Addicted [l.r.h.] #1

72. Escalofríos

CAPÍTULO 72:

72. Escalofríos

Dylan se quedó en silencio. Solo se resignó a sonreír y después miró el arma que tenía en las manos comenzando a explicarle como se usaba, primero como cargarla, como disparar, como se tenía que posicionar y también como trabarla y dejarla lista para disparar. Dylan marcó un blanco sobre un árbol y estuvieron horas disparando. Ella había llevado balas de repuesto y todavía más tenía guardadas. Luke todavía seguía sintiendo un poco de rechazo hacia el objeto que tenía en las manos, no podía quitarse la imagen de Nessa de la cabeza. Recordó el día del entierro, su rostro pálido. Recordó las lágrimas que habían salido de sus ojos, recordó la impotencia que sintió, la bronca, el enojo consigo mismo, recordó el día en que su vida había cambiado por completo.

Mazomanie, 31 de mayo de 2014

El color negro abundaba, como si estuvieran rodeados de una bandada de cuervos. Era la primera vez que Luke vestía de traje, siempre había odiado vestir de esa forma, pero esta vez, en lo primero que pensó fue en conseguirse uno. El 28 de mayo, después de levantarse de la cama le había llegado la peor noticia que pudo haber recibido jamás y de la peor manera posible. Su padre había encendido la televisión y en las noticias locales informaban sobre la muerte de una joven de dieciséis años en un bar de su misma localidad, al ver la foto en la pantalla se le erizó la piel, se le hacía imposible parpadear, había quedado rígido. El apetito se le había borrado por completo. Negó con la cabeza ¿cómo podía ser ella? Era imposible, definitivamente era imposible que Nessa esté en ese lugar. Fue corriendo a su habitación y la llamó por teléfono, ella había rechazado cada una de sus llamadas después que se enterara que se había acostado con su hermana, después de cometer el peor error de su vida. Nadie atendía, incluso le daba como si el teléfono estuviera apagado. Comenzó a ponerse aún más nervioso, no podía evitar que se le aguaran los ojos. Llamó al teléfono de su casa, tenía que hablar, de saber algo. Luego de la tercer llamada, atendieron, Luke suspiró.

-Por favor, Nessa, dime que eres tú, que estás bien. -largó tan rápido mientras sus manos temblaban, tal vez no era la pregunta apropiada, pero no pudo contenerlo.

Pudo escuchar del otro lado un sollozo, el sollozo de una chica, no se escuchaba como ella pero quería que hable, quería saber que estaba bien.

-¿Nessa? -preguntó con la voz cortada- Por favor respóndeme.

El sollozo fue más fuerte.

-S-soy J-Jennifer, Luke. -finalmente habló y se le formó un agujero en el pecho. Apretó el teléfono con sus manos muy fuerte- N-Nessa... ella...

Otra vez volvió a sollozar, mucho más fuerte. Luke pudo detectar que estaba llorando.

-No me vengas con bromas, mucho menos tú. -Luke endureció su voz. estaba enojado, muy enojado.

Sabía que él había cometido un error, pero había sido ella la que lo había provocado en un principio, había sido ella la que comenzó a coquetear y también había sido ella la que comenzó a tocarlo.

-Ahora mismo dime dónde está. -Luke largó con bronca, no podía tolerar hablar con ella, pero lo hacía por Nessa, necesitaba saber de ella.

Jennifer sollozó nuevamente tratando de retener el llanto, cuando pudo contenerlo, habló.

-Nessa ya no está, Luke. -suspiró entrecortadamente- Anoche... n-no se c-como... -trató de respirar hondo- Le dispararon.

Jennifer rompió el llanto y Luke se mordió el labio inferior contuvo las lágrimas, no podía ser ella, no podía ser su Nessa.