Capitulo 24 "Paintball"

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En este capitulo hay varios narradores, no se confundan.

Disfruten.

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Narra Jess:

  Completé el rapidamente mi baño, debido a que como dijo Lena llegaría tarde, y me vestí con lo ya mencionado previamente; dicen que en las citas lo mejor es mostrarse tal cual una es verdaderamente, eso es lo que estoy haciendo y nada me hace mas feliz en este mundo que sentirme autentica.
  Los nervios invaden mi cuerpo en el momento exacto en el que mi mente se desvió a mi ultima cita y el desastre ocasionado en ella, cuesta creer que ya pasaron dos años desde que por un error de calculo, voltée dos mesas en un starbucks: solo pediré que no me juzguen, soy una idiota por naturaleza.

  Al salir del baño, mi cuerpo se topa con el de Lena que se acerca peligrosamente a mi con un pequeño estuche entre sus manos, -Oh ni siquiera lo pienses

-Tan solo un poco -Aclaró antes de invadir mi espacio personal con un delineador.

  Y dejenme aclararles que siempre que esta mujer dice un poco, terminas como una maldita puerta.

-Listo -Exclamó con una media sonrisa luego de unos minutos- Mírate

-Por primera vez. haz hecho un buen trabajo -Burlé tomando mis objetos personales

-Cállate imbecil -Espetó en un intento de sonar enojada.

  Y esa es Lena Parker, mi mejor amiga, la que esta siempre en todo momento.

Narra Claire:

  Hoy es el gran dia en el que todas finalmente tenemos nuestras citas excepto Lena, que por muy raro que parezca, se encuentra castigada y sinceramente no la culpo, se encuentra en una ciudad que odia, en un viaje al que no queria venir y sin entreteniemiento alguno por su pelea con Julian, a lo mejor quedarse aqui dentro es su mejor opcion.

-Jaz -Voceé.

-¿Puedes no gritar? Gracias  -Se quejó acercandose a mi.

-Lo que sea -Rodeé los ojos- Necesito ayuda con mi ropa

-Déjame ver

  Algunos minutos despues, mi amiga pelinegra ya habia elegido un conjunto para mi, algo clasico pero genuino; remera negra, short blanco y zapatillas del mismo color, nunca falla.

-Iré a bañarme, no me entrañen -Avisé tomando las prendas.

-No lo haremos -Gritó Lena como respuesta, mientras leía un revista en su cama.

  La fulminé con la mirada y entre al baño, mi cita era a las 17:30 y ahora eran las 16:45, tan solo quince minutos para arreglar el desastre que estoy hecha.
  Vamos Basilton, rápido, rápido

  En solo diez minutos ya estaba bañada y en cinco cambiada. Hoy si que rompí un gran record.

-Las amo -Exclamé cerrando la puerta detras de mi.

Narra Lena:

  Me desperté por el ruido de mi móvil anunciando una llamada, por lo que me incorporé y al ver que mis amigas ya no están una oleada de confusión invadió mi cuerpo al no saber cuánto dormí.

*Llamada*

-Hola, nora

  Maldicion, es Blake.

-Hola, ¿Qué pasa?

-Tu humor no es muy bueno cuando recien te despiertas, ¿No?

-Tienes razon ¿Qué pasa? -Reitere la pregunta.

-¿Te puedo pasar a buscar en media hora?

-¿Para qué?

-Sorpresa

-No tengo ganas, Blake. Ademas, estoy castigada

-¿No eras la chica rebelde?

-Te espero en media hora -Corte.

*Fin de la llamada*

  Y siempre termino cediendo cuando las personas hieren mi aclamado orgullo de chica rebelde.
  Lena Parker, ¿Cuándo vas a cambiar?
  Revise rápidamente mi armario en busca de mi remera favorita y al no encontrarla, el pánico empezó a florecer en mi pero una oleada de calma surgió al darme cuenta del motivo de su ausencia.
  Corrí hacia la habitacion de Tyler.

-¿Dónde esta? -Hice puntitas para ver por encima de su espalda.

-¿Jane? -Asentí- Se esta bañando, recién entró, ¿Pasó algo?

-Tiene mi remera, muévete -Empujé a Tyler y entré, mis padres no estaban, por suerte.

  Comencé a abrir las puertas del armario hasta que en una de ellas, encontré mi remera perfectamente colgada en una percha azul, maldita zorra roba cosas, si hay algo que odio en el mundo a parte del amor claro, es que toquen mis pertenencias.
  Cuando me encaminaba hacia la salida, la puerta del baño se abrió dejando ver a mi hermana.

-¿Qué haces tocando mis cosas?

-¿Tus cosas? Que yo recuerde esta remera -La señale- Es mía

-La hubieras pedido

-¿Desde cuando tengo que pedir mis cosas? -Hice enfasis en la palabra "mis"- Y si te importa, tengo que salir

-¿No estabas castigada?

-Tu misma lo dijiste -Cerré de un portazo.

  Me alisté rápidamente con un conjunto que consistía en, una remera blanca que tenia el "shin y el shan", short negro, camisa camuflada y converse.
  Justo cuando salgo del baño un texto llega anunciando que ya me espera en la entrada del hotel, motivo por el que fugazmente tomé mis pertenencias y bajé corriendo por las escaleras. Detesto hacer esperar a las personas. 

-Hola -Me dio un beso en la mejilla.

-¿A dónde iremos? -Cuestioné por mi creciente ansiedad. 

-Sorpresa, después de usted

  Condujo por unas pocas calles y al cabo de tan solo diez minutos yacemos ante un ediificio de gran impronta. 

  Al poner un pie dentro del lugar, mi mandíbula prácticamente rozó el piso, es el paintball más grande que vi en mi vida, aunque también hay que aceptar que tampoco fui a tantos.
  Después de pasar por la administración, fui al vestuario pero una persona muy estúpida chocó conmigo.

-¿Qué haces aquí ? -Solte una carcajada ante la reacción de esa persona.

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Editado: 6 de octubre del 2020.

La chica rebelde [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora