Addicted [l.r.h.] #1

28. Negro

CAPÍTULO 28:

28. Negro

Dylan y Calum pasaron casi toda la mañana juntos. El momento en que estuvieron en la cafetería parecía ser algo tenso, los dos se sentaron juntos como siempre y ella pudo sentir las miradas de Riley y Ashton encima. No entendía por qué hacían tanto alboroto si ella no les hizo nada, por lo menos no después de que regresara de rehabilitación. Riley ni siquiera le hablaba antes de eso, incluso tenía miedo de acercarse a ella y ahora parecía como si fuera una de sus estúpidas presas. A pesar de que Ashton siempre tuvo la peor relación con ella, cuando regresó, notó que Irwin estaba más violento y se justificó con lo que le había dicho Luke. Parecía irónico que después que la gastara a Dylan con el tema de las drogas él se meta en los mismos negocios sucios. A diferencia de Ashton, Luke sabía que transitando ese camino, su mejor amigo iba a terminar como su padre o incluso peor, podría ser de que lo busquen por el legado que dejó su padre, las muchas cosas que no se pudieron encontrar al morir y sus mismos socios, o inclusos los del partido contrario podrían usar a su hijo tranquilamente para alcanzar lo que estaban buscando. Podrían deshacerse de él como si no fuera absolutamente nada y Luke lo sabía. Ella sentía que así era porque, al parecer, es el único de todos sus amigos que se alertó debido a su nueva conducta. Dylan no había reconocido el peligro hasta que lo vivió en carne propia, en el mercado negro te puedes encontrar con miles de sorpresas que no te puedes esperar. Es donde cuando piensas que eres tú el que tiene el dedo sobre el gatillo, hay alguien más que te está apuntando por la espalda.

—¿Quieres que te lleve al trabajo? —Calum se ofreció al llegar a la casa de Dylan. Esta vez él se había encargado de llevarla al colegio y también de ir a buscarla.

—Si no te molesta, me harías un gran favor. —ella aceptó. No iba a negarse después de darse cuenta de que estaba escasa de dinero. Si no fuera por lo que había ganado el día anterior, probablemente se hubiera quedado sin dinero al terminar el mes.

—Genial, ¿vamos? —ella levantó la mirada y frunció el ceño.

—Tengo que cambiarme primero, ¿te molestaría esperar? —ella intervino todavía arriba de su auto.

—No tengo problema, pero, ¿por qué vas a cambiarte? Estás bien así.

—Es que voy a pasar casi todo el día allí y quiero estar más cómoda, ya sabes. —Dylan se justificó y Calum ladeó una sonrisa.

—Oh, ya entiendo. —la miró nuevamente— Trata de no tardarte mucho, chica.

—Te lo aseguro. —Dylan sonrió y bajó del auto.

Cuando entró a su casa, la temperatura estaba más elevada que la noche anterior y se sintió cómoda con eso. Se dirigió a su habitación para desquitarse de su mochila y quitarse los pantalones de algodón que tenía puestos para ponerse unos jean un poco más ajustados de lo que solía usar con corte bajo. Reemplazó el jersey y la camisa por una playera de Eminem y un pulover amplio encima. Se dejó las botas que tenía puestas y tomó una campera de invierno junto con un bolso que llevaba un poco más de ropa por si acaso y más dinero para después volver a salir de su casa y regresar al auto de Calum.

—Te ves bien. —Calum mencionó apenas Dylan entró al coche.

—Gracias, ¿me llevas? —ella le dio una última mirada y como respuesta, Calum arrancó su auto.

La tarde parecía no pasarse nunca, había atendido más clientes que nunca. La esposa del dueño la había ayudado a atender, era la primera vez que la veía allí y también era la primera vez que alguien trabajaba con ella. Cuando finalizó el turno, apenas al salir encendió un cigarrillo y aspiró el humo como si realmente lo necesitara. Hacía ya un largo tiempo que no fumaba y se sintió mejor al hacerlo. Al no ver a Michael por ningún lado, se dirigió sola hacia la iglesia donde había llegado tarde nuevamente. Todos ya estaban allí y los ojos de cada uno de ellos la estaban mirando, incluidos Michael y Luke.