64. Interrogantes

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CAPÍTULO 64:

64. Interrogantes

El sonido del teléfono hizo que Dylan se sobresaltara. Le había costado dormir la noche anterior, incluso tuvo pesadillas.

Agarró su celular y atendió después de varios tonos tratando de ver el nombre en la pantalla con claridad.

-¿Kyle? -Dylan preguntó con la voz ronca.

-Hola, Dyl. -responde su hermano en el otro lado de la línea-¿Cómo estás?

-Dormida. -responde con sinceridad- ¿Qué pasa?

-Ya te compré el pasaje. -dijo de inmediato- Te vas el miércoles a las seis de la mañana, es lo más pronto que pude conseguir, los otros vuelos estaban llenos.

Dylan suspiró y sonrió. Todavía faltaban días pero no podía hacer nada al respecto.

-Gracias, Kyle. -ella alcanzó a decir.

-No hay de qué, ya te mandarán el pasaje por correo. -él siguió con las indicaciones- Tendrás que tomarte un autobús hasta Madison, ¿tienes dinero para eso o te va a alcanza hasta entonces?

-Sí, llego para eso, no te preocupes. -ella suspiró- Supongo que te veré el miércoles.

-No tienes idea las ganas que tengo de volver a verte. -Dylan sonrió.

-Yo también, Kyle.

-Ailén ya no aguanta el poder conocerte, dice que puede enseñarte la facultad de Naturales. -su hermano menciona con entusiasmo- Yo podría hacerlo pero no la conozco muy bien.

-También tengo ganas de conocerla, dale las gracias por ofrecerse.

-Ya se lo haré saber. -él rió- Ahora tengo que irme, Dyl. Si necesitas algo llámame y avisa cuando te llegó el pasaje.

-Está bien, Kyle. -Dylan suspiró- Ahora ve a hacer lo que tienes que hacer.

-Nos veremos pronto, Dylan.

-Ya nos veremos, Kyle.

Dylan se quedó gran parte de la mañana dentro de la casa. No pensaba ir a la escuela, no quería cruzarse con nadie que la podía llegar a conocer, mucho menos con Ashton y Luke aunque dudaba que Luke fuera al colegio. Cuando fue a su casa y vio el desastre que había hecho sabía que las cosas con Ashton no podían estar nada bien. Además, aquello le dio la pauta de que él tenía más información de la que pensaba, algo que no era buena noticia. Las cosas no estaban bien, absolutamente con nadie y en ningún lugar, se sentí aprisionada y odiaba esa sensación. Después de todo, sus tatuajes realmente eran marcas permanentes, son parte de lo que es y jamás se van a ir, ni siquiera el día en el que muera.

Dylan había pensado en varias alternativas, tenía que adaptarse a los días que le quedaban en Wisconsin, tenía que ajustarse a los gastos, incluso canceló el contrato con la dueña de la casa porque ya no tenía por qué pagar el alquiler por un lugar en el que solo iba a ocupar tres días del mes. Se tomó un momento para ir al correo, cambiar de dirección a la cual iba a llegar el pasaje y dio su número de teléfono para que ella misma vaya a retirarla cuando llegara. Dylan ya había empacado sus cosas, esa misma noche pensaba irse.

Ver a Luke en ese estado había sido completamente nuevo, sabía que era muy difícil para él. Siempre que lo veía estaba solo, cada vez que iba a de su madre también estaba solo y no entendía el por qué. Luke tiene dos hermanos y también vivía con su padre, todo parecía perfecto en su familia hasta que volvió de rehabilitación y todo parecía estar dado vuelta.

Addicted [l.r.h.] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora