Addicted [l.r.h.] #1

76. Hermanos del alma

CAPÍTULO 76:

76. Hermanos del alma

Dylan fue directo a la cocina para armar la mesa. Calum había traído pizza y Dylan se estaba muriendo de hambre. Estaba claro que necesitaba pasar un tiempo con PJ porque tenían varias cosas de las que hablar, pero cuando se trataba de uno de los lobos, prefería tener cerca a uno que no sepa mucho de ella y tampoco de PJ. A pesar del último cruce que los dos habían tenido había sido bastante problemático, Calum no era un muchacho que a Dylan le desagradara, de hecho, le había caído muy bien en un principio y también supo que no le había mentido con respecto a quien era él. Además, Dylan había notado que él estaba solo, algo aislado del grupo, era nuevo y de otro lugar, ni siquiera conocía a Jordan lo suficiente y también podía usar a aquello para beneficio propio.

Los tres se sentaron en la mesa a comer pizza, se miraban entre sí como si tuvieran muchas cosas que preguntarse pero ninguno decía nada hasta que Dylan lo hizo.

—Si vas a mirarme mientras como por lo menos dime que se te cruza por la cabeza. —miró directamente a Calum y él enarcó una ceja.

—Estás en frente mío, ¿qué se supone que debo mirar? —él contestó después de tragar.

—¿Hay algo que quieras decirme, Calum? —ella volvió a preguntar dejando la porción de pizza sobre la servilleta de papel.

—Bueno, ya que preguntas quisiera saber porque quisiste que venga yo esta noche y no Evan. —respondió haciendo lo mismo que ella— Supuestamente él es tu amigo.

—Todavía no tengo ganas de verlo. —ella se encogió de hombros— ¿O acaso quieres que te vigile una de las personas que te abandonó en primer lugar?

Calum suspiró.

—Pero puede que tenga más lógica a que yo esté aquí. —repuso.

—Si no quieres puedes irte. —Dylan respondió— Aunque supuse que después de todos estos días en los que no te vi querías un poco de compañía.

—Puede que la tuya no sea la mejor, la última vez no nos fue muy bien que digamos. —Dylan sonrió.

—La situación ahora es diferente. —Dylan siguió sonriendo— Y no estamos solos.

—El dato es sumamente reconfortante. —responde con ironía y Dylan vuelve a reír.

—¿Ustedes dos se conocen? —Dylan le preguntó a ambos muchachos.

—No. —respondieron al mismo tiempo mientras enfrentaban miradas.

—Apenas nos vimos esta noche. —esta vez habló PJ a punto de darle una mordida a su porción de pizza— ¿Quién es este chico, Dylan?

—Jordan lo envió para vigilarme cuando se fue —respondió agarrando otra porción—, fuimos compañeros en la escuela.

—Así que tú eres el soplón. —PJ dijo levantando un poco la voz— ¿No te parece algo irónico esto?

Él la miró a Dylan y ella llevó su mirada hacia el moreno.

—Solo hacía su trabajo, ¿o no Calum? —ella le dio un mordisco a la pizza mirándolo fijamente.

—Algo así. —respondió algo intimidado por la mirada de ambos— ¿Y ustedes dos?

—¿Nosotros qué? —Dylan preguntó. Obviamente se refería a ella y a PJ.

—¿Por qué él está aquí? —Calum volvió a preguntar, había algo en él que no le caía del todo.

—Para lo mismo que estás tú. —PJ respondió para después tomar un sorbo de agua— Y ahora tengo que hablar con Dylan, si me disculpas...