Addicted [l.r.h.] #1

29. Extraños impulsos

CAPÍTULO 29:

29. Extraños impulsos

Middleton, 2 de julio de 2012

Era la primera vez que Dylan pisaba aquella pequeña ciudad. Jordan le dijo que quería enseñarle un lugar diferente, que quería pasar con ella un momento a solas un poco alejados de lo que ya conocían. A ella le agradó llegar a ese lugar, no tenía el típico alboroto de una gran ciudad ni la paz total de un pueblo tan pequeño.

—¿Qué es lo que vamos a hacer? —ella preguntó al bajar de su auto. Jordan se acercó a ella y la guió hacia una tienda.

—Dijiste que necesito ropa nueva, ¿no es así? —él puso su brazo sobre los hombros de ella y entraron a aquel lugar. Era una tienda pequeña pero Dylan miró cada prenda que estaba colgada. Era un local que vendía ropa para hombres pero ella siempre sintió debilidad por aquel estilo, se sentía muy cómoda y en algún sentido, más atractiva.

—¿Me trajiste aquí para acompañarte a comprar ropa? —ella preguntó un poco extrañada. Era la primera vez que salían de compras, él no parecía ser la clase de persona que le guste hacer esa clase de cosas.

—Si vengo solo probablemente me compre algo que ya tengo. —se justificó y Dylan sonrió.

—Ya entiendo, ¿quieres un cambio de estilo? —él le guiñó un ojo y se volteó cuando el hombre que atendía el lugar se acercó a ellos para preguntarles si necesitaban algo.

—¿Podemos tomar lo que sea? —Jordan le habló al hombre— Ella va elegir.

El hombre le echó un vistazo a Dylan que seguía sonriendo y asintió con la cabeza.

—Bien, Dyl. —Jordan se volvió a ella— Lo que elijas, me lo mido.

—¿Estás seguro? —ella se lo preguntó en serio. Jordan no usaba otra cosa que no sea negro y que sea tan simple como eso.

—Sí, y si a ti te gusta, por mí está bien. —él se encogió de hombros y ella se dirigió al perchero y sacó de allí una playera rosa con letras en negro y se le mostró— Tampoco te abuses.

Dylan rió y le extendió la remera.

—Dijiste lo que sea. —ella sonrió con inocencia y él suspiró y extendió su brazo para tomarla pero ella la volvió a guardar— Solo bromeaba, nunca me gustó el rosa.

—Eso fue cruel. —dijo exagerando una seña y ella se acercó un poco más a él.

—No puedo creer que pensabas medírtela. —susurró acercándose aún más.

—Por ti, lo que sea. —también susurró y le dio un dulce beso en los labios.

—Ahora vamos en serio. —se alejó de él de golpe y volvió a dónde estaba y descolgó varias remeras talle M, todas de colores oscuros— Empieza por eso, es un pequeño paso al gran cambio.

—Por mí está bien. —ella no sabía si lo decía en serio o solo era para complacerla pero ella le hizo seña para que entrara al vestidor y él lo hizo.

Salió pocos segundos después mostrándole la remera azul y ella levantó ambos pulgares junto con una sonrisa.

—Esta me agrada. —Jordan levantó sus hombros y Dylan rió.

—Te ves muy bien en azul, realmente me gusta, a esa te la llevas. —lo acusó— Pruébate la violeta.

—Creo que la verde es más bonita, ¿no crees? —Dylan le había dado una verde camuflada básica mientras la violeta oscura tenía unos dibujos que a ella le habían agradado.