Addicted [l.r.h.] #1

77. Vendetta

CAPÍTULO 77:

77. Vendetta

Dylan ni siquiera hizo tiempo de agarrarse unos zapatos que salió corriendo a la par de Jordan. Ni siquiera le importaba cuanto se lastimara los pies o que me muriera de frío por solo usar una remera que le cubriera hasta la mitad de los muslos. No se trataba de alguna clase de negocio, o de un acuerdo, se trataba de la vida de su mejor amigo. Ambos entraron al auto, Dylan se había lastimado un poco los pies al correr descalza por el bosque, estaban los dos solos pero sabía que él no mentía. PJ era alguien de importancia para él aunque no tanto como lo era para Dylan.

—En el asiento de atrás hay un bolso con ropa —Jordan indicó mientras ponía las manos al volante—, algún pantalón tiene que irte.

Ni respondió, volteó para agarrar al bolso del que él le había mencionado y buscó un pantalón de chándal que parecía relativamente chico. Una vez que lo sacó, dejó el bolso donde estaba y se los puso. Estaba agitada, hacía mucho que no pasaba con algo parecido. Deseaba que él se encontrara bien, que sea solo un susto.

Jordan marcó un número en el teléfono mientras conducía. Estaba tenso, ambos lo estaban.

—Ya está conmigo, ¿y ahora qué? —pregunta apenas la otra persona atiende— ¿¡Qué!? —Dylan se sobresaltó— ¡No podemos perder tiempo para ir a Milwaukee contigo! ¿Ya tienes la ubicación?

Dylan miró su perfil. Se sintió como en los viejos tiempos, los nervios y el miedo volvían a meterse en su cuerpo y tenía que controlarlos.

—¿Cómo? —Jordan contestó atónito— Mierda, ¿hay alguien que esté por los territorios de Tucker, ya fueron a revisar?

Jordan tragó saliva y desvió la mirada por unos segundos.

—¿Qué quiere qué? —el moreno seguía con el teléfono sobre la oreja— Pero que... ¿es lo único que tienes?... Entonces vamos para allá.

Jordan colgó y dejó su teléfono a un lado. Aparentemente las cosas no iban muy bien, ella podía notarlo.

—¿Podrías decirme qué está pasando? —Dylan preguntó mientras trataba de calmar el pulso.

—Tucker pudo comunicarse conmigo, entró al sistema de Evan, mejor dicho. —él explicó— No sé como pero aparentemente tiene a alguien bastante bueno hackeando las redes.

—¿Qué fue lo que te dijo? —Dylan estaba aún más preocupada. Eso significaba que lo que sea que Tucker estuvo haciendo en todo el tiempo que los lobos desaparecieron fue bastante grande y se volvieron más eficaces.

—Me dijo que sabía que lo habíamos engañado, sabe que Mara está con vida. —la miró fugazmente— Te quieren a ti y en lugar de eso tienen a PJ.

El corazón de Dylan comenzó a latir a mil por hora, no era lo que se había imaginado cuando ideó el plan.

—¿Y qué es lo que quieren? —ella preguntó sintiéndose débil. Si le pasaba algo a PJ por su propia culpa no iba a perdonárselo jamás.

—Terminar lo que empezaron. —contestó— Y sabes a lo que me refiero, nos quieres a todos muertos. Evan, tú, yo y cada uno de nosotros.

—¿Y por qué me quieren a mí? —a ella le parecía ilógico. Si se pudieron comunicar con Jordan hackeando el sistema podrían tener algo de él, podrían buscarlo a él.

—Porque dicen que sabes algo, tú fuiste la primera misión y siguen con la misma postura. —Jordan respiró hondo— ¿Qué diablos hiciste todo este tiempo?