabello largo ya que le parecía muy molesto y el color marrón en él le traía malos recuerdos, así que decidió cambiárselo al rubio. No era la primera vez que se cortaba o teñía el pelo ella misma, ya que nunca le importó si le quedaba bien o no.

Se encontraba en una casa de alquiler a las afueras del pueblo. Kyle se había encargado de llamar a la dueña de la pequeña casa para quedarse unos días desde hoy ya que según le había contado en el camino, él se estaba quedando en un apartamento en Madison para estar más cerca del centro de rehabilitación pero cuando Dylan saliera, quería quedarse en Mazomanie con ella. Kyle hacía seis meses que se fue de Buenos Aires para volver a Wisconsin para atender a su hermana que había perdido el contacto por casi cuatro años. Había recibido una llamada de parte del hospital de Madison en el cual estuvo internada por dos meses, su tía Helen fue el primer contacto pero ella no hacía más que ir una vez cada dos semanas con suerte y eso despertó preocupación en una de las enfermeras de Dylan que se empeñó en buscar otro familiar cercano y entre ellos estaba su hermano. Apenas recibió el llamado se tomó un vuelo a Estados Unidos y se encargó de ella, o por lo menos de todo lo tenía a su alcance. Dylan estuvo internada hasta una semana después que su hermano llegara, de allí la trasladaron al centro de rehabilitación de la misma ciudad bajo tratamiento específico y medicación. Su hermano quería acercarse a verla pero al principio los médicos no lo dejaban y cuando finalmente accedieron era ella la que no quería verlo, aunque no sabía que era su hermano el que quería visitarla, solo había dicho que no quería ver a nadie, nadie de su familia o siquiera algún viejo amigo.

Esta tarde empezaba con las sesiones de grupo, no pensó que iba a ser tan pronto ya que había salido ayer del centro. Su hermano le había dicho que el doctor le recomendó que sería mejor ir una semana completa a las sesiones antes de volver al colegio y ella cedió. Por más de que quería mandar todo a la mierda, quería volver al colegio y terminarlo así podía seguir con la universidad y olvidarse de sus estúpidos compañeros. Además, ella realmente sentía que le debía una a su hermano, seis meses detrás de toda una porquería que ella había iniciado. Dylan había dejado de creer en las palabras pero sabía cumplir promesas, hacer algo por su hermano después de todo lo que hizo por ella tenía que agradecerle.

Una vez que había terminado con su cabello, Dylan salió del baño y buscó a su hermano que se encontraba sentado en la concina con sus codos apoyados en la mesa y una mano sostenía su cabeza mientras con la otra revisaba su celular. Kyle tenía millones de preguntas que hacerle, millones, en estos cuatro años nunca se imaginó que su hermana menor pudiese haberse metido en todas esas cosas. Apenas llegó al hospital de Madison preguntó qué había pasado con su hermana y si podía ir a verla, ella estaba en un coma inducido y pudo verla sólo cuando estaba en aquel estado. La enfermera encargada de Dylan le había dicho que una persona la dejó en la clínica médica de Mazomanie, no dieron nombre, ni si quiera si era hombre o mujer, solo que la dejó allí y se fue dejando después un bolso con su ropa, de allí la trajeron a Madison para mejor tratamiento. Tuvieron que hacerle un lavado de estómago porque tuvo una sobredosis con barbitúricos, unas pastillas que les resultaron extrañas para los médicos ya que no eran las píldoras usuales. Los médicos pudieron sacarle gran parte de las píldoras que aún no estaban disueltas pero también había unas cuantas que estaban dañando su cuerpo. Estuvo inconsciente  por dos semanas  hasta que reaccionó y tuvo un colapso dos días después y volvió a estar internada, luego la mantuvieron bajo el efecto de unas drogas que la mantenían dormida hasta que pueda recuperarse su organismo de buena forma, ya que cuando despertaba le agarraban ataques de locura y se resistía al tratamiento. Además de todo esto, los pocos momentos en los que ella estaba despierta, la policía la buscaba y hacía preguntas, incluso quisieron detenerla, pero su médico a cargo y dos de sus enfermeras quisieron mantenerla alejada de eso hasta que su cuerpo responda correctamente y alejaron a los policías con el coma inducido, ya que también era una de las mejores formas para seguir al pie de la letra el tratamiento. Después de varias preguntas que le hicieron a ella y a su hermano, los policías dejaron de molestarla, ya que también la dejaron de lado porque todavía tenía la etapa de rehabilitación donde estuvo allí cinco meses y medio borrando los rastros de droga que quedaban en ella, rastros que su hermano todavía no comprendía.